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Los bomberos extremeños se retiran este viernes de Valencia. Su tarea ha concluido y hay que dejar paso a otros trabajos en las zonas afectadas ... por las riadas que tienen que ver con maquinaria pesada. Los bomberos, 80 en total que se presentaron voluntarios y fueron elegidos en cada parque, han trabajado principalmente en Catarroja y por relevos.
Hoy regresan los últimos efectivos a Extremadura tras haber revisado en quince días decenas de coches semisumergidos por si quedara alguien dentro, achicar litros y litros de aguas sucias, desatascar imbornales, retirar toneladas de lodo, abrir persianas y puertas atascadas y atender infinidad de pequeñas valiosas ayudas que iban surgiendo entre los vecinos afectados por la DANA de finales de octubre. Los sucesivos reemplazos se han alojado en el Hotel Casa Quiquet de Beniparrel, población justo al lado de Catarroja, separada por el tristemente famoso barranco del Poyo.
La gota fría ocurrió el martes 29 de octubre y los primeros bomberos extremeños llegaron el jueves 31, por lo que han sido 15 días seguidos ayudando para empezar a devolver la normalidad a esta población valenciana.
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El primer convoy desplazado, perteneciente a la Diputación de Badajoz, se encontró el peor escenario. Rai Ortega, del parque de Almendralejo, estaba en aquel grupo. «Aquello era un caos, una locura, nos encontramos un ejército de zombis. Teníamos un plan para empezar a trabajar, pero tuvimos que cambiarlo porque desde los primeros pisos las personas mayores nos pedían comida porque no podían desplazarse por esas calles. Nos esperábamos lo peor, pero no esto». Lo siguiente que hicieron, prosigue, fue revisar una manzana entera portal por portal. «Preguntábamos si estaban todos porque si faltaba alguien en el piso podía estar en el garaje ahogado», explica Ortega.
Aquella expedición la compusieron trece efectivos de la Diputación de Badajoz: tres del parque de Mérida, uno del parque de Almendralejo, tres del de Don Benito-Villanueva, uno de Herrera del Duque, otro de Llerena, otro de Villafranca de los Barros, otro de Zafra y dos de Puebla. Regresaron el domingo 3 de noviembre. Y a continuación se han ido dando el relevo en actuaciones de tres días prácticamente sin descanso en la misma zona, en Catarroja, donde también han trabajado los bomberos de la Diputación de Cáceres y del Ayuntamiento de Badajoz.
Ese segundo reemplazo, de tres instituciones extremeñas diferentes dejó una foto para la historia en el Palacio de Congresos de Mérida el 3 de noviembre antes de partir hacia la misma misión, algo que no había ocurrido antes. Aunque habían pasado cinco días desde la avenida, quedaba muchísimo por hacer. «Nada más llegar a Valencia era de noche y empezamos a trabajar. Todavía había que ir saltando por encima de los coches para llegar a los portales», recuerda José Motera, bombero del Ayuntamiento de Badajoz que llegó en esa segunda tanda y ha bajado a garajes en los que el agua aún le llegaba al pecho.
Los bomberos tienen un papel destacado en todas las catástrofes. Solo de Extremadura han acudido a la zona cero de Valencia 80 bomberos profesionales en total (sin contar los voluntarios o los forestales del Infoex, que rondarían los 200).
De esos 80, 38 han sido de la Diputación de Badajoz (Consorcio de Prevención y Extinción de Incendios-CPEI Badajoz) en cinco viajes; desde la Diputación de Cáceres (Servicios Especiales de Prevención y Extinción de Incendios Sepei Cáceres) han realizado tres relevos de seis personas cada cinco días (contando el desplazamiento), es decir 18 bomberos; mientras que el Ayuntamiento pacense ha aportado tres reemplazos de ocho bomberos cada uno, 24 personas en total. Todos han actuado en Catarroja, donde la DANA se empleó con una violencia que arrasó todas las calles de este municipio y se llevó 25 vidas, indicaba este jueves el último dato actualizado.
Según explican desde la Diputación de Badajoz, una vez allí se han organizado en turnos de trabajo mediante relevos entre los bomberos del CPEI-Badajoz, los de Sepei Cáceres y el Ayuntamiento de Badajoz para realizar labores de forma constante y dosificándose entre los tres servicios.
Para coordinarse con las decenas de bomberos llegados a Catarroja desde varios puntos de España, un responsable de la dotación asistía a diario a las reuniones del puesto de mando que se montó en el Colegio Jaume I de Catarroja. Eran a las 8.30, y a las 18.30 horas se daban las novedades a la vez que se recibían instrucciones operativas y logísticas. Todos los grupos han sido abastecidos con avituallamiento gestionado por parte de Cruz Roja para que pudieran ser autosuficientes en la zona afectada.
Como ha ido contando este diario, sus tareas han ido variando desde el primer día, cuando estaban concentrados en tareas de rescate de personas o cadáveres, para pasar después a achicar agua y retirar barro, hasta este viernes en que empiezan a volver los bomberos extremeños de la zona para descansar y reincorporarse a sus parques. Todos los efectivos con los que habló HOY sobre el terreno coinciden en que jamás habían visto nada igual.
En cuanto a medios materiales, estos se han enfocado al achique de agua. El despliegue tampoco ha tenido precedentes y se ha tenido que organizar tratando de no dejar desasistidos los parques de la región. La misma idea se ha aplicado con el personal, de ahí que se seleccionaran entre una y tres personas de cada parque.
«Se hizo un llamamiento de voluntarios en los siete parques (cacereños) y dijo que sí más de la mitad del servicio, pero no podían venir todos y ha habido gente que se ha quedado con las ganas», afirma Santiago Hernández, jefe de Sepei de Cáceres, que ha aportado una bomba rural pesada (BRP) y una unidad de carga más una furgoneta y 'pick up' como unidad de mando. Tres vehículos han estado allí todos los días y en el cuarto iban y venían.
En cuanto al CPEI de Badajoz, este consorcio ha aportado en el primer viaje cuatro unidades de transporte y carga y dos 'pick up' de rescate y ya en el siguiente relevo llevó hasta esta zona cero una bomba forestal pesada, otra 'pick up' de rescate y dos unidades de Transporte y Carga, además de un camión pluma del Área de Fomento de la Diputación de Badajoz que ha servido para retirar vehículos.
Por su parte, el Ayuntamiento de Badajoz ha llevado hasta Catarroja un camión autobomba y una 'pick up'.
Semejante intervención sin precedentes se fraguó en el seno de la Asociación de Consorcios y Servicios de Bomberos de España (Conbé), que existe desde 2006 y hasta entonces ha abordado cuestiones relacionadas con seguros, formación o reglamentos, entre otros asuntos.
Esta DANA en Valencia ha sido por tanto la primera vez que ha servido para coordinarse a nivel nacional ante una catástrofe. «La asociación no funciona para esto, pero la hemos aprovechado –explicó a HOY Santiago Hernández– porque sabíamos que hacerlo desde Valencia era un follón porque el consorcio valenciano estaba desbordado.
«Y luego nosotros en concreto, los extremeños, hemos aprovechando la avanzadilla del CPEI de Badajoz, que fueron los primeros en llegar porque teniendo allí gente ya teníamos una visión y ellos han servido de ventana para los más de veinte consorcios de bomberos que han ido después de toda España».
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