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La entrada en servicio de la nueva línea de altas prestaciones de Extremadura pasará a una segunda fase con la electrificación del tramo ya en ... uso, entre Plasencia y Badajoz, con extensión hasta la frontera con Portugal. Pero el avance de los trabajos deja muchas dudas sobre la fecha prevista para su puesta en funcionamiento.
En julio del pasado año, cuando empezaron a circular los primeros trenes Alvia por la nueva línea, se anunció que la electrificación estaría lista en la primera mitad de 2023. Meses después se aplazó a los meses de verano. Sin embargo, aún no hay fecha para ese hito y todavía queda mucho trabajo por realizar.
La electrificación se lleva a cabo en dos fases. Entre Plasencia y la bifurcación Peñas Blancas, a la altura de la localidad pacense de Aljucén (el punto donde la plataforma de alta velocidad pasa a la vía convencional), el avance es superior al 97%. Según indica el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, Adif, ya han finalizado los trabajos de tendido de catenaria, así como su ajuste. Actualmente se está trabajando en la verificación de los sistemas instalados, las comprobaciones geométricas de la línea aérea de contacto y las pruebas con telemando de energía. Además, se han electrificado las estaciones de Plasencia y Cáceres, a falta de finalizar los trabajos para el tendido y ajuste de la catenaria.
El 19 de mayo se puso en tensión la catenaria entre el punto kilométrico 11 de la nueva línea desde Plasencia y la subestación de Carmonita, que abarca unos 112 kilómetros aproximadamente. Faltarían unos 13 kilómetros.
En cuanto al segundo tramo, hasta la frontera con Portugal, Adif apunta que el grado de avance global de las obras supera el 70%. También comprende la vía convencional de Mérida a Aljucén, así como de este punto hasta la bifurcación Peñas Blancas, una instalación que será desmontada cuando entren en uso los dos tramos de plataforma de alta velocidad que faltan por concluir en el entorno de la capital autonómica.
Dentro de esta fase se electrifican total o parcialmente las estaciones de Aljucén, Mérida y Badajoz. En estos dos casos actualmente se acomete la fase de montaje de los dinteles de los pórticos que sostendrán la catenaria, tras lo que se realizará el tendido del cable aéreo.
El contrato para la electrificación del tramo entre Peñas Blancas y Portugal se formalizó en enero de 2021 con un plazo de ejecución de 18 meses, por lo que debería haber concluido a mediados del pasado año. Pero recientemente Adif ha llevado a cabo una modificación. Según la información publicada, tras revisar los documentos del proyecto se detectan una serie de unidades de obra no consideradas que son imprescindibles para su ejecución, como la necesidad de realizar excavaciones arqueológicas y la creación de accesos provisionales que faciliten el acceso de la maquinaria.
Asimismo, se incluye el desmontaje de la electrificación en la vía convencional entre Aljucén y Peñas Blancas. Esto explica en parte el aumento del plazo de ejecución, que ha subido a 38 meses, con lo que los trabajos no concluirán hasta comienzos de 2024. También se ha incrementado el importe de adjudicación, que ha pasado de 24,15 a algo más de 27 millones de euros. Adif ya modificó previamente en el mismo sentido el contrato de consultoría y asistencia asociado a estas obras.
Una vez concluidos estos trabajos, se dará paso a las pruebas geométricas, como se ha hecho entre Plasencia y Peñas Blancas, para lo que se contará con un tren auscultador. Asimismo, será necesario realizar pruebas de circulación. De modo que, sin tener siquiera una fecha prevista de conclusión de obra, más difícil es aún aventurar cuándo podría entrar en servicio la electrificación hasta Badajoz.
Los trenes que empezaron a circular por la nueva línea hace un año, los Alvia de la serie 730, tienen como principal particularidad que funcionan tanto con tracción diésel como eléctrica. Eso los hace idóneos para la infraestructura extremeña, que compagina ambos tipos de energía. De hecho, actualmente los Alvia ya circulan con catenaria entre Madrid y Leganés. A partir de esa localidad deben funcionar con motores diésel. Con la electrificación entre Plasencia y Portugal, también podrán explotar las ventajas de la tracción eléctrica en la que serán las primeras vías de este tipo en la región. Una de las ventajas de esta infraestructura es que los trenes podrán alcanzar más velocidad. La serie 730 no puede circular a más de 180 kilómetros por hora por vías de ancho ibérico sin electrificar, como es el caso de las extremeñas. Con tracción eléctrica pueden llegar a un tope de 220 kilómetros por hora, lo que permitirá reducir aún más los tiempos de viaje. Además, este tipo de motores registran menos averías. Aunque será necesario esperar a que se construyan los tramos restantes hasta Madrid para disfrutar por completo de las ventajas de la electrificación. Entre Plasencia y Navalmoral de la Mata los trabajos siguen su curso, pero desde Oropesa a la capital española aún no hay ni estudio informativo, lo que ha llevado al Ministerio de Transportes a decidir la electrificación de la vía convencional actualmente en uso. Con ello se conseguirá un ahorro de combustible y mejores prestaciones.
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