Abascal califica de «acuerdo razonable» el pacto de gobierno en Extremadura

El candidato a la Presidencia del Gobierno hizo este domingo parada en Mérida con un mitin multitudinario tras una parada matutina en Cáceres. El espacio escogido fue el mismo que acogió otro acto de Abascal en abril de 2019, también para las elecciones generales. Como entonces, la carpa del hotel Las Lomas, un lugar idóneo para bodas estivales gracias a que cuenta con aire acondicionado, se quedó pequeña. Pero si hace cuatro años Vox era una formación en auge, ahora es un partido consolidado que formará parte del Gobierno regional con el PP tras lograr por primera vez representación en la Asamblea de Extremadura con cinco diputados.

Abascal habló principalmente en clave nacional, pero también tuvo alguna referencia a la región y al pacto alcanzado con el PP y que espera repetir en Murcia y Aragón, aún pendientes de gobierno. «Vaya golpetazo que hemos dado al socialismo y al comunismo en Extremadura después de 40 años», afirmó.

El presidente de Vox recalcó la importancia de su partido para cambiar gobiernos en los últimos años, como ocurrió en Andalucía, donde un acuerdo con el PP permitió quitarle el poder al PSOE. En su opinión, algo parecido ha ocurrido en Extremadura. Aunque recordó que los populares ya gobernaron la región durante cuatro años con José Antonio Monago, afirmó que fue «pactando con los comunistas» y que además «no cambiaron realmente nada». Por ese motivo, en 2015 «los extremeños eligieron al original, al socialismo rojo y no al socialismo azul», con una victoria electoral que volvió a situar al frente de la Junta de Extremadura al socialista Guillermo Fernández Vara.

Ocho años después, el pacto con la popular María Guardiola, a la que no nombró ni se refirió en ningún momento, permitirá otro cambio de gobierno en Extremadura. Defendió que se trata de «un acuerdo razonable, en el que todos hemos cedido», y que demuestra que su partido defiende los intereses de sus votantes con un mensaje único en todos los territorios. «Hay otros que les votas y es como un kinder sorpresa», dijo en referencia al PP y a sus acuerdos en Cantabria, Aragón y en el Parlamento Europeo... «Y de vez en cuando sale Vox».

Para Abascal, el cambio conseguido en la región demuestra que se puede lograr también en otros territorios, lo que espera conseguir tras las elecciones generales del 23 de julio. Pero para eso espera encontrarse con un PP dispuesto a pactar como ha hecho en Extremadura, por lo que criticó la propuesta del presidente de los populares, Núñez Feijóo, quien insiste en que gobierne la lista más votada.

El presidente de Vox dejó otros mensajes en clave regional, como cuando criticó el «gasto político desmesurado» en el que incurre el gobierno de Pedro Sánchez, que en su opinión lleva al país a la ruina «por políticas que nadie ha votado» y que además le lleva a «gastar dinero en dinamita para volar las presas y las centrales de energía», apuntó en referencia a la presa de Valdecaballeros y a la nuclear de Almaraz.

Para Santiago Abascal, Vox ya es un partido consolidado porque no da pasos atrás y defiende valores comunes. Su objetivo es poder derogar todas las políticas de Pedro Sánchez y después reconstruir, «con libertad y sin impuestos», así como defender la soberanía de España, el campo y la industria, «y que el agua llegue al último rincón de España y no se tire al mar».

Vox se presentó con algunas caras nuevas, como Ignacio Hoces como número uno en la candidatura al Congreso por Badajoz, pero con el mismo mensaje de 2019. Soflamas por la unidad de España, loas a las fuerzas de seguridad, muchos guiños al campo y críticas a los gobiernos de las últimas décadas, especialmente al PSOE. Y, no podía faltar, el himno de España como despedida entre gritos de 'presidente, presidente'. Todo ante alrededor de mil personas, aunque, al contrario de lo que ocurrió hace cuatro años, no hubo grandes problemas de aforo.

Ignacio Hoces, madrileño pero descendiente de extremeños de Talarrubias, recordó sus Navidades y sus veranos en La Siberia. Pidió el voto para Vox para hacer frente a gobiernos que «legislan de espaldas a los ciudadanos», lo que también se ha notado en Extremadura por la falta de infraestructuras como el AVE y carreteras adecuadas.

Asimismo, mostró su interés por combatir la despoblación y defender el campo extremeño con medidas como un plan nacional del agua, que permita disponer de recursos para el regadío y el consumo humano.