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«Estuve callada por miedo, por vergüenza, por asco. No comenté con ninguna compañera de trabajo lo que me había pasado. Hasta que un día ... vi a una llorando y hablamos. Ahí es cuando me enteré de que no solo me afectaba a mí». Es el testimonio de una de las cuatro trabajadoras del Colegio de Médicos de Badajoz que ha denunciado al oficial mayor de la entidad. Prefiere guardar el anonimato porque todavía está «muy mal» pero, en cierta manera, siente algo de alivio por haber denunciado. Como las otras tres empleadas.
Como adelantó HOY, el juzgado de instrucción número 3 investiga a Javier Rayo Madrid, oficial mayor hasta el lunes de la institución colegiada, por abuso sexual, acoso sexual y amenazas a cuatro empleadas del Colegio.
En el caso de la mujer con la que ha hablado este diario, fue hace «algo más de un año cuando empezó el acoso y el abuso de esa persona». «Ahí empezó una situación incomprensible y que me ha tenido paralizada durante mucho tiempo», explica. El viernes pasado acudió a la Policía.
«Sí, es cierto que un año aguantando esto es mucho pero no denunciamos antes, además de por miedo a represalias laborales –no todas son trabajadoras fijas del Colegio–, porque pensábamos también que no nos iban a creer y Javier es una persona cercana a Pedro Hidalgo (presidente del Colegio de Médicos de Badajoz)».
«Cuando pasa alguna de las situaciones que hemos denunciado sientes vergüenza, sientes asco. Tenemos familia, tenemos amigos y pasar por esto es muy difícil. Y también hay miedo, por qué no decirlo», incide.
«Dimos el paso de denunciar ante la Policía Nacional porque desde inicios de enero ya lo sabía el presidente del Colegio. No vimos que se hiciera nada por apartar al oficial mayor de su puesto de trabajo. Eso y porque nos encontramos a una persona que es la que nos ha ayudado únicamente en estos momentos difíciles de sacar lo que hemos sufrido. Sin María no sé qué hubiéramos hecho», relata en referencia a María Ibáñez Bernáldez.
Son cinco las órdenes de alejamiento y de incomunicación provisional impuestas por el juzgado pacense a Javier Rayo Madrid en el caso que instruye. Como también ha informado HOY, el juzgado también prohíbe al ya exoficial mayor de la entidad colegiada acercarse a menos de 100 metros del domicilio y de los lugares de trabajo de la que es vicepresidenta primera del Colegio pacense, María Ibáñez, persona a la que la magistrada le confiere protección. Ha sido fundamental para que las trabajadoras pudieran denunciar su situación. Les acompañó a la hora de acudir ante la Policía Nacional y tener asesoramiento jurídico, según ha podido confirmar este diario.
Este es el motivo por el que el juzgado pacense extiende la orden de alejamiento y de comunicación del oficial mayor a una quinta persona.
Natural de Olivenza, María Ibáñez es médica forense, doctora en medicina, profesora universitaria e involucrada en ofrecer apoyo a las víctimas de violencia de género desde sus ámbitos de actuación.
Trabaja en el Instituto de Medicina Legal de Badajoz y da clases en la Universidad de Extremadura en el área de Medicina Legal y Forense.
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Entró en la directiva del Colegio de Médicos de Badajoz como vicepresidenta primera en agosto de 2020. Está al frente del consejo de atención a la mujer médica para combatir la violencia de género y la violencia sexual. «Prevenir, conocer y denunciar cualquier forma de discriminación por razones de sexo y detectar la violencia de género y la sexual» son los objetivos declarados de ese consejo de la institución médica.
Asumió su dirección con un planteamiento nítido a cumplir: que desde el colectivo médico se avance en ofrecer un servicio de atención psicológica y jurídica a mujeres que sufren cualquier tiempo de violencia. Como especialista forense judicial es conocedora de esa realidad.
La facultativa suele dar charlas a los cuerpos y fuerzas de seguridad y participó en la Asamblea de Extremadura en 2019 en el acto institucional del 8M, Día Internacional de la Mujer.
Según ha conocido este diario, las trabajadoras que denuncian haber sufrido abuso sexual transmitieron en sus declaraciones ante la Policía Nacional y el juzgado el apoyo «fundamental» de María Ibáñez cuando decidieron dar ese paso.
La investigación sigue abierta desde el juzgado de instrucción número 3 y es muy posible que se tomen nuevas declaraciones.
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