Estado de una vivienda calcinada en Badajoz a causa de un brasero en el invierno de 2015. :: HOY

Los bomberos recom iendan no usar braseros eléctricos o de picón por riesgo de incendio

En esta época aumentan los incendios en viviendas no originados en la cocina, de los que ya hubo cinco el pasado fin de semana

j.l.g.

Martes, 11 de diciembre 2018, 07:47

Al jefe de bomberos del Ayuntamiento de Badajoz, Basilio González Lara, no se le olvida el caso de aquella mujer mayor que vivía sola con su mascota y ésta pasó por debajo de la falda camilla, donde había un brasero eléctrico. Ese movimiento dejó el tejido demasiado cerca de la resistencia, que prendió la falda camilla. El salón salió ardiendo en cuestión de minutos.

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Ejemplos parecidos no es difícil encontrarlos cada vez que se quema una casa y se indaga un poco, como en aquel siniestro de febrero de 2015 en la barriada del Cerro de Reyes de Badajoz cuyo origen estuvo en el brasero eléctrico. Al invierno siguiente, en marzo de 2016, cinco vecinos de un bloque de pisos de Cáceres (entre las barriadas de la Mejostilla y Pinilla) resultaron heridos como consecuencia de un fuego provocado cuando una de las vecinas estaba sentada en la mesa camilla de su comedor con el brasero encendido al tiempo que usaba una manta eléctrica.

Pero no hay que irse tan lejos en el tiempo. El mes pasado en Torremejía (Badajoz) falleció un hombre de 83 años intoxicado por el humo que nubló su vivienda. Las primeras investigaciones apuntaron al brasero. En Manchita (Badajoz), una mujer de 65 años presentó quemaduras de segundo grado por culpa de su brasero de picón y tuvo que ser trasladada en un helicóptero sanitario hasta el hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres.

Aumentan las probabilidades de que este suceso se repita ahora que se aproxima el invierno. El pasado fin de semana en la región –con cuatro incendios en domicilios y dos mujeres intoxicadas– fue solo una muestra de lo que se avecina en los próximos meses si no se observan algunas medidas básicas de precaución. Según explica Basilio González, «a partir de estas fechas cuando aumentan los incendios en vivienda que no se originan en cocina. Lo que marca la diferencia fundamental en seguridad es el aparato de calefacción. Hay que erradicar los braseros de picón y también los eléctricos o aquellos que lleven resistencia y que se ponen bajo las mesas camilla. Lo ideal es sustituirlos por radiadores de aceite o los que hay de calor azul o cualquier otro fluido que no alcanza tanta temperatura», recomienda el jefe de los bomberos pacenses.

Cómo actuar

En general, las víctimas de estos incendios domésticos inesperados son personas que viven solas y suelen ser de edad avanzada. Por ello, hay que tener en cuenta la agilidad y capacidad de reacción a la hora de decidir neutralizar el fuego y sofocarlo sin la ayuda de especialistas.

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Al estar muchas veces el origen en un aparato eléctrico, Basilio González recuerda que no hay que echar agua sobre el brasero que ha empezado a prender. Solo si el enchufe está a mano y la persona se considera ágil para hacer la maniobra se puede desenchufar el aparato. Aún así, lo ideal es usar un extintor desde el primer momento. No obstante, prosigue Basilio González, si el humo o las llamas ya son inevitables lo mejor es evacuar el edificio cerrando todas las puertas detrás de sí y avisar inmediatamente a los bomberos.

Incendio originado en una vivienda de Valverde de la Vera en la madrugada de este domingo. / M. A. M.

Chimeneas y brasas

Otro elemento de las viviendas que se activa cuando llegan los meses más fríos son las chimeneas. Estas construcciones también aumentan el riesgo de incendio a partir de estas fechas.

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Por esta razón, el jefe de los Bomberos Municipales de Badajoz recuerda que «las chimeneas también necesitan un mantenimiento apropiado. Hay que limpiar el hollín porque éste es el que a veces provoca que se incendien por dentro y además no tiren», señala.

Por otro lado, otra amenaza del invierno relacionada con estas formas de calentarse son las brasas de estas chimeneas o de braseros cuando llega el momento de deshacerse de ellas.

«Las chimeneas también necesitan mantenimiento porque a veces el hollín hace que se incendien»

Basilio González Lara, jefe de bomberos de badajoz

Sin ir más lejos, el pasado jueves por la tarde en Badajoz los bomberos tuvieron que sofocar los contenedores soterrados en el paseo de San Francisco de Badajoz en plena tarde cuando el mercadillo navideño esta repleto de gente. Según Basilio González, solo hay dos posibles causas, o bien se trató de un acto de vandalismo o alguien tiró una brasas mal apagadas que fueron a parar al contenedor.

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De hecho, debido a que en los núcleos rurales aún existen numerosos braseros de picón y las chimeneas son más frecuentes, el consorcio medioambiental Promedio suele hacer un llamamiento cada invierno. Este organismo es el que se encarga de dotar de contenedores a muchos municipios de la provincia pacense y consta cada año que las brasas mal apagadas terminan quemando estos recipientes en más de una ocasión. Pero más allá del coste de uno de estos contenedores, de en torno a 250 euros, alertan de posibles consecuencias más graves. Valga como ejemplo, cuando en enero del año pasado los restos de unas brasas mal apagadas y depositadas en un contenedor de basura en Puebla del Prior (Badajoz) provocaron durante la noche la combustión de los residuos dentro del camión de recogida, lo que hizo necesaria la intervención del los bomberos del Consorcio Provincial de Extinción de Incendios (CPEI).

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