El campo bloquea las principales carreteras de Extremadura con un millar de tractores

En Extremadura fue un éxito, sin duda, por encima de las expectativas una movilización en defensa de unos precios justos para los productores agrarios; por una simplificación de la PAC y menos exigencias a la hora de percibir ayudas vinculadas a prácticas medioambientales y contra la «permisividad» de la UE respecto a la entrada de productos de países extracomunitarios «a los que no se les exige lo mismo que a nosotros para seguir su trazabilidad».

Estos tres bloques de demandas sustentaron el argumentario de los agricultores para organizar un día del bloqueo de carreteras que pasará a la historia. Por su impacto, con casi un millar de tractores por toda la región, y por su duración. Solo se dejaba pasar a ambulancias y a vehículos cuyos ocupantes demostraban tener una urgencia, según manifestaron los agricultores.

Tanto la Guardia Civil como la Policía Nacional, además de la Policía Local, fueron condescendientes con la jornada de movilización en las carreteras. Ninguno de los cortes de carreteras fueron comunicados a la Delegación del Gobierno y por tanto no estaban oficialmente autorizados.

«Nos encanta el campo desde siempre, lo vivimos, pero cada vez tenemos menos ilusión», decía un agricultor de 40 años en la N-432, a la altura del cruce de Santa Marta de los Barros con Entrín Bajo. De esta forma se resumía una desesperanza obvia por parte de los profesionales del campo.

Otros preferían poner el foco en la combatividad para no rendirse e intentar cambiar una situación que les asfixia. «No venimos a pegarnos con nadie. Sólo queremos que se nos respete», decía Juanjo González, agricultor de 37 años de Entrín Bajo. Casi cien tractores se juntaron en ese cruce de la N-432 en Tierra de Barros.

Porque a las críticas ya esbozadas antes se les añadía el incremento de los costes de producción. En estas condiciones, Rubén Lechón, un joven agricultor de la zona de Montijo, lo tenía claro. «No sale ni un agricultor nuevo al año. No hay futuro».

Precisamente en Montijo los tractores (una treintena) no llegaron a cortar carreteras –es lo que pasó en su deambular por la EX-328– sino que fueron a marcha lenta por la avenida principal, la avenida del Progreso. Muchos peatones que los veían los jaleaban.

En ese punto de las Vegas Bajas del Guadiana, un conductor que iba hacia Mérida se encontraba en medio de una cola provocada por el tráfico lento. Aunque tenía que ir a trabajar, no le molestó estar parado. «Veo lógico y normal que salgan a la calle», defendía a los agricultores.

«Es bueno que luchen por sus intereses. Hacen lo que tienen que hacer, ni más ni menos», agregaba otro conductor. En otros puntos, sin embargo, había quejas de las personas afectadas por los problemas de tráfico, no tanto por el fondo de la protesta sino porque no se había avisado y así se hubiera podido buscar alternativas.

Desde las primeras luces del día y hasta cerca de las seis de la tarde, en casi todos los puntos importantes de la red de carreteras de la comunidad autónoma se paralizó la circulación.

Especialmente en zonas claves como la confluencia de la A-5 con la A-66 en Mérida; la A-66 en Almendralejo; la A-66 en Plasencia; la A-5 en Navalmoral de la Mata; la N-430 en Santa Amalia o la travesía de la N-432 en Zafra.

También hubo problemas en La Roca, en la N-523, que une Cáceres y Badajoz. El corte se realizó a la altura de la gasolinera Cepsa y puntualmente dejaron pasar durante diez minutos, a las 13.30 horas, a algunos conductores que estaban parados desde el amanecer.

No faltaron incluso los tractores por los cascos urbanos de las ciudades. En Cáceres, por ejemplo, los tractoristas tomaron una de las principales arterias de Cáceres, la avenida Clara Campoamor. Estuvieron bloqueándola durante dos horas.

