
Cinco medallas para reconocer luchas muy diferentes
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La ciencia, la caza, la ELA, la justicia y la fusión de dos municipios son reconocidos mañana en el Teatro Romano con la Medalla de ExtremaduraEl Día de Extremadura se celebra el jueves de manera festiva, pero el acto institucional vuelve al Teatro Romano de Mérida mañana miércoles por la noche y en él se entregarán las Medallas de Extremadura, máximo reconocimiento en la región.
Este año ha cinco distinciones. van a servir para divulgar una enfermedad degenerativa como la ELA a través de lo que simbolizó el pacense Marco Antonio Sánchez Becerra durante sus últimos años de vida; la constancia y el esfuerzo de los científicos para mejorar el mundo, en este caso a través de veterinaria formada en la Universidad de Extremadura Guadalupe Sabio Buzo; y la perseverancia para conseguir hacer justicia de Eva González Pérez, criada en un pequeño pueblo de la Sierra de Gata y que destapó un fraude del Gobierno holandés para negar ayudas a inmigrantes, lo que causó una oleada de dimisiones.
Por otro lado, la caza como sector estratégico en Extremadura por sus valores medioambientales y económicos, capaz de fijar población en el medio rural, también se verá mañana reconocida a través de la figura de José María Gallardo como presidente de la Federación Extremeña de Caza, una de las más activas en la comunidad.
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Por último, el paso dado por los alcaldes de Don Benito (José Luis Quintana) y Villanueva de la Serena (Miguel Ángel Gallardo) para unir ambas poblaciones en un proceso sin apenas precedentes también será reconocido con una Medalla de Extremadura.
José María Gallardo subirá este jueves a recoger una Medalla de Extremadura que considera es reflejo del respaldo que tiene esta actividad en la región, de un 70 por ciento, según una encuesta reciente que encargó la Federación Extremeña de Caza, la que más miembros tiene –más de 35.000–, por encima del fútbol.
Para Gallardo, «esta medalla es un revulsivo para seguir trabajando, además de un reconocimiento de 36 años de trayectoria y mucha actividad en la última década, tanto por la caza como por el activismo rural dando a conocer sus necesidades y todo lo que conlleva la actividad cinegética».
Investigación e innovación
Gallardo concede mucha importancia a ese respaldo y matiza que del 30% restante solo un 5% se opone a esta actividad, mientras que al resto ni le gusta ni le disgusta, pero la acepta. «Tampoco queremos que todo el mundo sea cazador, solo que se nos respete», dice el presidente de Fedexcaza refiriéndose a esa minoría.
Otra cuestión que el galardonado pone sobre la mesa para avalar la medalla de Extremadura a la federación que representa es el esfuerzo que ha hecho Fedexcaza en investigación. «Somos la primera federación en pertenecer a la Agencia Europea de Innovación y nos hemos caracterizado mucho por investigar y comunicar», explica.
Por otro lado, Gallardo no pasa por alto las peculiaridades de una comunidad como la extremeña. «Tenemos la región de europa con mayor biodiversidad y eso es porque el 80% del terreno es coto de caza, lo que a ayuda, entre otras cosas, a recuperar especies, por ejemplo el lince ibérico, gracias a su introducción en cotos de caza».
No obstante, Gallardo considera que aún hay cosas que mejorar para los cazadores extremeños. «Tenemos una deuda con ellos y es recuperar la caza menor porque su situación es preocupante, tanto desde el punto de vista cinegético como ambiental», afirma.
Licenciada en Veterinaria por la Universidad de Extremadura y doctora en la UEx en colaboración con el British Medical Research Council en Dundee (Escocia), esta pacense recibirá la Medalla de Extremadura. En la actualidad, Guadalupe Sabio Terrón (Badajoz, 1977) dirige un grupo de investigación en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares del Instituto Carlos III de Madrid.
Según explicó ayer a este diario, «para mí la Medalla es un honor porque representa no solo reconocer mi trabajo sino a nuestra universidad, la ciencia y la investigación para intentar mejorar la sociedad. Además, esta medalla tiene un valor sentimental especial porque es donde he nacido, por eso la recibo con mucho orgullo y cariño»
Hay que invertir más
Para Sabio, «sin la ciencia es muy difícil luchar contra los problemas que van apareciendo, tanto médicos como medioambientales. Creo que no si no se invierte ahora en ciencia no lo vamos a hacer nunca. Es momento de que España dé ese paso de manera decidida y firme, pero no invertir un poquito más que antes sino como los países del primer mundo, como Alemania, Estados Unidos o China».
