Los agricultores portugueses no tienen pensado finalizar la protesta que mantiene cortadas varias carreteras de acceso a Portugal desde Extremadura. «Tengo comida en el coche por lo menos para tres días», decía uno de los manifestantes situado en la autovía A-5 cerca ... de las 13.30 de este jueves. Debido a la huelga se encuentran cortadas aún al tráfico las A-5 a la altura de Caya (kilómetro 407) y la Ex-107 entre los kilómetros 71,12 al 71,16, desde Villanueva del Fresno hacia Portugal.
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Desde primera hora de la mañana, los agricultores lusos han cortado el tráfico en los pasos fronterizos de Caya, Campomayor, Puente Ayuda y Villanueva del Fresno, en la provincia de Badajoz; y en el de Valencia de Alcántara, en Cáceres, según confirmó la Delegación del Gobierno.
También lo hicieron en otros muchos puntos de la Raya, como en Galicia o en Castilla y León. El motivo, protestar por las modificaciones que conlleva la nueva PAC (Política Agraria Común). De hecho, las organizaciones agrarias extremeñas también han anunciado cortes de carreteras, por esa misma causa, para la próxima semana.
Joao Mendes
Agricultor
Rafael Vivas
Camionero
Durante la tarde, al menos en el paso fronterizo de Caya por la autovía A-5, los manifestantes relajaron un poco las medidas sobre los vehículos que circulaban hacia España. «Dejamos pasar a todos los turismos cada cierto tiempo y a unos diez camiones a la hora», explicaba João Mendes, uno de los manifestantes.
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Así, sobre las cinco de la tarde, un grupo de cuatro pacenses que venían de trabajar en Elvas pudieron avanzar. «Salimos de trabajar a las dos y media, así que llevamos un par de horas parados», comentaba Iván Tercero, uno de estos jóvenes trabajadores, que añadía que por la mañana no habían tenido dificultades para llegar a su puesto de trabajo. «Sobre las nueve de la mañana fuimos por la carretera nacional y nos dejaron pasar sin problemas», confirmaba.
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A las 17.30 horas de la tarde ya no quedaban camiones detenidos en dirección a Badajoz en el primer corte de la carretera. Los vehículos tenían que salir de la autovía hacia la rotonda que da acceso a la carretera nacional que une Badajoz y Elvas y se dirigían a la ciudad por la estrecha vía que transita junto al antiguo paso fronterizo y llega a la rotonda del centro comercial El Faro. Allí, los camiones podían volver a coger la autovía. «Llevo parado desde las ocho y media de la mañana y tenía que estar en Antequera a las cinco de la tarde; esto me cuesta 800 euros», se quejaba Rafael Vivas al volante de su camión segundos antes de que le permitieran pasar.
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Ya durante toda la jornada, los agricultores movilizados habían sido sensibles a las necesidades de los ciudadanos. «Les abrimos paso a los coches en los que hay niños pequeños, mujeres embarazadas o personas mayores; también si tienen alguna urgencia», detallaba Mendes.
Algunos metros más adelante –más cerca de Badajoz, pero antes de la siguiente salida de la autovía– había un nuevo corte y allí, pasadas las seis de la tarde, todavía permanecían varios vehículos retenidos.
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En dirección contraria, hacia Portugal, la protesta no retrocedió ni un milímetro. Ni un camión había podido pasar. Sí los turismos, que durante gran parte del día tuvieron abierto el camino rural de Malos Caminos.
Para evitar el colapso de la autovía, tras el inicio de la protesta la Guardia Civil desvió a los vehículos que circulaban por la A-5 en la salida del hotel Las Bóvedas. Los camiones llegaban hasta rotonda de Ifeba. Allí, en las primeras horas del día intentaron continuar su recorrido en dirección a Elvas por la antigua carretera de la frontera de Caya, pero la nacional también estaba cortada por una veintena de tractores. Los conductores se vieron obligados a detenerse en el área de servicio que hay nada más entrar en territorio portugués y en la propia vía.
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Eso provocó un importante atasco hasta que la Guardia Civil, ya que no había efectivos de la Policía Local de Badajoz disponibles para esa tarea, optó por impedir el paso de camiones hacia Portugal en la rotonda de Ifeba. Por la tarde sí se ocuparon de esa tarea agentes de la Policía Local, que indicaban a los camioneros que podían aparcar sus vehículos en el recinto ferial.
Por el momento, tendrán que permanecer ahí. «La ministra ya ha hablado, pero nada de lo que ha dicho nos sirve; de momento seguiremos aquí», manifestaba Mendes. «No nos vamos a mover hasta que la ministra hable con nosotros», remarcaba Manuel Piñeiro, otro de los agricultores que se manifestaron.
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Aunque también se produjo algún enfado, por lo general el ambiente fue tranquilo durante toda la jornada. «Qué le vamos a hacer; están luchando por lo suyo», decía pasado el mediodía un camionero andaluz parado desde la ocho de la mañana frente al quiosco de Caya y que ya sabía que no iba a llegar a Aveiro antes de las dos de la tarde, como era su intención.
Sobre la autovía, incluso se vieron imágenes de apoyo entre manifestantes y afectados. Un grupo de agricultores que estaba comiendo ofrecía sus alimentos a los camioneros que esperaban con paciencia. Cuando les fueron dejando pasar, los conductores tocaron el claxon en apoyo a las reivindicaciones de los agricultores.
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Cerca del mediodía, entre los camiones que impedían la circulación por la carretera nacional se coló un furgoneta de venta ambulante de comida. Tras el mostrador, José Ramalho repartía bocadillos de lomo, cerveza y refrescos. «Me suelo poner en la estación de servicio de la autovía, pero me avisó un amigo y vine aquí; si esto sigue mañana (por hoy) vendré por la mañana para vender café», exponía Ramalho.
Desde luego, las inmediaciones de su vehículo era el punto en el que más manifestantes se agrupaban.
En la zona de Valencia de Alcántara, más de una veintena de tractores cortaron el paso en la carretera portuguesa N246-1, que desemboca en la N-521 al llegar a la provincia de Cáceres, a dos kilómetros de la frontera. Los agricultores, procedentes de Marvão, Castelo de Vide y Nissa, comenzaron su protesta a las seis de la mañana y no tenían intención de retirarse.
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Liliana Da Silva, una de las agricultoras, advertía: «Estaremos aquí hasta que aguantemos. Somos un movimiento cívico y estamos esperando a que vengan más compañeros que se sumen a la protesta», explicaba con el día ya avanzado.
Ese corte hizo que la Dirección General de Tráfico (DGT) avisara de retenciones en la N-521, a la altura de Las Casiñas, en Valencia de Alcántara, desde el kilómetro 152.16 al 152, en ambos sentidos, hacia Portugal.
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Una situación similar se repitió en Villanueva del Fresno, donde el paso fronterizo de San Leonardo, que une esta localidad con Mourâo, fue tomado por un grupo de agricultores portugueses.
Desde primeras horas de este jueves 1 de febrero la carretera Ex-107, que discurre desde Badajoz a Villanueva del Fresno, amanecía con una fila de tractores los cuales no permiten el paso al país vecino.
Decenas de villanovenses no pudieron llegar a sus puestos de trabajo en el país vecino por este paso, teniendo que trasladarse a Valencia del Mombuey por donde sí han podido cruzar la frontera hacia Portugal.
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Esta carretera, la Ex-107, es uno de los pasos fronterizos que soporta más tráfico, registra 1.045 vehículos cada 24 horas, 19% de ellos perteneciente a vehículos pesados, según los datos de la Junta de Extremadura.
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