Eso fue por la tarde (de 15.30 a 17.30 horas), pero ya por la mañana ocuparon el centro de la capital cacereña, el Paseo de Cánovas, y provocaron retenciones en la circulación por varias calles como la avenida de España.

Casi un centenar de tractores llegados de varios puntos de la provincia como Brozas, Valdefuentes, Aldea del Cano o Sierra de Fuentes recorrieron también la avenida Virgen de la Montaña para pasar por la Subdelegación del Gobierno, Clara Campoamor y Hernán Cortes, que tuvo que cortarse en dirección a la plaza de toros.

Para intentar evitar demasiadas retenciones, el Ayuntamiento puso en marcha un operativo de la Policía Local compuesto por 23 agentes de refuerzo, un oficial, dos subinspectores y el inspector jefe.

Mientras tanto, en Badajoz, una columna de tractores atravesó la BA-20 (conocida como la 'autopista') desde primera hora de la mañana. Ya casi al mediodía los agricultores cortaron la confluencia de la avenida de Elvas con Ruiz Nabeiro, en las cercanías del centro comercial El Faro, lo que provocó importantes retenciones.

Desde ahí, los vehículos entraron en la A-5, que recorrieron durante varios kilómetros y llegaron a bloquear incluso a la altura de Gévora al detenerse durante unos kilómetros.

En Mérida, los manifestantes circularon con sus tractores (unos 30) por la avenida Reina Sofía, la antigua N-5, para acabar su jornada de protesta ante las puertas de la Consejería de Agricultura y Ganadería, otro punto habitual de las concentraciones del sector agrario extremeño. Fue ya sobre las siete de la tarde cuando finalizó en Agricultura lo que se puede calificar como día europeo de la protesta agraria.

Los agricultores de la zona de Coria se unieron ayer a la jornada de protesta convocada en toda España para defender el sector primario. A las 8 de la mañana comenzaba la concentración de tractores y minutos después iniciaban la marcha.

Fueron unos 40 tractoristas los que colapsaron las carretas nacionales que conectan la ciudad del Alagón con Moraleja, y los que pasearon también por las propias calles de Coria. Los agricultores pedían que la situación cambie, ya que dicen «es insostenible, por los precios de los combustibles, por la política agraria de Bruselas o por la competencia de terceros países».

En las Vegas Altas del Guadiana, pasadas las cinco y media de la tarde abrió al tráfico el cruce de la N-430 a su paso por Santa Amalia, que había permanecido cortado desde primera hora de la mañana con alrededor de 70 tractores y unos 200 manifestantes. «Estamos en un momento crítico, de asfixia. El que se jubile no va a encontrar relevo. Al final no sé lo que vamos a comer», sentenciaba Pablo Herrera en Santa Amalia.

Por su parte, agricultores de La Serena se desplazaron hasta Don Benito recorriendo varios puntos de la localidad y llegando a cortar incluso durante varios minutos la carretera Don Benito-Villanueva. Lo hicieron con medio centenar de tractores.

En Navalmoral de la Mata, con el foco de la movilización puesto en la A-5, en el término moralo y en el vecino de Peraleda, Antonio Aparicio, agricultor de Losar de la Vera, explicaba que era una protesta pacífica, «algo que no se ve en ningún sitio», y que la hacía porque no hay futuro de relevo en el campo. «Las tierras se van a abandonar. Solo quedarán para los incendios», comentaba el losareño a la altura de Navalmoral de la Mata.

Al sur regional, el tráfico lento fue una constante en la N-432 cerca de Zafra, con más 500 tractores en circulación. Colapsaron esa carretera nacional porque ocuparon la vía hasta Usagre.

Mientras, en la comarca de la Campiña Sur, en el sureste regional, no se estrenaban en la protesta. Ayer sumaban el décimo día de tractorada, a la que se sumaron de nuevo algunos agricultores de la comarca de Tentudía y de Tierra de Barros, cuya comarca aportó en torno a 200 tractores. Protestaban, insistían, al margen de las organizaciones agrarias y aseguraban que «no van a cesar hasta que los escuchen».