abc.es
Miércoles, 14 de octubre 2015, 18:31
Todos los cuadros guardan una historia que va más allá de la que representan sobre el lienzo. Los del Museo del Prado tienen además la suerte de haber recogido buena parte de la vida de personajes tan trascendentales como Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico. El rey emperador está representado en varias telas que cuelgan de los muros de la Pinacoteca Nacional, pero ninguno tan misterioso como La Gloria de Tiziano.
Publicidad
El óleo, encargo directo de Carlos I, empezó a ser pintado en 1551. El pintor renacentista italiano tardó cuatro años en terminar los 8,3 metros cuadrados que mide. El rey emperador decidió representar su muerte y la de la familia imperial de los Habsburgo, 7 años antes de que falleciera. Envueltos en sudarios, suplicantes y contemplativos aparecen representados ante la Trinidad él, su esposa Isabel de Portugal, su hijo Felipe II, su hija Juana de Austria, María, reina consorte de Hungría, y Leonor, reina de Francia y de Portugal.
El monarca decidió llevarse el cuadro al Monasterio de Yuste (Cáceres) para pasar sus últimos momentos de vida. Pidió expresamente morir viéndolo y absorto ante él falleció. Tras su muerte, volvió de Yuste a Madrid y estuvo cologado en el Aula de Moral del Monasterio de El Escorial hasta 1837. Ese año ingresó en el Museo del Prado .
Primer mes sólo 1€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
La segunda temporada de Memento Mori se estrenará este mes de abril
El Norte de Castilla
Las olimpiadas de la FP cántabra
El Diario Montañés
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.