![Los camiones asfixian la N-430](https://s3.ppllstatics.com/hoy/www/multimedia/201909/14/media/cortadas/badajoz%20(3)-kOlF-U90144049684a2B-1248x770@Hoy.jpg)
![Los camiones asfixian la N-430](https://s3.ppllstatics.com/hoy/www/multimedia/201909/14/media/cortadas/badajoz%20(3)-kOlF-U90144049684a2B-1248x770@Hoy.jpg)
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Antonio Gilgado
Badajoz
Domingo, 15 de septiembre 2019, 08:45
David Muñoz, el de los Estopa, dijo en una entrevista en HOY que a los políticos que presumen de comunicaciones modernas en España los invitaba a recorrer en coche la Nacional 430.
Baño de realidad contra la propaganda. Si algún valiente aceptara la excursión, tendría que empezar en el puente de San Roque de la avenida Ricardo Carapeto de Badajoz. Allí luce flamante en mitad de la acera el kilómetro cero. El viaje acaba en Játiva, Valencia. 630 kilómetros que recorren España de oeste a este.
Paseo agradable hasta Torrefresneda por autovía, pero una tortura hasta Ciudad Real por una carretera asfixiada por el transporte terrestre de mercancías entre el Mediterráneo y el Atlántico.
Cruce peligroso en la entrada a Santa Amalia por la cooperativa La Pirreta. Caravanas tras los camiones, tractores y cosechadoras a 25 kilómetros por hora por los regadíos del Canal de Orellana, subida al Puerto de Los Carneros cerca de Garbayuela y cuestas estrechas al pasar Puebla de Don Rodrigo, ya en territorio manchego, hasta Ciudad Real. La N-430 se despide desdoblada de nuevo en cómoda autovía hasta Játiva. Itinerario para no aburrirse.
Vivía Aznar en La Moncloa cuando el tramo Torrefresneda-Ciudad Real salió por primera vez en los presupuestos. Estudio preliminar de desdoblamiento en la A-43. Desde entonces, año tras año se menciona el informe en el borrador presupuestario, pero nunca se activa.
La plataforma formada por más de cincuenta pueblos de Badajoz y Ciudad Real pelea para que cuando el gobierno en funciones funcione de verdad ponga dinero encima de la mesa.
El martes se han citado en Gargáligas para planificar movilizaciones. Saturnino Alcázar, alcalde de Herrera del Duque y uno de los portavoces, habla de cabreo. «Mucho cabreo y presión social que todos debemos escuchar». Y más tras un verano en el que se han repetido los siniestros.
Choque frontal entre Navalvillar de Pela y Casas de Don Pedro, atropello en Gargáligas y un camión incendiado en Puebla de Don Rodrigo en pocos días han despertado el enfado.
La Plataforma pone números a sus argumentos. De los 4.500 vehículos diarios de media que se mueven en tramos de un carril para cada sentido, más de ochocientos tienen matrícula de tráileres de gran tonelaje.
Han documentado más de trescientos accidentes de tráfico con cincuenta muertos en la última décadas cerca de sus pueblos. «Y seguirá muriendo más gente».
El mal augurio viene del camionero Andrés Cortina, en la puerta del restaurante Merialba de Gargáligas. A pocos metros de donde se levantó el último cadáver tras el atropello del dos de septiembre.
Para llegar allí, el político de los Estopa llevaría ya 128 kilómetros desde que salió puente de Badajoz.
El Merialba cuenta con un amplio aparcamiento y vive de los transportistas que repostan con menús de diez euros. Entre los comensales trazan de memoria el punto más negro del trayecto.
Hablan de las curvas del Chiquero, cerca de la frontera entre Extremadura y Castilla-La Mancha. Andrés explica el riesgo. «Bajas en dirección Badajoz, trazas el giro y el que sube va tan rápido que tienes que frenar de golpe, el desnivel en parada repentina hace que el remolque empuje a la cabeza y te vayas con los quince mil kilos de carga al suelo».
A una maniobra parecida se tuvo que enfrentar el chófer del camión que se fue a la cuneta el pasado 20 de agosto en el 252, cerca de la finca El Castaño y del Chiquero.
Volcó lleno de vidrios, salió ardiendo y provocó un incendio en el monte. En Puebla de Don Rodrigo, explican que, por desgracia, no es el único siniestro reciente.
José Martín y Concepción Rubio, dos vecinos con las casas pegadas a la carretera señalan también el montón de azulejos que dejó otro remolque a pocos metros de la mancha negra de las llamas. Se acuerdan de un ciclista atropellado a principios de año, de un Land Rover que se salió cerca del puente estrecho sobre el Guadiana y del susto del propio José hace un par de semanas cuando venía de Ciudad Real.
PEDRO LUIS GRANDE, TRANSPORTISTA
En este pueblo limítrofe con Extremadura, hay quien pasa las noches al fresco del verano adivinando el país de origen del goteo de matrículas que desfilan por la puerta y cada vez que escuchan la sirenas miran carretera arriba.
