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Ayudas directas por un montante de 22,3 millones de euros. Esa es la cantidad destinada por la Junta de Extremadura a los agricultores y a los ganaderos para mitigar la sequía y los efectos de la guerra de Ucrania desde el año pasado. Se ... trata de un montante que, como avanzó hace una semana la consejera de Agricultura, Begoña García Bernal, se incrementará a lo largo de este mes de mayo una vez que la comunidad autónoma conozca las ayudas directas que también va a poner el Gobierno. Se trata de una reclamación del sector agrario extremeño, sobre todo el ganadero y los cerealistas de secano.
«Habrá más ayudas, esa es una certeza. Las comunicaremos cuando estén cerradas y las publiquemos en el Diario Oficial de Extremadura una vez sepamos las del Gobierno», indicó Bernal el 27 de abril tras la celebración del Consejo Asesor Agrario.
«Que lleguen lo antes posible porque son urgentes. Los ganaderos tienen que estar suplementando la alimentación de sus animales con piensos y forrajes, que, además, están por las nubes. En condiciones normales, con una lluvia normal, todavía habría pastos pero no los hay», reseña a HOY Ángel Pacheco, presidente de Cooperativas Agro-alimentarias de Extremadura, la entidad que agrupa a buena parte del cooperativismo agrario extremeño.
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«Algunos ganaderos han decidido sacrificar animales para reducir sus explotaciones porque no les sale las cuentas de ningún modo», agrega Pacheco.
En el último año, la falta de precipitaciones hicieron caer las producciones en sectores referentes y la ausencia de lluvias en los primeros cuatro meses de este 2023, más el calor, ha ahondado el problema, sobre todo en el sector ganadero y de cereales de secano.
Los embalses tuvieron en 2022 el agua justa para una campaña que, sin ser normal, no vio recortada en exceso el agua disponible...salvo para los arroceros. Apenas se sembraron 2.100 hectáreas de las 21.000 habituales. Extremadura es la segunda comunidad autónoma con mayor hectáreas de arroz.
Los productores de tomate (somos los mayores productores de Europa), mientras, dejaron de sembrar 5.000 hectáreas. Fue una campaña de supervivencia.
Prácticamente lo mismo que va a ser esta, con la positiva salvedad de que se van a poner alrededor de 8.000 hectáreas más de arroz en este año. Mientras, el conflicto bélico desatado por Rusia ha tenido un efecto evidente, el incremento de los costes de producción, con el aumento del precio de los piensos y de los fertilizantes como ejemplos palpables.
En este contexto, el Ejecutivo de Vara ha aprobado ayudas directas mediante tres decretos–leyes en los últimos nueve meses. Productores de arroz, tomate y maíz, y cooperativas vinculadas con estos cultivos, han sido los principales beneficiarios de estos 22,3 millones en total. Se pudieron 'sacar' de programas del Plan de Desarrollo Rural previa autorización de la Comisión Europea.
Las subvenciones directas se han enfocado hasta ahora a regantes del Canal de Orellana, los más damnificados en 2022. Su comunidad de regantes es la mayor de Extremadura: 6.000 agricultores y 58.000 hectáreas.
El primer decreto ley de ayudas de la Consejería de Agricultura es el 4/2022, del pasado 31 de agosto. Otorgó subvenciones a agricultores de arroz y maíz. El presupuesto disponible, 7 millones. Y la cuantía de las ayudas, entre 300 y 500 euros por hectárea que no se pudo cultivar.
Estaban destinadas a tres tipos de agricultores. A los titulares de explotaciones en barbecho u otro cultivo diferente a arroz, tomate, maíz o cultivos permanentes que en el campaña anterior, en la de 2021, sembraron maíz en la zona regable de Orellana. A los que en 2021 sembraron arroz en cualquier zona de Extremadura. Y, en último lugar, a los titulares de explotaciones agrarias superiores a 30 hectáreas de superficie que en 2021 plantaron arroz, igualmente en todo el ámbito regional.
Ángel Pacheco
Presidente de Cooperativas Agro-alimentarias de Extremadura
Ángel García Blanco
Presidente de Asaja Cáceres
Un segundo decreto de la Junta fue el 6/2022 de 30 de noviembre. El presupuesto, 2,1 millones. Se dirigía a titulares de explotaciones agrícolas «afectadas por adversidades climatológicas».
