![Aumenta la cifra de pacientes que se presenta sin cita en su médico de cabecera](https://s2.ppllstatics.com/hoy/www/multimedia/202301/20/media/cortadas/centosaludsanfernando-RuJFa76AiztUf7f7LMRqUAJ-1248x770@Hoy.jpg)
![Aumenta la cifra de pacientes que se presenta sin cita en su médico de cabecera](https://s2.ppllstatics.com/hoy/www/multimedia/202301/20/media/cortadas/centosaludsanfernando-RuJFa76AiztUf7f7LMRqUAJ-1248x770@Hoy.jpg)
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El paciente tiene una tos fuera de lo normal, se angustia, pide cita a su médico de cabecera y se la conceden para dentro de doce días. No cree que pueda esperar tanto. Se va a Urgencias y en el triaje previo le dicen que ... su patología no es urgente. Vuelve a su casa, no mejora y al día siguiente se presenta en el centro de salud para que su médico lo atienda sin cita y este le recete las medicinas apropiadas.
El Servicio Extremeño de Salud (SES) no tiene datos sobre cuántos pacientes se presentan sin 'reserva' para que lo vea su médico de cabecera, pero está ocurriendo cada vez con más frecuencia. Lo confirman en los colegios profesionales de médicos de Cáceres y Badajoz sus vocales de atención primaria, preocupados por una presión asistencial que dificulta su trabajo y los tiene agotados.
«En mi consulta de Cuacos de Yuste atiendo entre 35 y 40 pacientes al día, de los cuales unos cinco son sin cita. Al final los acabas viendo por si es una urgencia real, y si no lo es les digo que les hago un hueco al final de la mañana. Unos vuelven y otros no, o se presentan por la tarde (...). Y luego a las tres de la tarde entro de guardia en el PAC (de Jaraíz de la Vera) y ya hay entre tres y seis esperando, los cuales acabas tratando porque su médico no está o son personas que me dicen que no han pedido cita porque por la mañana están trabajando y no pueden», relataba esta semana Ignacio Araújo, vocal de atención Primaria del Colegio de Médicos de Cáceres.
Las patologías estacionales por infecciones víricas respiratorias como catarros, gripe o bronquitis en estas fechas están desatando en la actualidad una tormenta perfecta en centros de salud con plantillas mermadas, sobre todo durante las vacaciones y festivos.
Juan José Torres lleva la Atención Primaria en el Colegio de Badajoz y confirma cómo se ha disparado la presión sobre estas consultas en los últimos meses. La suya está en una ciudad, en el centro de salud Ciudad Jardín de Badajoz. Según describe, «ahora mismo el sistema tiene las costuras rotas» y lo achaca a un real decreto de 2010 que estableció cómo se debían reponer las jubilaciones, un mecanismo hoy que no atiende las necesidades reales.
«Tenemos unas agendas que se llenan y cuando llega la gente no hay cita, así que por la tarde se prolonga la jornada con las Urgencias (...). Por un lado hay centros de salud funcionando con la mitad de su plantilla y no dan abasto, y por otro pacientes que se encuentran mal, pero no tienen cita, así que viene mucha gente a consulta sin hora por la mañana, bien con fiebre o porque necesitan la baja, así que empiezas el día con 35 pacientes en la agenda, pero al final has visto a más de cuarenta, tanto por esto como por otro tipo de contingencias, como avisos a domicilio. Al final, se distorsionan unas agendas que están hechas para poder atender prestando más atención al paciente, pero la realidad es distinta».
Paloma Guillén es vocal de Atención Primaria rural del Colegio de Médicos de Badajoz. Antes no era así, pero cree que el nivel de presión en los pueblos empieza a equipararse al de las ciudades. Según dice, a algunos de sus pacientes les dan cita para dentro de diez días, «por eso no es de extrañar que vayan directamente a Urgencias, tanto de Atención Primaria como de los Hospitales porque cuando estás enfermo no puedes esperar más de una semana para que te atiendan», señala esta médico que trabaja en el centro de salud de Oliva de la Frontera (5.195 habitantes).
El doctor Torres lleva 33 años ejerciendo la medicina y la situación que están atravesando él la describe no como medicina de familia sino como algo parecido a «atender al aluvión» por culpa de unas plantillas escasas. «Esto lo que deriva es en que hagamos una atención ambulatoria, no atención primaria, ya que cada uno saca el día como puede y no da tiempo a formarse, a hacer sesiones clínicas o una medicina preventiva en condiciones sino que nos dedicamos a atender el aluvión».
Dr. Ignacio Araújo
Atención Primaria (Col. Cáceres)
Según expone, en su centro de salud de Badajoz son diez personas. «Si todos estamos trabajando la consulta es manejable, pero hoy por ejemplo faltan tres y hay días en que faltan cuatro». En estas circunstancias dice entender al paciente que cogió cita, se la dieron para dentro de diez días y luego no se presentó porque ya no estaba malo, porque lo han atendido por Urgencias o porque se ha sacado una póliza privada, donde le han dicho compañeros que incluso en estas clínicas ha empezado a aumentar la lista de espera debido a pacientes que abandonan la sanidad pública.
Dra. Paloma guillén
Atención Primaria rural
Razones para que la primera puerta sanitaria a la que llama el ciudadano no resista la presión hay muchas. Torres apunta también lo que él llama «hiperfrecuentación» de la Atención Primaria, la cual se debe a que el segundo escalón, el de la atención especializada, no fluye como debiera pues hay listas de espera de meses e incluso de años. «Si pasa el tiempo y esa rodilla duele, ¿a quién acude mientras el paciente? A su médico de cabecera», pone como ejemplo el vocal de Atención Primaria Urbana del Colegio Profesional de Médicos de Badajoz, que lleva siete años trabajando en esta ciudad, si bien antes dedicó 26 años a la medicina en el ámbito rural, donde afirma que los cupos eran manejables.
