![Un cable originó el incendio en la planta fotovoltaica de Talaván](https://s1.ppllstatics.com/hoy/www/multimedia/2024/07/22/Talavn%20buena-RoodQVeQKJ5XtEmWRYvvL4I-1200x840@Hoy.jpg)
![Un cable originó el incendio en la planta fotovoltaica de Talaván](https://s1.ppllstatics.com/hoy/www/multimedia/2024/07/22/Talavn%20buena-RoodQVeQKJ5XtEmWRYvvL4I-1200x840@Hoy.jpg)
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Un fuego en la planta fotovoltaica de Talaván, bien visible desde la ciudad de Cáceres, a unos 30 kilómetros de distancia. Otro, antes, en la de Ceclavín. Los dos en la misma semana. El de Talaván, ocurrido el pasado sábado, ha propiciado que se ... quemen 867 hectáreas y ha dañado buena parte de la infraestructura de la planta solar. El de Ceclavín quedó en poco más de un susto.
¿Hay más riesgo de incendio forestal en las zonas ocupadas por plantas solares fotovoltaicas? «Estas son susceptibles de incendios, como lo es cualquier instalación industrial. El riesgo es algo más que en los terrenos donde hay solo pastizal. Pero no es un riesgo elevado ni bajo, sino diferente», comenta a HOY Alberto Murcia, jefe de sección del servicio de Prevención y Extinción de Incendios de la Junta.
En Talaván, la hipótesis que maneja la Junta es que el incendio, que se originó dentro de la fotovoltaica, tuvo su origen en el fallo de un conductor eléctrico. Una chispa en un sábado muy ventoso, caldo de cultivo para originar un fuego complicado en cuya extinción han participado alrededor de 180 personas. Anoche estaba controlado pero no extinguido. Consolidado el perímetro y refrescando los puntos calientes.
«Cuando se origina un incendio en una instalación de este tipo arden materiales de tipo industriales que dificultan la extinción por los gases que emiten. La exposición al humo que emiten es peligrosa. Aparte de usar agua, otro elemento diferente respecto a un incendio en una superficie forestal o agrícola es que hay que extinguirlo a través del polvo», explica Murcia.
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Cuando se pone en marcha una planta fotovoltaica, incide el experto en prevención y extinción de incendios, hay que conseguir no solo una declaración de impacto ambiental favorable y diversos permisos sino presentar, de un lado, un plan de autoprotección, y de otra parte una memoria técnica de prevención.
El primero es un instrumento de protección civil que establece los protocolos de actuación en caso de incendio. El segundo, concreta Alberto Murcia, es un instrumento de prevención de incendios forestales. «Se planifican actuaciones sobre el combustible vegetal. Cortafuegos perimetrales para evitar que los incendios entren en la planta y desbroce de zona aledañas a las placas solares», dice
Debajo de las placas solares siempre hay algo de pasto, «poco, pero siempre hay aunque haya desbroces o se metan ovejas. No podemos hormigonar el suelo de la plantas solares, que sería la única manera de que el riesgo de propiciar un incendio forestal fuera cero», remarca.
¿La normativa actual es suficiente para minimizar riesgos de fuegos por fallos en instalaciones fotovoltaicas o termosolares? Alberto Murcia lo tiene claro. «Es más que suficiente para atender el riesgo de fuego», anticipa.
«Los incendios originados por plantas fotovoltaicas no son relevantes. Son una parte ínfima del total de incendios que se producen cada año», subraya. El 50% –expone– son intencionados. Por este motivo, «no podemos generar alarma social por el incendio de Talaván y de antes de Ceclavín».
La planta de Talaván tiene 300 megavatios de potencia instalada. Su inversión rondó los 280 millones de euros. Su dueño es la empresa israelí Ellomay Capital, que en 2019 vendió el 49% de las acciones a diversos fondos británicos de inversión.
La instalación se conectó a la red eléctrica a finales de 2020. Ocupa 510 hectáreas de cuatro términos municipales diferentes.
El incendio de Cabeza del Buey, en la comarca de La Serena, es el mayor producido hasta ahora en el verano extremeño. Oficialmente la Junta cifra en 871 las hectáreas quemadas el viernes 5 de julio en el municipio caputbovense, cuatro hectáreas más que las contabilizadas en Talaván. El origen del fuego en Cabeza del Buey, según la Consejería de Gestión Forestal, está en el trabajo que realizaba poco después de la una de la tarde una cosechadora. Dice genéricamente la normativa que la maquinaria agrícola debe estar en buenas condiciones de funcionamiento para que no se originen chispas durante el trabajo. Y que este no se puede realizar en determinadas horas cuando el riego de incendio es muy alto o hay avisos meteorológicos activados.
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