Afinando más, iban dirigidas las ayudas a productores de tomate que plantando esta hortaliza el año anterior no lo pudieron hacer en 2022. Igualmente, para los tomateros del canal de Orellana. La cuantía de la ayuda, entre 300 y 400 euros por hectárea no sembrada.
La que hasta ahora ha sido la tercera línea de ayudas directas de la Junta tiene fecha de 30 de diciembre y, en realidad, es una modificación del decreto de agosto. El motivo es que la Comisión Europea presentó reparos a la norma autonómica y era necesario introducir cambios puntuales. Cuenta con el presupuesto más alto: 13,2 millones. Inicialmente se situó en 12 millones pero Agricultora lo aumentó.
Estos tres decretos han permitido alcanzar a más de 3.200 beneficiarios. Han cobrado ayudas 1.288 titulares de explotaciones agrarias de arroz; 667 agricultores de tomate afectados por la sequía y 1.310 productores de maíz afectados por la sequía. El Gobierno regional ya ha pagado 9.330.310 euros de las ayudas dirigidas a explotaciones de arroz.
A expensas de que la Junta comunique el próximo paquete de ayudas directas a agricultores y ganaderos, ha dado otros pasos. Uno, la financiación de préstamos, imprescindibles para la actividad agraria, asumiendo todos los intereses que se generen. El segundo, la flexibilización de la PAC para poder cobrar subvenciones rebajando los requisitos.
«Es fundamental para el sector disponer de circulante. Es una buena medida que se debe complementar con otras ayudas directas», finaliza el presidente de Cooperativas Agro-alimentarias.
Mientras, el Gobierno central, a expensas de concretar las suyas, ha decidido aliviar la carga fiscal a los profesionales del campo. Una rebaja de impuestos cifrada en 116 millones en la región con impacto en la presente declaración de la renta y que llegará a 48.000 extremeños.
El campo se beneficia de una reducción general del rendimiento neto del 25%, que se aplica a unos 800.000 agricultores (48.000 extremeños) que tributan por módulos. Determinados sectores en situación más vulnerable tienen además reducciones específicas, que son del 50% en el caso del olivar, el almendro y la apicultura, y del 30% para cereales, oleaginosas y leguminosas, castaño, melocotón, nectarina, albaricoque y los demás sectores ganaderos.
La rebaja de los módulos en el IRPF no solo abarca a la declaración de sus ingresos. Hacienda también permite que los declarantes puedan bajar el rendimiento neto previo un 35% por la compra de gasóleo agrícola, y de un 15% por compra de fertilizantes y uso de plásticos.
«Necesitamos ya ayudas directas concretas, teniendo en cuenta además que Bruselas permite la aplicación de los fondos europeos para agricultores y ganaderos para este tipo de casos urgentes», subraya Ángel García Blando, presidente de Asaja Cáceres.
Además de ayudas directas, reclama, el dirigente agrario señala que ha que poner en marcha otras disposiciones como unos seguros «adaptados a la realidad climatológica» y otras medidas fiscales como la exención del IBI y de las cuotas de la Seguridad Social a causa de la sequía.
De enero a abril se han recogido de media regional 76 litros por metro cuadro. Es un 63,2% menos de lo habitual porque la media histórica extremeña se sitúa en los cuatro primeros meses del año en 206,4 litros. Hablamos de media porque la realidad es mucho peor en zonas del sureste regional, donde apenas ha llovido. La estadística de la Agencia Estatal de Meteorología es especialmente relevante en lo referido al mes de abril. En promedio la precipitación en Extremadura durante este mes ha sido de sólo 7.3 litros, un 87,9% menos de lo normal, que son 55,6 litros. Con estos números, no es de extrañar que los embalses extremeños del Guadiana estén al 31,5%, levemente por encima del año pasado por estas fechas pero treinta puntos porcentuales menos que la media de la década. La Serena, el mayor de España, tiene 558 hm3 sobre 3.219 posibles, al 17,3% de su capacidad; Cijara, al 33% (502 sobre 1.505 hm3 posibles); y Alange, al 13,3% (114 sobre 852). En la cuenca del Tajo, el panorama es bastante mejor. Sus presas extremeñas tienen 4.892 hm3, al 72,7% de su capacidad total. Es bastante mejor que hace un año pero cuatro puntos menos que la media de diez anualidades. La presa de Alcántara, la segunda más grande del país, está al 76,9%: 2.430 hm3 sobre 3.160.
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