TAL DÍA COMO HOY, 15 AGOSTO

El Día de Extremadura pasó casi desapercibido en el año 1978

Apenas 2.000 personas acudieron a la celebración del día regional, que tuvo lugar el 14 de agosto en la Plaza Mayor de Cáceres

ALBA BARANDA

BADAJOZ.

Jueves, 15 de agosto 2019, 09:14

1978 fue uno de los años más relevantes en la historia nacional, ya que nació la Constitución Española. El país transitaba por una época cambiante y revolucionaria, y Extremadura se encontraba entre las regiones menos desarrolladas del conjunto nacional. No había agua corriente en una gran inmensidad de pueblos, el nivel de analfabetismo era muy elevado y la agricultura, la principal fuente de ingresos de los extremeños por aquel entonces, era muy rudimentaria.

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Sin embargo, los mimbres de las autonomías estaban creciendo y prueba de ello fue la celebración del Día de Extremadura, que tuvo lugar el 14 de agosto de 1978. En la crónica del acto, publicada una jornada después en este diario, se contó que esta celebración había pasado «casi desapercibida».

Poco más de 2.000 personas acudieron a esta cita, que posteriormente y hasta el día de hoy, se trasladó al 8 de septiembre. Tuvo lugar en la Plaza Mayor de Cáceres y consistió en una concentración en la que los asistentes dieron varias vueltas a la plaza, como si de un ruedo se tratase. Este evento fue organizado, según indica la noticia, por la Asamblea de Extremadura, que además fue captando transeúntes durante el día y llevándolos hasta el corazón de la capital cacereña. Para desarrollarla necesitaron la autorización del gobernador civil, que en aquella época era la máxima autoridad en la provincia.

El acto fue convocado por la Asamblea de ExtremaduraSecundaron la concentración diversos partidos políticos y sindicatosSurgió cierta tirantez cuando la CNT quiso leer un manifiesto alternativo

El cronista explicó que el evento adquirió cierta tirantez cuando algunos de los participantes, al grito de «la bandera extremeña al Ayuntamiento» intentaron entrar por la fuerza en la Casa Consistorial para posicionar la insignia tricolor en el balcón principal del edificio.

«Gracias a la intervención del senador Pablo Naranjo, único representante parlamentario que estuvo presente en la concentración, pudo ser colocada la bandera», dijo este diario. Además, aprovechando la confusión del momento, se izó a su lado el estandarte republicano, que fue retirado a los dos minutos debido a las protestas de los representantes de la Asamblea Extremeña. Esta institución se desmarcó de este atrevimiento y a través de unos altavoces manifestó su disconformidad. «Consideramos que este acto es una provocación y por lo tanto, la Asamblea Extremeña declina cualquier responsabilidad», aseveró.

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A la concentración también se sumaron diversos partidos políticos y sindicatos. Finalmente, según expresó el reportero, hubo «acaloradas» discusiones entre los miembros de la CNT y de la Asamblea extremeña, ya que los primeros quisieron leer un comunicado aparte del que suscribían las demás organizaciones políticas, en el que se hacía referencia a la 'matanza' acontecida el 14 de agosto de 1936 en la plaza de toros de Badajoz.

Colores extremeños

Un año antes, el 20 de agosto de 1977, también había habido cierto revuelo con la bandera regional. Por aquel entonces los colores verde, blanco y negro no eran legalmente los representativos de Extremadura, ya que se erigieron como oficial el 26 de febrero de 1983.

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La polémica estaba servida, y es que un buen puñado de extremeños aceptaban ya la bandera verde blanca y negra, mientras que otros la repudiaban y aludían que no aceptarían otra que no fuese la roja y gualda.

Cuando este diario publicó esta información, el redactor no dudó en posicionarse del lado de la población. «Pensamos que, en suma, quien debe decidir al respecto no es este o aquel organismo provincial, sino el pueblo, y que sea él mismo quien defina los colores y las formas. Cierto que no parece existir un fundado antecedente histórico en los colores verde, blanco y negro pero ¿acaso esto importaría demasiado?», opinó.

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En varias publicaciones oficiales se cuenta que los tonos de nuestra insignia son un homenaje a la historia medieval de la región. El verde representa el color del emblema de la Orden de Alcántara, implantada en el territorio de la actual provincia de Cáceres y más tarde asentada también en Badajoz. El blanco fue el color empleado en el pendón real de León, la localidad repobladora de la región. Por último, el tono más oscuro se pintó en honor al estandarte de igual color de los reyes aftásidas del Reino de Badajoz.

El pueblo extremeño fue el que más presionó para que se instaurase esta nueva bandera, ya que varios jóvenes promovieron una recogida de firmas para presentarlas en las diputaciones, y así solicitar su legalidad. En la calle Pintores, informaba este periódico, se formaron largas colas de gente deseosa de estampar su rúbrica con tal de que la bandera tricolor pudiese ondear. Además, el estandarte permaneció algunos días en la entrada a la Ciudad Monumental de Cáceres, así que muchas personas que la desconocían se interesaron por ella. También se hicieron pegatinas con la nueva enseña, que se agotaron en las tiendas en pocos días y, cada vez se veían más polos con la bandera estampada en pechos y mangas.

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