Cornalvo debe crecer. Es la opinión de Fondenex (Fondo para la defensa del patrimonio natural y cultural de Extremadura), que defiende ampliar los límites de ... este parque natural que abarca 11.600 hectáreas en el centro del mapa regional, entre el río Guadiana y el límite entre las dos provincias.
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En concreto, debe crecer por su vertiente norte, tomando terrenos de Alcuéscar y Montánchez, y también por el este, a través del Prado de Lácara (Mérida). «Solo dificultades administrativas impidieron que estos parajes se incluyeran en el parque en el año 1988, pero son una continuidad geográfica del mismo que no se puede ignorar», sostiene la asociación conservacionista fundada recientemente y cuya junta directiva incluye a varios antiguos responsables de Adenex (Asociación para la defensa de la naturaleza y los recursos de Extremadura, un referente en la historia regional del conservacionismo). En la actualidad, el parque se extiende por cinco términos municipales: Mérida, San Pedro de Mérida, Aljucén, Mirandilla y Guareña.
Cornalvo –que debe escribir con b según Francisco R. Blanco, presidente de Fondenex y autor de 'Cornalbo: Guía del parque y su comarca'– fue declarado ZEPA (Zona de Especial Protección de Aves) en el año 1991, y Parque Natural en 1993, si bien esta última fue anulada una década después por una sentencia del Tribunal Supremo. En 2004, la Junta corrigió el decreto ilegal de 1993 y lo declaró Parque Natural conforme a ley.
En la exposición de motivos de esa declaración que el próximo año cumplirá dos décadas se define a Cornalvo como «el vértice de un amplio corredor natural que atraviesa la región, extendiéndose por el oeste a lo largo de la Sierra de San Pedro y sus estribaciones, y continuando por el este a través de la Sierra de Montánchez y el macizo de Villuercas». «El hábitat más representativo lo constituyen las dehesas de encinar y alcornocal», añade la declaración de este parque natural que según Fondenex, sufre «una gestión que ha sido siempre deficiente».
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«No se ha desarrollado nunca un plan de gestión acorde con sus valores naturales y culturales, ni se han habilitado las ayudas que existen para los propietarios de los terrenos», opina el colectivo conservacionista. «Quienes lo conocieron a finales de la década de los setenta del siglo XX, hoy lo ven exactamente igual o incluso peor, salvo las construcciones de la presa de Las Muelas, que fueron rehabilitadas pero que actualmente están en un estado lamentable, al igual que el centro de interpretación».
«¿Y qué decir –continúa la asociación– del valle del Borbollón, uno de los yacimientos romanos de agua que abastecían a Mérida, con su maravilloso alcornocal con helechos como sotobosque, actualmente en lamentable estado?».
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Fondenex denuncia también «la señalización vergonzosa y la escasez de vigilancia» del espacio protegido, donde «cualquiera puede hacer lo que quiera».
Por ello, asegura haber solicitado a la Junta de Extremadura «la inmediata destitución de don Ángel Sánchez y el nombramiento de un director competente. «¿Cómo se puede ser director del segundo espacio natural protegido de Extremadura y no serlo a tiempo completo», se pregunta el colectivo. «¿Se lo impiden –añade– las declaraciones de impacto ambiental que hace de esos grandes parques solares que están arrasando algunos de nuestros parajes más valiosos?».
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