Secciones
Servicios
Destacamos
Dos ancianos degollados en sus casas. Ambos vivían solos, tenían fama de acumular dinero y hacer préstamos y sufrieron una mutilación brutal. Sus crímenes se separaron cuatro meses y 100 kilómetros y se buscó a un asesino en serie en Extremadura.
El sábado 2 de julio de 1927 ocurrió el llamado crimen de la calle de la Luz porque esta era la dirección en la que residía Antonio, un anciano de 78 años, en Jerez de los Caballeros. El suceso impresionó tanto a los que vieron la escena de los hechos que saltó a los periódicos nacionales y movilizó a periodistas de todo el país.
Antonio, era conocido por acumular dinero en casa, según las crónicas de la época. Por llevar una vida de ahorro, «tenía fama de avaro adinerado», publicaron.
El anciano estuvo en casa de unos vecinos durante la tarde del crimen y al anochecer entró en su vivienda, un caserón que antes había sido un convento. «Al poco rato se oyeron gritos de Antonio, y los vecinos se estacionaron junto a la puerta de su casa, para ver qué ocurría», indicó El Diario Placentino.
Una sobrina de Antonio llamó a la puerta para saber qué ocurría dentro, pero después de varias llamadas, y al comprobar que no respondía, se marchó. Los vecinos pensaron que los gritos habían sido «un capricho del anciano» y no se preocuparon. Al día siguiente, sin embargo, volvieron a llamar y, al seguir sin contestar, decidieron entrar.
El cuerpo de Antonio fue encontrado en la primera sala de la casa, boca abajo, degollado casi hasta decapitarlo. Había perdido mucha sangre y había huellas ensangrentadas, de varias personas y de pies descalzos, en toda la casa.
Los investigadores determinaron que los responsables habían trepado por una tapia tras subirse a un árbol y que habían preparado una cuerda para poder huir por el mismo lugar. El robo parecía el móvil obvio del asesinato, sin embargo, los guardias determinaron que no faltaba dinero ni objetos, lo que les dejó desconcertados.
Cuatro meses después el crimen de la calle de La Luz volvió a los periódicos. Fue debido a un asesinato casi idéntico a menos de 100 kilómetros, en Jerez de los Caballeros.
Joaquina, una mujer de 84 años, se retiró a dormir a su casa de Berlanga. Era viuda y llevaba años viviendo sola. En su pueblo tenía fama de acumular riqueza e incluso realizaba préstamos si estaban dispuestos a devolverlo por un buen interés.
A pesar de su avanzada edad estaba conservaba sus facultades y salía de su vivienda, al menos, dos veces al día, para asistir a misa por la mañana y por la tarde. El 20 de noviembre de 1927, cuando no cumplió con su ritual, sus vecinos la echaron de menos y entraron en la casa para comprobar si estaba bien.
Encontraron el cadáver en la cocina, en una enorme charco de sangre. La prensa publicó una foto de la escena del crimen cedida por los investigadores. En la misma se aprecian sillas y muebles caídos, probablemente durante la lucha.
El Correo Extremeño reveló que la anciana se había desangrado degollada y que había sufrido otras mutilaciones, pero no reveló los detalles. Calificó el crimen como «repugnante y salvaje».
Desde el primer momento la investigación estableció que se trataba de varios responsables. El estado de la casa hacía pensar que varias personas habían pasado tiempo en la vivienda. En indicio más claro es que la anciana tenía un jamón en su cocina y los que la asesinaron se entretuvieron en comerse gran parte de esta pieza mientras cometían el crimen.
En Berlanga el crimen causó una gran conmoción que dio paso a la alarma porque muchos recordaban que dos décadas antes esta localidad había sufrido un crimen muy similar en el que los responsables nunca habían sido detenidos. «Es grande la consternación que existe en este pueblo, pues hace 25 años que se cometió otro en análogas o parecidas circunstancias que no fue descubierto y durante dicho largo tiempo, no se ha registrado otro de igual naturaleza», publicó el periódico al día siguiente de este asesinato.
En el caso del crimen de Joaquina, cuatro días después de los hechos los investigadores realizaron cuatro detenciones. Lo hicieron después de que la Guardia Civil interrogase prácticamente a todos los vecinos de la localidad que podrían tener contacto con la víctima.
La presión era enorme y, tras las declaraciones, el juez decretó el traslado a la cárcel de Llerena de cuatro de las personas que habían sigo interrogadas. Según publicó la prensa, dos de ellas, vecinos de Berlanga, fueron arrestado porque había claros indicios de su responsabilidad o complicidad. Sobre los otros dos implicados no se reveló ningún dato.
Sea como sea, las detenciones calmaron el ambiente, aunque por poco tiempo, porque no hubo juicio. Los detenidos no llegaron a ser procesados por los hechos. En algún momento de la investigación, se descartó su participación.
Tras los dos asesinatos con similar 'modus operandi', la prensa no tardó en unirlos. Juan Berenguer, periodista del Correo Extremeño, comparó ambos sucesos. «En Jerez de los Caballeros han repercutido ese otro crimen cometido en Berlanga recientemente, conmoviendo a la opinión, que encuentra una especial analogía entre las circunstancias de uno y otro caso. La hora en que se perpetraron ambos delitos viene a ser aproximadamente la misma, la ejecución tan semejante que no puede parecerse más una gota de agua a otra, los rastros, iguales y luego, la elección de las víctimas: solitario Antonio, solitaria Joaquina, avaro el uno, codiciosa aquella».
Este periodista aseguró que había hablado con los investigadores del crimen de la calle de la Luz y que le había adelantado que la resolución estaba cerca, aunque sin revelar detalles. En efecto se detuvo a varias personas, no ladrones, sino familiares del anciano, ya que se temía que la muerte hubiese sido por la herencia. Pero tampoco hubo juicio. Los casos quedaron abiertos ¿Se busca asesino en serie de avaros?
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Jon Garay y Gonzalo de las Heras
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.