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LA POZA. Hay poco espacio para las toallas, pero el baño merece la pena.

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LA POZA. Hay poco espacio para las toallas, pero el baño merece la pena. DAVID PALMA

Un baño bajo una cascada de 70 metros

Rincones con encanto ·

El chorrituelo. Tras media hora de caminata oliendo a jara y oyendo el río, el chapuzón a los pies del chorro de agua más famoso de Las Hurdes es una experiencia para recordar

Domingo, 2 de agosto 2020, 08:36

Da cierto reparo romperle la paz a la pareja de veinteañeros que disfruta en soledad del Chorrituelo Bun día laborable a las seis de la tarde. A los pies de esta cascada de setenta metros, todo se relativiza. El móvil no tiene cobertura, pero no importa.

El agua de la botella está ya caliente por la caminata, pero da igual. La de bañarse está fría porque hace ya un rato que no le da el sol, pero es lo mismo. El camino ha tenido algunas cuestas, pero no pasa nada. Cuánto más duro tuvo que ser todo para quienes construyeron el sendero que atraviesa esta montaña de Las Hurdes, la comarca diferente, la que inaugura la serie de reportajes que los viernes, sábados y domingos de este mes presentará 'Rincones con encanto' –así se llama la sección– de las dos provincias extremeñas.

El lugar es atractivo desde el nombre. El chorrituelo de Ovejuela. Pronunciado suena alegre, y leído genera curiosidad. En el pueblo le dicen El chorrito. Y también hay quien le llama El chorritero. Lo hace, por ejemplo, Google Maps, a quien es mejor no hacer caso en este viaje. El navegador manda al turista a Robledillo de Gata, y dice que los últimos tres kilómetros hay que hacerlos andando. No cuenta que serían tres kilómetros si el camino por el campo fuera en línea recta, y que como ni mucho menos lo es, resultan ser más del doble. El GPS tampoco cuenta que antes de ponerse a caminar hay que hacer un tramo por una pista forestal para todoterrenos con poderío.

Para ir al Chorrituelo hay que dirigirse a Ovejuela (79 habitantes), una alquería de Pinofranqueado a la que se llega tras recorrer once kilómetros por una carretera sinuosa, bien asfaltada aunque sin marcas que separen los dos carriles. Esa vía parte de la EX-204 y solo llega hasta Ovejuela. No hay otros pueblos en ella.

La piscina natural está a la salida del pueblo, en el inicio de la ruta a la cascada. DAVID PALMA

Una vez en el municipio, se puede aparcar en la plaza, y ahí mismo ya aparecen los carteles indicativos del Chorrituelo, al que se llega tras media hora andando. El sendero tiene tramos en los que se pisa pizarra, el material característico de la comarca, el que aún pervive en algunos ejemplos de arquitectura típica. Huele a jara y suena el río durante todo el camino, que a ratos se empina y que resulta aconsejable hacer con calzado específico para caminar por montaña. En verano, según la hora, la temperatura y la condición física, puede hacerse duro.

Hay cuatro puentes. A partir del segundo, el camino se acerca al río. DAVID PALMA

Al poco de salir del pueblo aparece su piscina natural. A partir de ahí, el sendero va remontando el cauce del río Ovejuela, con sus piedras pulidas por el roce con el agua. La ruta está bien señalizada y resulta entretenida. Y al terminarla, el baño a los pies de una cascada de setenta metros quedará para el recuerdo.

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