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La multinacional Acciona plantea construir al sur de Extremadura una planta de producción de energía pionera en la comunidad al combinar una central termosolar de ... torre central con una instalación fotovoltaica para autoconsumo.
El proyecto consiste en una planta de 135 megavatios de potencia instalada en las localidades de Villagarcía de la Torre e Higuera de Llerena, en la comarca de la Campiña Sur, aunque también plantea como emplazamientos alternativos los términos de Usagre y Llerena. La promotora es Solbioext 1, del grupo Acciona. La empresa ya ha iniciado ante el Ministerio para la Transición Ecológica el trámite para obtener el permiso ambiental, pero destaca que se encuentra aún en una fase muy inicial. Por ese motivo, prefiere no aportar todavía datos sobre cuestiones como la inversión prevista.
La central propuesta se basa en la generación de electricidad mediante un turbogenerador de vapor, utilizando como fuente de energía primaria la radiación solar. Asimismo, para proporcionar energía eléctrica a los diferentes elementos consumidores de la instalación se construirá una planta solar fotovoltaica con una potencia de 20 megavatios. Esta configuración tiene como objetivo «proporcionar energía 100% renovable y gestionable a menor coste», según recoge la documentación ambiental del proyecto.
Para ello, cuenta con un campo de captadores con un conjunto de heliostatos, unos espejos autoorientables que siguen el movimiento solar a lo largo del día. El proyecto plantea instalar más de 8.000 sobre una superficie de 700 hectáreas con una disposición circular.
Estos espejos concentran la radiación solar en un receptor situado en la parte superior de una torre de 250 metros de altura ubicada en la zona central de la planta, para lo que se necesita que vayan cambiando de orientación a lo largo del día para mantener el máximo rendimiento.
Por el interior del receptor circula un fluido formado por una mezcla de sales fundidas, que se calienta por este aporte de calor. Después se almacena en un tanque, desde donde se bombea a una temperatura de 555 grados centígrados al generador de vapor. Aquí cede parcialmente su energía térmica y cae a 299 grados, tras lo que se mantiene a esa temperatura hasta que se reutiliza de nuevo en un circuito cerrado. Los depósitos proyectados cuentan con un diámetro de más de 50 metros y una altura de once metros.
La captación del agua para el funcionamiento de la planta se prevé realizar mediante sondeos en el acuífero Zafra-Olivenza, situado en las inmediaciones del emplazamiento elegido. Se estima que el consumo será, como mucho, de 300.000 metros cúbicos al año.
En cuanto a la evacuación de la energía generada, se plantea construir una subestación de 400 kilovoltios y una línea que conectará con la nueva subestación de Red Eléctrica en la zona.
El texto añade que la superficie de heliostatos, la potencia del receptor y la capacidad de los tanques de sales se han dimensionado para producir durante las horas diurnas el calor necesario no sólo para generar el vapor que requiere la turbina a pleno rendimiento, sino también el calor adicional necesario para disponer de energía térmica de reserva que permita mantener la producción eléctrica durante periodos de hasta once horas a plena carga sin recibir radiación solar. Esto permite generar enegía incluso sin sol.
La producción eléctrica neta esperada es de aproximadamente 450 gigavatios por hora al año, lo que equivale al consumo de 129.000 hogares y una población de más de 320.000 habitantes. La planta está diseñada para una vida útil de treinta años.
Como recoge la documentación ambiental del proyecto, el abastecimiento energético mediante energías renovables está siendo potenciado en la comunidad gracias a su elevado índice de horas de sol al año, que pasa de 3.200. Esto hace de Extremadura «una de las regiones más ricas en este recurso natural», lo que ofrece «las mejores condiciones para la inversión en energía solar».
Pero añade que el crecimiento de los últimos años se asienta sobre todo en la tecnología fotovoltaica. En este caso se trata de un proyecto de termosolar de receptor de torre central, una tipología que no existe en la región, y que además se autoabastecerá de energía eléctrica mediante paneles fotovoltaicos.
Esta fórmula ofrece mayor rendimiento y por tanto más rentabilidad a la inversión. El documento ambiental destaca que el sistema de almacenamiento de energía térmica permite operar más de diez horas a plena carga sin radiación solar, permitiendo un funcionamiento ininterrumpido, con lo que se puede atender la demanda eléctrica incluso en horas nocturnas.
Junto a esto, destaca que la tecnología de receptores cilindro-parabólicos con torre aporta un considerable ahorro en el consumo de agua. A esto se suma que los fluidos que portan el calor están recluidos en una isla de potencia, con lo que se reduce el riesgo de vertido en el que suelen incurrir las plantas termosolares en las que circulan por toda la instalación. De hecho, el pasado verano se produjo un incendio en una central de este tipo en la localidad de Talarrubias por una fuga de este aceite.
Por su parte, la fotovoltaica aporta a un precio muy competitivo la energía que necesitará la planta termosolar para operar, lo que reduce los costes y aumenta el rendimiento de toda la instalación.
La documentación destaca que con este tipo de plantas se cumplirían con los objetivos tanto del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima como del plan extremeño. En ambos casos se plantea para 2030 un importante avance en la producción de energía con fuentes renovables, lo que contribuirá a reducir la emisión de gases de efecto invernadero y además tendrá un efecto positivo en la creación de empleo.
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