Poca broma con el avispón asiático. Lo saben bien en La Codosera (2.004 habitantes, 60 kilómetros al noroeste de Badajoz y famoso por sus piscinas naturales), cuyo Ayuntamiento publicó el pasado día 13 en sus redes sociales un cartel con fotos del insecto ... y un texto directo, claro y conciso informando de la detección de un nido de esta especie en la localidad. Destacado en rojo, el siguiente mensaje: 'Si tenéis la más mínima sospecha de la presencia de la misma en alguna zona, llamad al 112'.
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La voz de alarma la había dado dos días antes, el lunes 11, un hombre que acostumbra a llevar sus cabras a una parcela del casco urbano en la que hay un olivo rodeado de hierba. En torno al terreno se distribuyen varias viviendas, cuyos vecinos han podido estar expuestos a la picadura seguramente sin saberlo. Mientras el ganado ovino gozaba del apetitoso terreno, el hombre advirtió que en el árbol había un nido de un tamaño fuera de lo común.
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Antonio J. Armero
«Podía tener un metro de alto y entre treinta y cincuenta centímetros de ancho», detalla Juan Manuel Gómez, alcalde por el PP. «Rápidamente -relata-, activamos el protocolo y avisamos a los agentes del Medio Natural y a Tragsa, que a los dos días vino a retirar el nido, que afortunadamente ya no tenía avispas». «El técnico que vino -amplía el regidor- nos comentó que posiblemente, ahí habían podido criar entre ochenta y cien reinas que se habrán distribuido por distintos sitios de esta zona, que es muy propicia para la avispa asiática».
Y la hemeroteca apoya su apreciación. En enero del año pasado, un equipo especializado del servicio de Bomberos de la Diputación de Badajoz y técnicos de la Junta de Extremadura tuvieron que acudir a la localidad para retirar un nido. Y en 2021 se eliminaron tres, localizados entre Valencia de Alcántara y La Codosera, «una zona más montañosa que adehesada, lo que ayuda a la expansión de esta especie», aporta Gómez, que deja claro que «hay que tomarse muy en serio a esta especie, porque no es cualquier cosa».
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Tal como él destaca, el avispón asiático ('Vespa velutina' es su nombre científico), también llamado avispa asiática e incluso avispa asesina, es «una de las cien especies exóticas invasoras más peligrosas del mundo», según recoge la Orden de 29 de abril de 2021 por la que la Junta de Extremadura aprueba el protocolo para su control y/o erradicación en la región. Que exista este documento ya deja claro que estamos ante un insecto que preocupa a las autoridades.
Distinguirlo de la avispa común no es fácil, aunque hay dos características que ayudan a identificarlo: su cuerpo en general es más oscuro y la punta de sus patas es amarilla. En su cartel informativo publicado en redes sociales, el Ayuntamiento de La Codosera explica que «su aguijón es más largo y su veneno más potente que el de otras avispas».
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«El avispón asiático -define el protocolo del Gobierno regional- no es un animal más agresivo para las personas que otros insectos himenópteros, no prestan ninguna atención a las personas ni a los animales y se muestran completamente indiferentes. A más de 5 metros de distancia del nido no suele haber peligro. Ahora bien, reacciona de forma muy agresiva cuando ve amenazado su nido. Los ataques deliberados suelen ocurrir normalmente tras una perturbación previa del nido: ante una amenaza o vibración a menos de cinco metros del mismo se desencadena un ataque virulento y colectivo, pudiendo perseguir a su amenaza hasta 500 metros de distancia o cuando alguien alerta a las obreras del nido, por acercarse demasiado, por tocarlo, al cortar hierba, cortar ramas de un seto, al talar o podar un árbol con nido, etcétera». «Además -continúa-, puede haber picaduras accidentales cuando se toca o aplasta una avispa sin querer. Esto puede ocurrir al coger una pieza de fruta donde haya un avispón, al sentarse encima de la hierba, al tocarla cuando se encuentra posada en una rama de un seto, al chocar con una en vuelo. No obstante, ha habido casos de picaduras sin ningún aviso y sin provocación previa».
O sea, que si siente peligrar su nido, algo que puede ocurrir al acercarse a menos de cinco metros de él, este reacciona de forma colectiva, como un ejército animal, repeliendo en grupo la presunta agresión. De este modo, si hay un nido en un árbol y alguien se apoya en el tronco, se puede desencadenar un ataque del avispón asiático, que es además un gran enemigo de los apicultores, porque devora a las abejas melíferas, además de a otros polinizadores. Precisamente se han instalado en árboles de La Codosera «entre diez y veinte trampas». Consisten en una botella que contiene un cebo líquido que atrae al insecto, que una vez dentro ya no puede salir del recipiente.
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La 'velutina' dio la cara en Extremadura en el año 2016, cuando se detectaron ejemplares aislados en la zona fronteriza con Portugal. Y tres años después se localizaron los dos primeros nidos, en el término municipal de Cedillo, en concreto a la orilla del río Sever. Las labores de vigilancia, detección y eliminación de nidos y ejemplares se han reforzado en los últimos años, en particular tras la aprobación del citado protocolo en 2021. En mayo del año 2022, la Junta informó de que esos trabajos habían permitido capturar 136 ejemplares de esta especie que ha puesto en alerta a La Codosera, donde el Consistorio ha repartido folletos informativos y donde próximamente darán una charla especialistas en la materia. El objetivo, explica el alcalde, es «concienciar a los vecinos de que el avispón asiático es un problema».
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