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Badajoz
Viernes, 13 de mayo 2022, 07:48
Acaban de celebrarse las elecciones al campo y Asaja ha vuelto a revalidar la mayoría mientras que La Unión ha conseguido entrar a formar parte del Consejo Asesor Agrario. Que haya más representantes en este consejo es una magnífica noticia pues el sector agrario se sentirá más representado y con más fuerzas para luchar y revindicar una causa justa: soluciones a los problemas que el campo lleva padeciendo décadas y que ahora se han recrudecido por la crisis energética y el conflicto de Ucrania.
—Tras las elecciones al campo celebradas el pasado domingo, ¿cuál cree que debe ser el siguiente paso?
—Que la Junta de Extremadura se ponga en marcha. Que convoque de manera inmediata a las asociaciones agrarias porque el campo lleva mucho tiempo pasando serias dificultades. Desde los gobiernos tanto nacional como autonómico no se están aplicando soluciones reales al sector y mientras no se considere al campo como un sector prioritario y esencial para la alimentación, no se podrán poner en marcha soluciones eficaces. Y esto tiene un riesgo: que poco a poco el sector agrario irá desapareciendo.
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Además, hay que recordar que, aunque la mesa agraria es un órgano consultivo los acuerdos que se tomen deben servir para algo porque si no se cumplen no valen para nada.
—¿Cómo ve al sector de la agricultura y la ganadería en la región?
—Le voy a poner un ejemplo, Israel ha conseguido convertir un desierto en un vergel mientras que aquí en Extremadura el PSOE está haciendo todo lo contrario, convertir un vergel en un desierto. No se puede entender que en una región que cuenta con la mayor superficie de agua dulce embalsada tengamos que padecer problemas como la sequía sin que se pongan soluciones inmediatas sobre la mesa. El problema es que el gobierno regional no está realizando una buena gestión de los recursos de los que disponemos.
—¿Qué opina de la nueva Política Agraria Común (PAC) que entra en vigor en 2023?
—Para empezar es una PAC que va a tener menos dinero por la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea con el Brexit.
Además, al querer ser una PAC mucho más verde va a provocar que la agricultura sea menos productiva. No quieren que los agricultores sean agricultores sino que sean jardineros y se dediquen a cuidar el campo.
Además, los agricultores que no se acojan a los ecoesquemas, porque implican una serie de medidas que no sabemos el coste que van a tener, van a recibir menos ayudas. Esto quien sí va a poder soportarlo serán las grandes explotaciones que sí serán rentables por su propia dimensión mientras que las explotaciones pequeñitas irán desapareciendo.
—El campo extremeño lleva tres años muy difíciles tras una pandemia y la subida incesante de los precios. ¿Qué propone Ciudadanos para apaciguar esta situación?
—El campo lleva tres años de auténtico desastre. De hecho, llevamos meses con protestas en las calles porque los agricultores y ganaderos están ahogados, sus explotaciones no son rentables, el abuso de intermediarios y cadenas de distribución sobre los que se les paga es permanente y lo que está claro es que no podemos esperar más porque el campo está agonizando y se muere.
Hay varios problemas que están agobiando al sector y entre ellos destaca el tremendo incremento de los costes de producción que no se va a solucionar con la Ley de la Cadena Alimentaria sino con determinadas reglas que debe poner en marcha el gobierno desde el punto de vista fiscal. Con una bajada de impuestos a los agricultores y con la bajada del precio del gasoil y de la electricidad. Mientras esto no sea así el campo tiene cada vez menos futuro.
Además, Europa tiene que ser autónoma en estos temas para no tener problemas de abastecimiento en determinados productos como ha pasado con la Guerra de Ucrania.
A esto también se une la falta de mano de obra, algo difícil de entender cuando en Extremadura contamos con más de 90.000 parados.
Desde Ciudadanos hemos planteado en varias ocasiones que debería haber una compatibilidad o complemento entre el cobro del PER y poder trabajar en momentos puntuales de más producción.
—¿Cómo valora la estrategia de la Granja a la Mesa?
—Esta estrategia consiste en que se reduzcan una serie de productos que se utilizan en la agricultura como son los abonos, fitosanitarios, pesticidas, antibióticos... para que sea todo más ecológico. Pero al ser esto así el campo se convierte en menos productivo y si con los costes que ya existen somos menos productivos creo que hay que tratar con detenimiento esta cuestión.
Muchos países están diciendo que eso no es viable. Creo que hay que repensar esta estrategia porque hay que conseguir que nuestros agricultores y ganaderos no tengan cada vez más barreras para producir sino todo lo contrario. Si queremos ir hacia el pacto verde, hacia esos objetivos climáticos que tenemos que conseguir, lo tenemos que hacer dentro la protección de nuestra capacidad productiva.
Tras la manifestación de FEVAL de 2020 el Gobierno regional prometió una serie de ayudas, entre ellas las destinadas al sector frutícola. El fin era impulsar un cambio de modelo de negocio en el sector dirigido a incrementar la competitividad e implantar nuevas especies y variedades que sean más productivas.
Pero resulta que una ayuda que comenzó siendo de 10 millones de euros pasó a ser de 5 millones de euros y finalmente solo se han dado 7.200 euros.
Ciudadanos llevó a Comisión de Agricultura el pasado 19 de abril una pregunta sobre estas ayudas interesado en saber cuántas solicitudes se habían presentado y cuál es el motivo por el que no se habían dado todas las ayudas.
Según argumentó el diputado de Cs Extremadura, Fernando Baselga, esto había sido «un desastre total» y la cuestión estaba en que había habido una «mala predisposición» por parte de la Junta de Extremadura primero, a la hora de sacar las ayudas, y segundo, a la hora de reducirlo solo a las explotaciones prioritarias.
«El hecho de que una ayuda de 10 millones de euros, que luego se reduce a cinco, se convierta en dos solicitudes de siete mil y pico euros es realmente lamentable», asegura Baselga.
«Al final ha costado más el collar que el galgo porque ha sido mayor el coste que ha ocasionado la tramitación de estas ayudas a la Administración que lo que se ha concedido a los agricultores extremeños», reclama el diputado al tiempo que asegura que «la Administración regional no está mirando aquí por el dinero público y nos toma el pelo».
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