La base General Menacho confina a treinta soldados tras detectar dos positivos

La Brigada Extremadura XI tiene la mayoría de efectivos en la Base General Menacho de Badajoz, pero una minoría, perteneciente al Regimiento de Infantería 'Tercio Viejo de Sicilia', tiene su base en el cuartel de Loyola, en San Sebastián. Hace dos semanas se desplazaron desde el País Vasco a Badajoz para realizar maniobras y treinta miembros del regimiento tuvieron que ser confinados en el cuartel pacense al detectarse varios positivos.

Otro medio centenar debió hacerlo en sus domicilios, adonde se trasladaron previo regreso a Loyola.

Según soldados contactados por 'El Diario Vasco', la cifra de positivos fue de ocho. Según la Delegación del Gobierno en Extremadura los infectados por coronavirus han sido dos. La Base General Menacho no aporta información alguna.

La Delegación del Gobierno sí confirma no obstante la cuarentena de treinta militares llegados desde el País Vasco, los cuales ya se han marchado después de dar negativo en dos PCR realizadas. Por su parte, el Servicio Extremeño de Salud indicó ayer que los militares tienen su propio protocolo para casos de covid. Hay que recordar que en la base General Menacho trabajan más de 3.000 militares, pero apenas 500 viven allí. El resto se desplaza diariamente a su lugar de residencia, principalmente Badajoz.

La cadena de contagio se inició el sábado 26 de septiembre. Ese día, y pese a que «el teniente médico del cuartel recomendó no llevar a cabo las maniobras por el poco control sanitario que se podía tener», partió de Loyola un convoy de 24 vehículos con 48 personas, según afirman militares contactados por El Diario Vasco. El domingo 27, otra treintena de militares viajó de San Sebastián a Bótoa en un autocar de la empresa Alsa.

«No se están cumpliendo los protocolos sanitarios», abundaron a este periódico soldados que participaron en las maniobras nada más conocerse los positivos y los obligados confinamientos.

Los militares consideran que «todos éramos contacto directo», porque durante las maniobras realizaban la instrucción «sin mascarilla y sin distancia de seguridad». Convivían en tiendas de campaña y las comidas las realizaban «en mesas de seis a ocho personas», que debían beber a morro «de la misma botella de Coca-Cola porque no teníamos ni vasos ni tampoco nos daban agua». Según aseguran, al acabar de comer y cenar las botellas medio vacías «se rellenaban para reutilizarlas en la siguiente vez».

La Delegación del Gobierno indicó ayer a este diario que los soldados desplazados desde el País Vasco no se mezclaron con las personas que trabajan habitualmente en el cuartel.

El jueves día 1, siempre según el relato de los soldados, el convoy de 24 vehículos y con medio centenar de personas emprendió el regreso a San Sebastián. En Badajoz se quedó la treintena restante, que durmió en habitaciones de tres en tres, salvo los dos contagiados, que estuvieron aislados.

Al día siguiente fue anulado el viaje de regreso en autobús a San Sebastián, por lo que los 32 soldados y mandos del Tercio Viejo de Sicilia permanecieron en Badajoz. Todos se sometieron el sábado pasado a pruebas PCR, que registraron cuatro nuevos casos positivos. Los cuatro habían dormido en habitaciones diferentes junto a otros dos compañeros, por lo que «el número de contagios se podía haber disparado», aunque de momento solo ha habido dos más, según el relato de los soldados. HOY ha pedido contrastarlo con los responsables de la base, que no han respondido.