Cuatro trabajadoras del Colegio de Médicos de Badajoz acusan al oficial mayor de abuso sexual

Fue el jueves cuando tres de las cuatro mujeres acudieron ante la Policía Nacional para presentar denuncia. Después se sumó una cuarta empleada de la institución colegial. Tras sus declaraciones, los agentes procedieron a la detención de Javier R. para tomarle declaración.

Todas son trabajadoras del Colegio de Médicos (tres de ellas de su plantilla y una es de una empresa externa con relación laboral con la entidad) que, aseguran, han sufrido desde hace meses tocamientos y besos en la boca por parte del oficial mayor. Además, habrían sido amenazadas por este para que ese comportamiento no trascendiera.

La denuncia explica que el 5 de enero se presentó un escrito para su registro en el Colegio de Médicos para que la institución tuviera conocimiento de la situación. Sin embargo, ese escrito no llegó a ser registrado oficialmente aunque parte de la directiva de la entidad pudo tener conocimiento de los presuntos abusos. En cambio, el denunciado sí tuvo conocimiento del mismo y, específicamente, de las declaraciones de cada mujer y sus acusaciones.

Veinte días más tarde, el día 25, el martes pasado, se abrió una comisión interna de investigación por parte del Colegio de Médicos mientras que la denuncia policial se activó dos días más tarde.

Según se deduce del auto del juzgado de instrucción número 3, el oficial mayor habría admitido parte de las acusaciones realizadas por las trabajadoras pero negando la gran parte de los delitos de los que se acusa.

El auto judicial al que ha tenido acceso HOY apunta a que existen indicios para imputar a Javier R. M. los hechos que se denuncian. «Podrían ser constitutivos de delitos que atentan contra la integridad física y moral de las perjudicadas e impiden su derecho al sosiego y a la tranquilidad», se apunta.

«Hasta el momento se han acreditado indicios racionales que permiten afirmar» que las trabajadoras están «sometidas a una situación objetiva de riesgo como consecuencia de los actos que contra ellas ha dirigido el denunciado».

Las declaraciones de las trabajadoras a las que la magistrada del juzgado y la propia Policía dan, de inicio, credibilidad, han descrito «una situación coincidente y reiterada en el comportamiento del investigado, con tocamientos de carácter sexual y besos en la boca, situación que les ha generado miedo y frustración y ante la cual se han sentido desprotegidas al no haberse acordado su expulsión inmediata de su puesto de trabajo».

Uno de los testigos que declaró el viernes pasado ante la Policía ratificó además la existencia de frases amenazantes, «constando igualmente que el investigado reconoció parte de los hechos ante algunos miembros de la junta directiva» del Colegio de Médicos de Badajoz.

Ante esa situación, y con independencia de lo que se concluya en la fase de instrucción, se ha adoptado por parte del juzgado pacense unas medidas de protección para las víctimas «con el fin de evitar que la supuesta actuación ilícita por parte del denunciado no persista en lo sucesivo».

La medida cautelar fundamental es decretar una orden de alejamiento de Javier R. M., al que se le prohíbe acercarse a menos de 100 metros al domicilio de las trabajadoras (no todas viven en Badajoz), a su puesto de trabajo, es decir, el Colegio de Médicos, y comunicarse con ellas por cualquier medio, sea telefónico o correo postal o electrónico.

La entidad colegiada ha convocado una reunión extraordinaria esta tarde. A la hora de actualizar esta noticia aún se prolonga. Es un pleno extraordinario de la junta directiva para abordar la situación. Gran parte de la directiva no era conocedora de esta situación hasta el pasado viernes.