Borrar
Una vieja caravana circense ocupa la escena del Teatro Romano de Mérida como eje del montaje de un 'Anfitrión' elaborado y que ofrece un gran reparto.

Ver fotos

Una vieja caravana circense ocupa la escena del Teatro Romano de Mérida como eje del montaje de un 'Anfitrión' elaborado y que ofrece un gran reparto. BRÍGIDO

'Anfitrión' o el milagro de una comedia que consigue hacer reír

Brillante montaje ideado por Juan Carlos Rubio, en el que los actores y la composición musical logran sellar un resultado sobresaliente

Jueves, 30 de julio 2020

'Anfitrión' supera la prueba del algodón. Entretiene, es dinámica, elaborada, tiene una magnífica dirección y un trabajo actoral excelente. Es una comedia que, ¡milagro¡, lo es porque efectivamente hace reír. La segunda obra del Festival de Mérida es uno de esos montajes recomendables en el que la palabra y la música se unen atinadamente. Objetivo cumplido para quien pensó en esta obra y en esta versión y para el espectador que todavía tenga dudas de presenciar una obra de teatro en tiempos de pandemia.

El innegable mérito de 'Anfitrión' nace de una reflexión general aplicable al Festival y a otras citas culturales. Que una comedia haga reír en Mérida es fácil y complicado a la vez. Fácil para los que llegan ensimismados por el escenario del Teatro Romano, para los que solo quieren un poquito de desahogo y para los que una facilona mezcla de 'teta, culo, pedo y pis' se admite sin rechistar para pasar un buen rato.

Pero resulta complicado, trabajado más bien, para el espectador o el periodista que llega a presenciar el montaje bajo el reclamo de un producto teatral que se vende como cómico y al que, con toda la razón, se le deben exigir unas mínimas condiciones de calidad artística y actoral.

La dramaturgia, la música y la escenografía se confabulan para propiciar un montaje dinámico

No se trata de ser un tiquismiquis, no, sino de que lo que se anuncia se corresponda más o menos con lo que se desarrolla. El Teatro Romano emeritense ha sido testigo de supuestas comedias que, básicamente, han sido piezas infames, poco curradas, sin gracia alguna. Perfectamente olvidables y prescindibles.

Vídeo. Paco Tous y Pepón Nieto, durante la representación de 'Anfitrión' en el Teatro Romano de Mérida Brígido

Expectativas

Los creadores de 'Anfitrión', la segunda obra de la singular edición de este año, pueden estar tranquilos. Los espectadores, afortunadamente también.

Merece la pena pagarse una entrada, estar una hora y cuarenta y cinco minutos con una mascarilla y guardando la mayor distancia de seguridad (en la medida de lo posible) para ver un montaje bien armado que hace reír con naturalidad, que tiene un grupo de seis actores que saben lo que hacen y cuya dramaturgia está perfectamente estructurada. Además, nace con un anticipo de rara humildad por uno de sus protagonistas, algo que para alguno puede entenderse como rebajar expectativas.

«No es una comedia desternillante, pero ofrece un estado de felicidad constante», decía Pepón Nieto, un valor seguro de la escena, en la presentación de la obra.

El actor malagueño, que demostró su valía anteriormente en Mérida con su recordado 'El eunuco' y 'La comedia de las mentiras', acierta con su comentario sobre cómo es el montaje.

Se huye de buscar la risa fácil y la interpretación de los seis actores propicia un montaje recomendable

A este renovado 'Anfitrión', al que el francés Moliére readaptó en el siglo XVII del texto original del latino Plauto del siglo II a. C., le cuesta arrancar pero una vez que el motor de la palabra y la interpretación de los actores empieza a carburar toma un ritmo interesante, rumboso, singularmente conseguido como pieza de enredo y una historia de personajes dobles... en la que uno es lo que parece y lo contrario.

Nieto es también el productor de 'Anfitrión', compartiendo gastos con el propio Festival emeritense. «Ser un productor es un deporte de riesgo muy gratificante», ha resaltado en otras de sus frases lapidarias. Con lustrosos trabajos como el de 'Anfitrión', debe tener claro que ese riesgo pasará a ser mínimo.

Acierto

El propio Pepón Nieto, su 'hermano' inseparable de trabajos, Paco Tous, Fele Martínez, Toni Acosta, María Ordóñez y Daniel Muriel completan una actuación brillante, realmente grupal, que dota a la representación de un pulso constante.

No adolece de vaivenes ni tampoco del lastre de hacer recaer en uno o dos actores casi exclusivamente el peso de la obra y convertir en casi insignificantes al resto del reparto.

Su director y adaptador, Juan Carlos Rubio, acierta aunque, de primeras, pueda llamar la atención una vieja caravana circense de mitad del siglo pasado incrustada en el frente escénico del monumento romano.

Es la fórmula elegida para explicar una historia de suplantación de identidades y de equívocos que Plauto ideó para contar que el dios Júpiter (Muriel) y su hijo Mercurio (Tous) suplantan al general Anfitrión (Martínez) y su criado Sosias (Nieto), respectivamente para que el dios pueda acostarse con Alcmena, la mujer de Anfitrión (Acosta). Tesala (María Ordóñez) es la sirvienta de Alcmena.

La notable composición musical del argentino Julio Awad, que obliga en algunos pasajes a cantar (francamente mejorable en el caso de Acosta y Tous, fantástico en el caso de Ordóñez) y a bailar –parecía en algunos momentos la película La La Land– aporta otro gramo más de credibilidad artística a la representación.

En la escenografía, obra de Curt Allen Wilme, sobresale la colocación de telas circenses para dar más autenticidad al guión narrativo con el que se pretende trasladar la historia clásica. La proyección de sombras chinescas sobre unos telones de contornos humanos para explicar cómo Anfitrión traslada a sus militares el triunfo en una batalla es uno de los momentos más acertados.

El papelón de Pepón Nieto, que parece parodiarse así mismo con sobresaliente tino, se junta con el de Paco Tous, que ya conoce las piedras del Teatro, y con el del resto de actores: Fele Martínez (ya estuvo en Mérida con la obra 'Vulcano') está magnífico; Toni Acosta, muy creíble, y Dani Muriel, igualmente notable.

María Ordóñez, que se llevó un reconocimiento en los antiguos premios Ceres del Festival con su premio de Juventud en 2014, añade un complemento interesante al montaje en su papel de esposa de Sosias, paradigma de la doble personalidad.

La canaria Toni Acosta, una de las actrices más mediáticas del momento, y Muriel son debutantes en el monumento romano emeritense. Pueden estar satisfechos.

El vallisoletano Dani Muriel está doblemente de enhorabuena. Por su excelente trabajo en 'Anfitrión' y por su reciente paternidad. El 4 de julio nació su primera hija a la que ha puesto el nombre de... Mérida. Su esposa es Candela Serrat, la actriz hija de Joan Manuel Serrat.

Cerca de 1.500 espectadores asistieron el miércoles al estreno de 'Anfitrión'. Estará en escena hasta el próximo domingo.

La próxima semana está programada otra comedia en el Festival, 'La comedia de la cestita', basada en otro texto de Plauto. María Esteve, Mariola Fuentes, Itziar Castro o Alex O'Dogherty están en su reparto.

 

 

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

hoy 'Anfitrión' o el milagro de una comedia que consigue hacer reír