El Banco de Leche Materna de Extremadura necesita donaciones

Hacen falta donaciones. El Banco de Leche Materna está agotando las reservas que utiliza para alimentar a los recién nacidos de alto riesgo. «Principalmente a los grandes prematuros, que son aquellos bebés que nacen con menos de 32 semanas de embarazo y menos de 1,5 kilos de peso», explica María Jesús García, jefa de servicio de Pediatría en el Hospital de Cáceres.

En las últimas dos semanas han aumentado las necesidades de leche de las donaciones. «En diez días han nacido muchos bebés prematuros en Cáceres», añade García como uno de los motivos que están reduciendo las reservas de leche materna.

Estos recién nacidos, al ser tan pequeños, necesitan muy poca leche. Ni siquiera pueden mamar y reciben el alimento a través de una sonda nasogástrica. A la vez que van creciendo y ganando peso y sus madres comienzan a tener leche ya no necesitan hacer uso de la que llega al Banco de Leche a través de las donaciones.

Por el momento quedan existencias, pero la situación comienza a ser preocupante. Las donantes puede ser cualquier madre lactante, pero se prioriza a aquellas que tienen niños menores de seis meses. «Esto se debe a que la leche de las madres está adaptada a la edad de su hijo, por lo que no tiene las mismas propiedades al principio de la lactancia que al final», detalla la jefa de servicio de Pediatría.

Actualmente, las donantes no tienen que desplazarse a entregar la leche a ningún hospital, como sí sucedía hasta hace un par de años. El proceso se ha simplificado mucho. «Se les recoge en sus domicilios, porque se ha integrado en la red del Banco de Sangre», añade García.

Las mujeres que quieran donar leche materna se pueden poner en contacto con el Banco de Leche a través de su pediatra, de su matrona o del número de teléfono 924 314 688. Se les entregan unos biberones y reciben una serie de recomendaciones. «Nada complicado; deben hacer prácticamente lo mismo que cuando se sacan leche para sus hijos», indica García.

Simplemente deben congelar la leche y esperar a que los responsables del Servicio Extremeño de Salud (SES) pasen a recogerla. En un congelador doméstico esa leche puede durar meses sin perder su utilidad. «Las madres que tengan leche congelada pueden donarla», afirman la jefa de servicio de Pediatría, que añade que casi la totalidad de las mujeres pueden ser donantes.

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