La estación de ferrocarril de Plasencia vivió su momento álgido durante la Guerra Civil, cuando por sus vías llegaron a circular 26 trenes diarios. En ... 1985, antes de que se cerrara la Vía de la Plata ferroviaria, aún se detenían cada día en Plasencia ocho convoyes. Hoy, 40 años después, de la estación de Plasencia llegan y parten cada día 8 trenes y cuatro autobuses que enlazan en la estación de Monfragüe con los Alvia que van y vienen a Madrid.
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En resumen, los andenes de Plasencia tienen el mismo movimiento que hace 40 años: ocho trenes y ninguno de ellos es de altas prestaciones y comodidades, ninguno es Alvia. Por este motivo, el Movimiento Ciudadano MSU-Norte de Extremadura viene reclamando desde hace meses que el tercer Alvia prometido para Extremadura entre en Plasencia y como no está claro que esto vaya a suceder, han convocado una manifestación para el día 13 de marzo a las 19 horas frente a la estación de ADIF en Plasencia.
La historia justifica el escepticismo de los placentinos. Cuando se planificó el trazado de la nueva vía entre Madrid y Lisboa por la provincia de Cáceres, se tuvieron en cuenta las distancias y se concluyó que debía ir por Coria y Zarza la Mayor (unos 600 kms), antes que por Badajoz (800) o Valencia de Alcántara (683).
Pero el tren extremeño del siglo XIX fue trazado por los influencers de la época, o sea, políticos y empresarios poderosos como el ministro de Fomento pacense Francisco Luján, que impulsó la unión ferroviaria de España y Portugal por Badajoz, el influyente político Segismundo Moret, que aceleró la conexión Madrid-Lisboa por Valencia de Alcántara, con un ramal hasta sus minas de Cáceres, o el ingeniero industrial, representante español en la Comisión Internacional del Canal de Suez, vicepresidente del Senado, director de Obras Públicas, autor de la Ley de Ferrocarriles y presidente durante 30 años de la principal compañía ferroviaria española, la MZA, Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante, Cipriano Segundo Montesino, natural de Valencia de Alcántara, que, en 1874, envió al ministro de Fomento una carta de seis folios donde 'demostraba' que el mejor trazado entre Palazuelo Empalme (hoy Monfragüe) y Lisboa, pasaba por Valencia de Alcántara dejando a un lado Cáceres y Plasencia.
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Este trazado fue el que se aprobó, con un ramal a las minas de Moret en Cáceres. Con el tiempo, en 1963, se cambió para que la línea pasara directamente por Cáceres sin el rodeo por Arroyo-Malpartida, pero Plasencia permaneció aislada de la conexión directa con Madrid, así sigue y nunca ha habido una protesta fuerte y organizada hasta esta manifestación del día 13.
Que los Alvia a Madrid entren en Plasencia puede parecernos una pérdida de tiempo al resto de viajeros extremeños. Pero entonces, ¿por qué entran en Mérida? Dar un rodeo por Mérida significa retrasar tanto el viaje entre Cáceres y Badajoz como entrar en Plasencia y el mismo derecho tienen a buena conexión ferroviaria los viajeros extremeños de Mérida que los 220.000 viajeros extremeños del norte de Extremadura. Al igual que Monfragüe es empalme hacia Plasencia, Aljucén podría serlo hacia Mérida, Don Benito y Zafra.
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No somos tan estúpidos como para pedir que el tren no pare en Mérida, pero la misma estupidez se comete aislando Plasencia. Y quienes no se solidarizan con Plasencia por egoísmo, que se preparen para las batallas del futuro, cuando haya trenes AVE directos Madrid-Lisboa sin paradas o con una sola parada en la frontera. Pero como diría Jack, vayamos por partes. Ahora toca la parte de Plasencia y luego vendrán las demás.
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