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Desde Don Benito salieron 46 de los menores que han pasado el verano en la región. E. Domeque
«Por desgracia, ya les toca volver al Sáhara»

«Por desgracia, ya les toca volver al Sáhara»

Despedida. Los niños saharauis regresan a las duras condiciones del desierto tras disfrutar del programa 'Vacaciones en Paz'

Jueves, 5 de septiembre 2024, 07:23

Cantaba el Dúo Dinámico aquello de «el final del verano llegó, y tú partirás», y con esa canción se despedía Marisa Sánchez de los pequeños saharauis que han pasado con ella estas últimas semanas estivales gracias al programa 'Vacaciones en Paz'. «La estábamos escuchando hace un momento y, ahora ya sí, toca despedirse», cuenta la que es presidenta de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui en Don Benito. Desde esta localidad pacense partieron ayer 46 menores de los 135 que llegaron a Extremadura el pasado mes de julio para vivir por unas semanas lejos de las duras condiciones del desierto, con más de 40 grados casi a diario y viviendo como refugiados de guerra en los campamentos del Tinduf.

«Por desgracia, ya les toca volver al sitio donde tienen que vivir los nueve meses del resto del año, pero al menos están con su familia», prosigue Sánchez, que conoce bien las condiciones de estos campamentos «que están en una degradación constante, cada día peor».

Por eso es cada vez más importante que estos menores disfruten de estas ocho semanas con sus familias de acogida en la región. «Los primeros días siempre son un poco complicados, por el idioma y por la adaptación; algunos han dado algún problemilla al principio, pero después la adaptación ha sido total, y para otros ha sido como si hubieran estado aquí toda la vida», explica.

«Ella te dice que no se quiere ir, pero en el fondo quiere ver a su familia»

Además, su estancia se aprovecha también para llevar a cabo chequeos médicos poco habituales en su país. Así, de la sanidad extremeña se van a beneficiar dos de estos pequeños que no van a regresar por el momento con sus familias. «Hay una niña de diez años que tiene piedras en la vesícula y se tiene que operar; igual que un pequeñito de seis años que tendrá que ser operado del riñón», dice en medio de un gran bullicio provocado por las despedidas para afrontar un viaje que, tras salir de Extremadura, les lleva a coger un avión casi a medianoche para su regreso.

Atrás quedan unas semanas de recuerdos para llenar varias mochilas; vivencias para los más pequeños, pero también para sus familias de acogida. «La adaptación ha sido buenísima», expresa Antonia García sobre la estancia de Huda en Campanario, localidad en la que también estuvo antes su hermana con esta misma familia. «Es buenísima y eso que apenas hablaba el idioma; y ahora que ya se estaba empezando a soltar, llega el día de la despedida», dice esta campanariense ya veterana en el programa 'Vacaciones en Paz'. Pese a todo, la pequeña se aprendió bien sus dos cosas preferidas: piscina y pantano. «'Toni, pandano', eso lo repetía constantemente, mucho más el pantano, que le ha encantado; pero no veía el peligro porque, claro, ella no había visto ni lo que era un grifo», añade antes de ese último abrazo de despedida.

Muy cerca de Don Benito, en Medellín, ha pasado estas semanas la pequeña Mariam. «Llevamos muchos años acogiendo, para ella era el segundo año con nosotros, que ya tuvimos antes a otra niña que hoy tiene 21 años», explica Jesús, que participa en esta experiencia junto a su mujer. «Hemos ido con ella a la playa, a la piscina, al circo… Es una experiencia muy bonita; la playa le ha llamado la atención por la gran cantidad de agua, pero lo que más le ha gustado es el circo, que se lo preguntamos ayer», añade ella, que se queda con la satisfacción de haber disfrutado de este verano junto a la pequeña.

Mariam no pierde la sonrisa en los instantes previos a la subida al autobús; sin embargo, cuando empiezan a pasar lista para subir, la niña se rompe a llorar. «Cuando vienen estás muy contento y preparando todo, luego se pasa mal los primeros días una vez que se van porque ahora la casa se queda vacía», reconoce esta pareja. «La despedida es muy triste, ella te dice que no se quiere ir, pero en el fondo quiere ver a su familia».

Es una experiencia que, pese a todo, recomiendan, «porque ellos te aportan también mucho a tu día a día; no es tanto lo que le aportamos nosotros porque con lo poquito que tienen ellos, te lo dan todo». En su caso, han mantenido un contacto diario con la familia de Mariam, que enviaba fotos de su experiencia a su familia; además, también mantienen el vínculo con la niña que acogieron hace unos años.

Mariam no perdió la sonrisa hata el momento de subir al autobús. E. Domeque

Y es que, pese a ser tan solo dos meses, es tiempo más que suficiente para establecer un lazo con Extremadura que tanto los niños como las familias mantienen para siempre.

Con esa despedida empieza la cuenta atrás para las 'Vacaciones en Paz' de 2025, un programa que la Federación Sáhara Extremadura vuelve a calificar como exitoso. Agadecen el compromiso de las familias extremeñas, administraciones, colaboradores y voluntariado, así como a la Delegación Saharaui en Extremadura.

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