El 20 mayo de 2015 fue en el 251. Un cisterna cargado de suero se descontroló y aplastó con su depósito a un furgón con operarios de la empresa pública manchega que cuida el monte. Dos muertos y nueve heridos. «Fue lo más grave que ha ocurrido por aquí», cuentan José y Concepción, que hablan ya con cierta resignación de su día a día con el tráfico pesado. Los vecinos de Puebla de Don Rodrigo se han manifestado varias veces, incluso fueron a Santa Amalia para ponerse detrás de la pancarta que pide más seguridad para los pueblos de la 430.
Dicen que seguirán haciéndolo hasta que tengan la autovía a mano. «En cuanto caen cuatro gotas esto se convierte en un peligro».
Otra parada recomendable para el político que acompañe a David Muñoz es el restaurante Acueducto, muy cerca de Acedera.
Mucho se ha hablado de la conexión de Extremadura con el Levante sin necesidad de ir a Madrid. Pero lo cierto es que la día de hoy, no hay ni un trazado decidido. El alcalde de Gargáligas, Andrés Bravo defiende que lo lógico y natural es que se desdoble el trayecto actual de la 430, pero en Castuera y en la zona de la Serena surgió un grupo que reclamó una especie de corredor sur. Es decir salir por Castuera, Cabeza del Buey el Valle de los Pedroches para llegar a Puertollano. Seguiría un camino próximo a la línea ferroviaria actual. Hubo hasta una manifestación en Castuera en el año 2003 reclamando esta opción. Los vecinos pensaban que la decisión sería inminente. Dieciséis años después nadie ha dicho nada todavía.
Allí Pedro Luis Grande hace campaña de verano con su cuba de combustible para agricultores que cosechan tomates y maíz. No tiene sentido, explica, que toda la mercancía que se mueve entre el Levante y el Atlántico pase por una carretera convencional. «Hay mucho volumen como para poner de una vez los cuatro carriles».
Al habitual tráfico pesado de larga distancia hay que sumar el lento de corto alcance que se genera en las vegas del Guadiana entre marzo y octubre.
Entre Torrefresneda y Valdivia raro es el pueblo sin central de fruta o cooperativa agrícola. Coches de temporeros que trabajan en el campo o en las envasadoras, tractores para abonar, camiones con maíz o tomate y cosechadoras coinciden cada mañana.
Basta detenerse unos minutos en los aparcamientos del Bar Caribe de Santa Amalia para percibir el peligro. A un lado del cruce, la cooperativa La Pirreta que engulle remolques y remolques de tomate. Al otro las instalaciones de Guadiala, y en medio, el desvío para Don Benito. Para incorporarse o girar hay que detenerse en mitad de la calzada.
En el Caribe cuentan que por desgracia, allí hay demasiados choques entre los que no respetan la prioridad y los que vienen por la Nacional. Algunos mortales.
Para ganar en seguridad, la Plataforma pide que en los puntos más conflictivos se ensanche la calzada a tres carriles para separar los vehículos pesados y agrícolas sin interferir en los turismos y ligeros.
Con todas estas complicaciones convive a diario Manuel Gómez. Profesor de autoescuela con sedes en Orellana y Casas de Don Pedro.
Los alumnos aprenden en la 430. Se estrenan al volante desde Orellana y Casas hasta la zona de examen de Don Benito. Respeto escrupuloso de la señalización durante las clases prácticas para enseñar a respetar los límite de velocidad. A noventa, a ochenta o a cincuenta en los accesos a las fincas. El problema es que no todos lo entienden. Cuenta el profesor Gómez que muchos camiones se pegan para animarles a acelerar. «Incluso nos dan con luces o nos pitan».
Tampoco resulta sencillo practicar adelantamientos cuando tienes por delante tres o cuatro trailers en columna y la nueva norma impide pasar de noventa. «Cuando podías ir a cien te podías despegar más de ellos, pero ahora lo tenemos más difícil».
Andrés Bravo ejercerá de anfitrión el próximo martes. El alcalde de Gargáligas habla de una necesidad imperiosa.
En su pueblo, los padres llevan con miedo a los niños al autobús del instituto. «Saben el riesgo que corren y eso nos preocupa a todos porque puede ocurrir una desgracia algún día. Cuando decimos que se trata de algo básico para nosotros no exageramos».
Habla también de una inversión estratégica. Los doscientos kilómetros que faltan por reconvertir completarían la conexión por autovía del corredor Mediterráneo con el Atlántico.
Se podría atravesar la Península de oeste a este por una vía cómoda y segura. Por eso pide la implicación del Ministerio de Fomento para que de una vez la Nacional 430 lleve cuatro carriles y se llame A-43. Quizá entonces, no hará falta que el cantante de los Estopa invite a un político a recorrerla.
4.500 vehículos de media circulan a diario por los tramos sin desdoblar de la N-430.
800 camiones de mercancías recorren de media la conexión entre el Levante con Portugal.
300 accidentes de tráfico en la última década han documentado desde la Plataforma.
50 muertos en estos diez años según los datos que maneja la plataforma de pueblos.
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