Y es que la situación de los científicos españoles, se queja, es mucho más precaria que en países de su entorno. Por ello, la científica extremeña considera que se necesita más financiación y apunta otro escollo, la burocracia. «No tiene sentido que tengamos que perder horas y horas de nuestro tiempo para hacer trámites». Además, pide estabilidad. «Se hacen leyes sin pensar cómo se van a implementar y detrás de ellas hay personas con un futuro que queda truncado por un cambio en el tipo de proyectos y becas. No se pueden dar tantos bandazos porque la gente que se dedica a la ciencia tiene que poder tomar decisiones en su vida».
Lola Dorado cree que este reconocimiento es la prolongación de una lucha que impulsó Marco Sánchez Becerra, fallecido en septiembre de 2021 por ELA (esclerosis lateral amiotrófica), una enfermedad 'invisible' hasta ahora y que en Extremadura padecen unas cien personas. Según la presidenta de la asociación ELA Extremadura, «nos ha dado mucha alegría esta medalla y teníamos muchas ganas, ya que Marco lo dio todo por visiblizar la ELA y este reconocimiento es una prolongación de su deseo porque la ELA existe y fue Marco quien dio los primeros pasos para darla a conocer aquí en Extremadura».
Para Dorado, cada año que pasa esta enfermedad degenerativa es más conocida y ahora mismo están volcados en que se apruebe una ley que al fin facilite la vida a los afectados y sus familiares.
Fuera de la región, ahora mismo el futbolista Juan Carlos Unzué está haciendo mucho para que se investige su enfermedad. «Que alguien conocido hable de la ELA significa mucho. Unzué en el partido del otro día ayudó mucho a esa visibilidad, ya que solo en el Camp Nou (se enfrentaron el Barcelona y el Manchester City) había 91.000 personas que se enteraron de qué era la ELA. Marco en Extremadura era muy querido y también ha contribuido a esa difusión, y es que solo se ayuda a lo que se conoce, como el alzhéimer o el cáncer, por citar dos ejemplos, por eso es muy importante la labor de los medios de comunicación gracias a medallas como esta», exponía ayer Lola Dorado.
Necesitan recursos
Este jueves subirán al escenario del Teatro Romano la mujer y el hijo de Marco y será la hermana, Inmaculada Sánchez, vicepresidenta de ELA Extremadura, quien agradezca la medalla.
Para Lola Dorado es momento de reivindicar más recursos. «No hay nada de nada. Al enfermo de ELA no lo cubre el sistema sanitario cuando necesita un fisio o un logopeda y al final está condenado a vivir las 24 horas en su domicilio. Yo no soy el prototipo de enfermo de ELA porque llevo doce años con la enfermedad y aún puedo hablar, soy una privilegiada, pero esta es una enfermedad muy cruel, te dan tres o cuatro años de vida y muchos solo están esperando la muerte».
Por ello, prosigue, en 2017 crearon esta asociación en la región con el fin de ofertar fisio, logopedas y apoyo emocional a quienes antes no tenían ningún recurso.
Eva González (San Martín de Trevejo, Cáceres, 1973) llegará a Extremadura hoy desde Holanda para recoger mañana por la noche la Medalla de Extremadura. No podrá alargar la estancia en su tierra, pero no lo lamenta porque este verano ha pasado, como cada año, las vacaciones en San Martín de Trevejo, su pueblo. Allí ya le han felicitado sus vecinos y con los suyos ha podido celebrar por adelantado el mayor reconocimiento que otorga la comunidad autónoma en la que nació y de la que se tuvo que ir con dos años cuando su padre emigró para ganarse la vida.
«El impacto ha sido enorme, aún no lo he digerido. Estoy muy contenta de recibir este enorme reconocimiento y muy agradecía», contaba ayer a HOY, mientras regresaba a casa después de un juicio.
