Los alcaldes y alcaldesas socialistas del entorno de la central nuclear de Almaraz y de la comarca del Campo Arañuelo se sienten «abandonados» por el Gobierno de España, aún siendo de su mismo partido político, «sin ni siquiera molestarse en atender nuestras quejas. Y ... a lo mejor un día, no muy lejano, nosotros les damos la espalda a ellos».
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Así de crítico se mostró el alcalde de Almaraz, Juan Antonio Díaz Agraz, en el acto que se celebró recientemente en la plaza de España de la población para rechazar el cierre de la central nuclear y exigir que continúe abierta, donde se dio a conocer un informe sobre las consecuencias socioeconómicas que tendrá ese cierre, encargado por la Asociación de Municipios en áreas Nucleares (AMAC).
«Un informe que nos muestra una realidad hasta ahora no creíble, donde la ciudadanía tendrá que involucrarse en la defensa de la continuidad de la mayor industria ubicada en la zona y que hemos querido presentar para que todos nos vayamos concienciando de lo que supondrá el cierre de la CNA, que repercutirá no solo en Almaraz sino en toda la comarca del Campo Arañuelo».
El alcalde almaraceño inició su intervención manifestando que era un día «muy especial». «Hoy defendemos y levantamos la voz para que la industria que lleva conviviendo con nosotros más de 40 años no se cierre. Que la industria que más poder adquisitivo aporta en la comarca continúe con su vida útil. Una industria que comenzó su andadura en el año 1971, cuando el Campo Arañuelo cambió totalmente su forma de vida, pasando de ser una comarca casi sin recursos a ser hoy día una de las más ricas de España. Una industria que tuvo que luchar contra muchos detractores que estaban en contra de su funcionamiento y su viabilidad y que ahora se están dando cuenta de que es necesaria para el bienestar y las necesidades que tenemos en nuestros hogares», además de ser reconocida en Europa como «verde, limpia, segura y que menos CO2 emite a la atmósfera».
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Después apuntó algunos datos numéricos, como los puestos de trabajo fijos y los indirectos que mantiene; los más de 215 millones de euros que aporta a los municipios, a la región y al Gobierno de la nación, o el 8% de aportación a la energía que se consume en España.
«Una industria que nos abasteció de energía durante la pandemia sin parar de producir ni un solo día y que sí no nos movilizamos todos y conseguimos parar el calendario de cierre nuclear nos vemos abocados a la ruina de la comarca», señaló.
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No en vano ese informe dice que el cierre de la central provocará una caída del 36% de la población activa y del 60% de los ingresos de los municipios de la zona de influencia. Agraz tampoco se olvidó del medio ambiente, «al dar vida a una diversidad de animales y plantas que no pueden vivir en otro entorno, que si cierra tienden a desaparecer. Parece duro lo que os comento, y me hace daño incluso decirlo, pero es una realidad que tenemos cerca».
A continuación, y tras destacar que los representantes de todos los ayuntamientos, sean del color que sean, «están unidos por la misma causa –la defensa de nuestras familias y de nuestros pueblos– anunció la creación de un comité de trabajo entre Corporación, vecinos, empresas, autónomos y todas las asociaciones que quieran unirse a la lucha que comenzaba ese día.
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A esa primera concentración le seguirán, según avanzó, contactos con los grupos políticos de la región, con la presidenta de la Junta de Extremadura, con la Diputación Provincial de Cáceres, con las empresas propietarias «y así uno tras otro hasta que consigamos reunirnos con quien tiene el poder para parar el calendario nuclear».
«Ese poder solo lo tienen las empresas propietarias y el Gobierno. Un Gobierno que no conoce la casuística de cómo quedará nuestra zona. Un Gobierno que da la espalda a una comarca de más de 37.000 habitantes, sin importarle lo más mínimo lo que ocurrirá aquí», enfatizó.
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De ahí el llamamiento que hacía, para terminar, a los representantes políticos de Extremadura. «Dejaos de enfrentamientos y haced lo que hemos hecho los representantes de los ayuntamientos de la comarca. Uníos y levantad la voz ante el Gobierno y hacedle ver que necesitamos esta industria en el Campo Arañuelo. Sé que en la Asamblea estáis todos a favor, demostrarlo ante el Gobierno. Vamos a unirnos y ser valientes para devolver el favor a la industria que nos ha dado tanto. Nuestra CNA».
De los doce pueblos de la Zona 1, la más próxima a la planta, seis tienen Gobierno municipal del PSOE (Almaraz, Higuera de Albalat, Toril, Mesas de Ibor, Casas de Miravete y Romangordo); tres de Levanta (Belvís de Monroy, Saucedilla y Serrejón); dos del PP (Millanes y Valdecañas de Tajo) y un independiente (Casatejada).
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