Sin embargo, incluso en las poblaciones más pequeñas la situación también se ha deteriorado en una comunidad como Extremadura. Lo advierten tanto desde la vocalía de Atención Primaria Rural del mismo colegio profesional, como en este mismo departamento en la provincia de Cáceres.
Ignacio Araújo, que trabaja en el centro de salud de Cuacos de Yuste y hace guardias en el Punto de Atención Continuada (PAC) de Jaraíz de la Vera, da unas cifras recientes y reveladoras de la situación actual. En este último pueblo (6.400 habitantes), a partir de las tres de la tarde, el pasado 23 de diciembre atendieron a 154 personas, el 24 vieron a 191 y el 25, día de Navidad, pasaron 111 pacientes, todos ellos atendidos entre dos personas. «Fue horroroso, agotador, y eso teniendo consulta al día siguiente», resume como experiencia profesional este médico que es vocal de Atención Primaria en el Colegio de Médicos de Cáceres.
Dr. Juan José Torres
Atención Primaria (Col. Badajoz)
Los datos los ofrece para ilustrar que en el entorno rural la atención primaria ya está desbordada casi al mismo nivel que en las ciudades. «A la gente le dan cita para dentro de una semana, pero si se trata de una gripe entonces ya no necesita cita», repite.
La otra vía para ser examinado por un médico es las Urgencias, que en fechas como las navidades reciben a muchos desplazados, como estudiantes o emigrantes que retornan en vacaciones y que no tienen médico asignado en la región.
«En Atención Primaria las urgencias se han doblado últimamente, sobre todo en centros de salud grandes como en Plasencia, Jaraíz o Montehermoso y también en los PAC, aunque no sean urgencias reales lo que se atiende». Además, prosigue Araújo, «un porcentaje nada despreciable es de gente que en vez de ir al centro de salud va a Urgencias del hospital, allí los descartan y se van a Urgencias del centro de salud (...). Las últimas guardias han sido agotadoras porque empiezas a ver pacientes y la lista no se acaba. Son las once de la noche, no has cenado y sigue habiendo cinco o seis fuera en la cola. Al final ves a unos setenta pacientes, pero lo curioso es que son casi todas urgencias banales y a lo mejor entra solo una que es grave».
Pese a lo que describe, el Servicio Extremeño de Salud no ha registrado un aumento de las Urgencias durante las pasadas navidades (entre el 20 de diciembre y el 10 de enero) respecto al año anterior, cuando sí se dio un pico de pacientes que fueron atendidos por esta vía de entrada al sistema. Si en 2019 fueron en torno a 120.000 personas, justo el primer invierno después de desatarse la pandemia la cifra bajó a 93.000, al año siguiente se disparó a 163.000 y en este 2022/23 la cifra ha bajado a 110.000.
No obstante, según Araújo, la situación a estas alturas de 2023 es susceptible de empeorar pues aún no ha llegado el frío de verdad que desencadena las patologías estacionales. En este escenario próximo, avisa, otro problema es la falta de pediatras.
«En nuestro caso hemos estado seis meses solo con un pediatra y cuando se va de vacaciones a los niños los tenemos que ver los médicos de atención primaria, que con los casos de bronquiolitis recientes hemos estado desbordados».
Según la doctora Guillén, con consulta de atención primaria en Oliva de la Frontera, «en esta época del año hay mayor demanda, así que en vez de 30 pacientes nos vamos a 50 ó 60 y esto termina afectando a los de la tarde, que no funcionan con cita (el PAC) si no que es para urgencias. Sabemos que en estos meses de se dan picos, pero aún así ha aumentado mucho la tarea por la demora de días que está habiendo hasta que el médico de cabecera te atiende. Y lo que pasa es que es imposible dar una atención de calidad cuando ves entre cincuenta y setenta pacientes. Los cupos son muy numerosos y los médicos están muy cansados porque las plantillas no suelen estar nunca al cien por cien», afirma esta doctora, que acabó la especialidad de médico de familia comunitaria en 2014.
Por lo que describe tanto ella como sus compañeros, el doctor Araújo, facultativo con treinta años en la profesión, afirma sin dudarlo que es el peor momento profesional que está viviendo. «Vas al 150%, pero el usuario va a lo suyo. Desde la pandemia nos hemos vuelto más egoístas y por eso está aumentando la tensión y se dan casos de denuncias y agresiones», lamenta este médico extremeño perteneciente a la directiva del Colegio Profesional de Cáceres.
En fechas navideñas (entre el 20 de diciembre y el 10 de de enero) el Servicio Extremeño de Salud ha registrado 110.605 ingresos por urgencias en todos los PAC de sus ocho áreas de salud. Esta cifra es menor en un 32% a la de las navidades pasadas, cuando la cifra se disparó a 163.735, una subida del 43% respecto a las navidades anteriores, que fueron las primeras del año en que se desató la pandemia, cuando las Urgencias no hospitalarias (centros de salud y Puntos de Atención Continuada) registraron 93.043 atenciones. Un año antes, en las navidades de 2019/2020 los pacientes atendidos fueron 120.136.
Por áreas de salud, la de Badajoz es la que más pacientes atiende en Urgencias. Estas navidades ingresaron por esta vía 28.588 personas en los 31 días señalados, que son 19.214 menos que en las vacaciones navideñas de 2021/22. La de Mérida y Don Benito sonj las siguientes con más pacientes (25.283 y 25.070 respectivamente. En el primer caso esta temporada ha habido 6.228 pacientes menos, y el segundo 7.444 menos.
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