Y es que esta abogada extremeña, que lleva ejerciendo dos décadas en Países Bajos, tiene el mérito de haber sido quien destapó el escándalo de los abusos cometidos contra miles de familias, la mayoría extranjeras, por prestaciones sociales otorgadas para el cuidado de los hijos, que llevó al gobierno holandés a dimitir en bloque en enero del año pasado y a la Hacienda pública después, a reconocer el sesgo racista de las ayudas.
La extremeña, casada y madre de dos hijos de 18 y 13 años, logró demostrar que las agencias del gobierno holandés acusaron injustamente a más de 20.000 familias ante los tribunales y les obligaron a devolver al Estado las prestaciones que habían recibido conforme a la ley, abocándoles al endeudamiento y la pobreza. Hoy, apunta González, el caso que ella destapó y que aún no está cerrado, afecta a más de 60.000 familias.
Un empujón para seguir
Y no va a rendirse. De sus buenas dosis de paciencia y perseverancia dan prueban los siete años en los que estuvo investigando este caso hasta que logró desenmarañarlo. Recibir la Medalla de Extremadura, que llega después de que el año pasado recogiese el premio 'Extremeño de HOY' concedido por este diario, es un impulso más para no abandonar. «Este reconocimiento es un empujón para seguir trabajando y ayudar a la gente para que le paguen todos los daños y perjuicios que les han hecho», reconoce.
De los que le han ayudado en este caso se acordará mañana en el discurso que pronuncie, así como de los emigrantes extremeños. «Es un reconocimiento también para todas las personas que han tenido que irse de sus pueblos para trabajar en Francia, Alemania, Holanda o Suiza. La gente cuando emigra tiene mucho miedo a perder sus costumbres, su comida, su cultura y me gustaría hablar de eso y dedicarle la Medalla».
«Dicen que uno no es profeta en su tierra, pero este proceso lo ha sido». Es la frase con la que Miguel Ángel Gallardo, alcalde de Villanueva de la Serena, concluye la conversación unos días antes de recoger la Medalla de Extremadura acompañado por el alcalde de Don Benito, José Luis Quintana. Un reconocimiento, coinciden ambos, «para la ciudadanía, no para los alcaldes ni para la clase política».
Aunque no será una, sino dos las medallas que la Junta de Extremadura entregará este miércoles al proyecto de fusión de ambas poblaciones que se decidió en referéndum el pasado 20 de febrero. «Será de forma compartida, pero tendremos dos medallas por lo que podremos disfrutar de cada una en sendos ayuntamientos», dice Gallardo, «ya cuando seamos una única ciudad estarán ambas compartiendo un mismo espacio como recuerdo de lo que fuimos y lo que representa esta unidad».
Un futuro para el que avanza que se sigue trabajando al ritmo previsto y que cree que recibe un nuevo impulso con esta medalla. «Lo agradecemos y trasladamos nuestro firme compromiso de seguir trabajando para devolver este reconocimiento en forma de crecimiento económico y social para el conjunto de la región».
También deslizaba su opinión por el rechazo provocado en algunos sectores de la ciudadanía: «Las mayorías silenciosas son mucho más amplias y numerosas que las minorías ruidosas, por lo que siempre se agradecen estos gestos». Una situación que también entró a valorar José Luis Quintana que sostiene que «una minoría no va a ensombrecer este reconocimiento». En ese sentido, sobre el proceso judicial iniciado, argumenta que «no denuncian irregularidades en el proceso, han presentado un recurso sobre un acta de los funcionarios donde no hubo intervención política, es decir, van contra los funcionarios y yo voy a defender a los funcionarios porque hicieron una labor intachable».
El alcalde dombenitense se remonta al pasado 20 de febrero, día de la consulta popular, para recordar que «más del 66% de los dombenitenses quiere la fusión con Villanueva y por tanto ahora tenemos un mandato ciudadano que tenemos que llevar adelante, es imparable».
Para Quintana, con este proceso de unión, «se da un paso importante y probablemente esto también sirva para que se haga una reflexión sobre la planta municipal en España que tendrá que abordar la necesidad de la modificación de 8.131 municipios». En ese sentido, el primer edil reconoce que el camino no está exento de escollos, «porque en este país se han hecho leyes para dividir, pero nunca para unir; nosotros estamos dispuestos a llevarlo adelante y que en el 2027 esto sea un solo municipio manteniendo los dos distritos».
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