La agrupación del Valle del Jerte, la gran damnificada tras perder el 58% de la cosecha

En el listado de las grandes cooperativas extremeñas del sector agroalimentario solo una ha visto un 2023 peor que 2022. Y es el segundo año consecutivo que pierde ingresos. Es la Agrupación de Cooperativas Valle del Jerte, que comercializa la singular cereza extremeña y, en menor medida, castañas. El pasado año lo ha cerrado con una cifra de negocios que se queda por debajo de los 50 millones, 49 exactamente, según indica a HOY su gerente, Mónica Tierno.

El año 2022 lo cerró con 62,2 millones frente a los 67 de 2021. Entonces, explicó que aunque los precios por la cereza subieron no se pudo compensar la caída de la producción. La agrupación vendió 16,5 millones de kilos frente a los casi 20 de 2020. Peor fue todavía el pasado 2023. La comercialización no logró rebasar los 8 millones de kilos cuando la media se sitúa, informa Tierno, en unos 19 millones.

«Fue una cosecha desastrosa, con más del 50% de reducción. Lo peor no solo fue eso. Mucha cereza que se recogió no cumplía al final con los criterios de calidad y tuvo que ser desechada para consumo», refrenda la gerente del colectivo que agrupa a quince sociedades agrícolas del norte regional.

«Solo fue normal o algo mejor de lo normal la comercialización de castañas pero la cereza.... para la cereza ha vuelto a ser un año bastante malo», ratifica Tierno.

Los cereceros del norte extremeño viven singularmente con el corazón en vilo los meses de primavera. Primero, para que haya una buena floración, algo que ha ocurrido este año. Segundo, para el producto cuaje y se pueda recolectar en las mejores condiciones. Para eso queda superar un exceso de agua, peor aún si cae granizo, y las típicas heladas que no suelen faltar entre abril y mayo.

«Ahora se anuncia mucha agua. Si es poca, no pasa nada. Pero como llueva mucho será un problema», concluye Mónica Tierno.

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