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Rodríguez Osuna. HOY
Antonio Rodríguez Osuna, un alcalde liberado

Antonio Rodríguez Osuna, un alcalde liberado

Domingo, 14 de junio 2020, 08:55

La imagen en Mérida hace poco más de un año era la de un Antonio Rodríguez Osuna pletórico, puño en alto, mandíbula apretada y mirada fija en los afiliados que se habían reunido en la Casa del Pueblo para la fiesta electoral. Ya sabía que gobernaría Mérida con mayoría absoluta. Se había quitado de encima las negociaciones con Podemos y Álvaro Vázquez, de IU, para sacar adelante el presupuesto y la iniciativa de gobierno.

Los 365 días de un alcalde liberado han redibujado a un político con más empuje que en la anterior legislatura, probablemente también por la experiencia acumulada. No hay más que ver cómo dirige los plenos.

Dibujó un equipo de gobierno con concejales de perfil bajo, que se dedican a sacar el trabajo diario adelante, el menos vistoso, sin hacerle sombra política. Mientras tanto, él se ha apuntado en su agenda los temas más vistosos y mediáticos para la ciudad: la compra del antiguo convento de las Concepcionistas, el comienzo de las obras del cine María Luisa o el desdoblamiento de la carretera del Prado, por ejemplo.

Luego llegó el coronavirus y de momento ha superado con buena nota el desafío de gobernar una ciudad como Mérida durante la crisis sanitaria. Desde el principio anunció exenciones fiscales para comerciantes, hosteleros y empresas concesionarias, y fue de los primeros en dotar de material protector a la Policía Local y trabajadores municipales.

El verano y el próximo otoño determinarán si su liderazgo se refuerza o nota, por el contrario, las duras consecuencias que va a dejar desde el punto vista social y económico la Covid-19. A su favor cuenta que apenas ha tenido desgaste desde la oposición, que parece no encontrar una rendija en la mayoría absoluta.

Una ciudad como Mérida requiere de agilidad administrativa, pero también de política para atraer de nuevo al turismo, base importante de su economía. Fue la primera voz, por ejemplo, que se hizo oír para reclamar que el Festival de Mérida se mantuviera, pese a las restricciones de aforo y otras limitaciones.

Y todo eso, sin dejar en la cuneta a las familias vulnerables. Durante la crisis sanitaria ha aprobado el presupuesto municipal, el primero que lleva la firma más auténtica de Osuna. Se ha comprometido a no cobrar hasta 2021 la tasa de veladores y facilitar bonos de consumo a las familias para fomentar el comercio local. El tono práctico de estas medidas es una de las marcas de la casa.

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