Ara Sánchez, secretaria general de Igualdad
Secciones
Servicios
Destacamos
Ara Sánchez, secretaria general de Igualdad
La secretaria general de Igualdad y Conciliación de la Junta, Ara Sánchez (Zalamea de la Serena, 1975), casada y madre de una niña, es licenciada en Derecho y jueza desde 2007. Lleva casi 18 años en la carrera judicial, 13 de ellos en juzgados con competencia en materia de violencia sobre la mujer.
–¿Puede haber igualdad sin conciliación?
–No. A las mujeres lo que nos lastran son los cuidados. Tenemos nuestro techo de cristal, pero también nuestro suelo pegajoso. El reto de las políticas es avanzar por eso en conciliación y corresponsabilidad, porque si los hombres no se conciencian y participan no avanzamos.
–Usted es la responsable ahora de esas políticas. ¿Qué está haciendo?
–Tenemos las ayudas para la contratación de personal de ayuda doméstica que llegan a sufragar hasta el 70% de los costes y que están destinadas a familias con hijos menores de 14 años y personas con discapacidad igual o superior al 33%, y por primera damos ayudas de hasta 200 euros a las familias con hijos de dos a tres años que van a guarderías privadas, sin olvidar los 9,1 millones de euros para programas de ocio en periodos no lectivos, que desarrollan la práctica totalidad de los ayuntamientos de la región para menores de dos a 14 años.
–¿Hasta cuándo estas políticas?
–Ojalá no fueran necesarias, pero creo que siempre tenemos que trabajar en unas políticas de lucha contra las patologías de la desigualdad y que tenemos que seguir formando en igualdad, sobre todo por el rechazo que se está produciendo en la gente joven.
–¿A qué cree que se debe?
–Creo que la sociedad está polarizada y los jóvenes también se están dividiendo. Hay corrientes radicales hacia la derecha y la izquierda que están provocando rechazo y nosotros tenemos que trabajar en hacer ver a los jóvenes que la violencia existe y que la igualdad es una cosa de todos, de hombres y mujeres. El feminismo no es cosa de mujeres, tenemos que convertir a los hombres en nuestros aliados.
–En su trayectoria profesional, ¿ha recibido un trato desigual por ser mujer?
–He sufrido situaciones en las que no me han tenido en cuenta o me han ninguneado porque era mujer o muy joven para ser jueza y no reconocían esta autoridad. Algo tan sencillo como que un letrado me guiñe un ojo. No es una actitud machista grave, pero sí demuestra una diferencia de trato.
–¿La maternidad merma las posibilidades de promoción de la mujer?
–Sí. Por eso hay que desarrollar políticas que hagan posible que no sea así. Las mujeres son las que continúan teniendo contratos a tiempo parcial y las que cogen excedencias para cuidar a sus hijos.
–¿Seguimos entendiendo que es nuestra responsabilidad?
–Hay que desterrar el sentimiento de culpa y también la idea de que somos unas heroínas y que podemos con todo, porque esto repercute en nuestra calidad de vida. Por eso son necesarias las políticas de conciliación y corresponsabilidad. Hemos avanzado, pero seguimos teniendo problemas para alcanzar puestos de alta dirección. Cuando somos madres frenamos la posibilidad de seguir desarrollándonos profesionalmente, esperamos a dar el salto cuando nuestros hijos ya no nos necesitan, pero después son nuestros padres los que sí.
–¿Las asociaciones feministas son un chiringuito?
–No. El movimiento feminista y el activismo son necesarios.
Publicidad
Jon Garay y Gonzalo de las Heras (gráficos)
Álvaro Soto | Madrid
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.