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Sin fiestas este verano. O por lo menos sin las celebraciones habituales. San Juan ya pasó sin festejos, para Santiago se han suspendido numerosos eventos en los pueblos extremeños y las tradicionales ferias del emigrante del mes de agosto van por el mismo camino. Las cancelaciones se van conociendo paulatinamente
Una pérdida para el ocio veraniego, más si se tiene en cuenta que muchos municipios tampoco tendrán piscinas, y un alivio para las arcas municipales. «Llevamos mucho dinero gastado a causa de la pandemia», dice Patricia Valle, alcaldesa de Hervás, una de las muchas localidades que no tendrán fiestas este año. «No está previsto trasladarlas a otra fecha, porque no se conciben sin proximidad entre la gente y eso es inviable», añade.
Las verbenas, por el momento prohibidas hasta el 31 de julio, y los festejos taurinos, que se van programando a cuentagotas, suelen tener un gran peso en las celebraciones veraniegas. Este año no va a ser así. Las orquestas están viendo canceladas sus actuaciones. «Habrá pequeñas cositas para los niños, pero ni toros ni orquestas», afirma Cristina Domínguez, alcaldesa de Alía, que avanza que destinará el dinero que no se gaste en las fiestas para obras y empleo.
Algo similar están haciendo el resto de ayuntamientos de la región. Aunque es cierto que el coronavirus se está llevando gran parte de ese presupuesto. «En general, el dinero de las fiestas de julio se destinará a la prevención de la covid», explica Jaime Pardo, alcalde de Casatejada, uno de los únicos pueblos de la zona que ha abierto su piscina. «Para mayor seguridad hemos contratado más personas y adquirido material de desinfección», señala el primer edil como el destino de parte de la cuantía prevista para las fiestas.
A partidas presupuestarias que necesitan un refuerzo debido a la crisis sanitaria ha ido el restante del dinero que no se ha utilizado para las celebraciones de agosto en Hervás. «Lo hemos derivado a contingencias, a una especie de banco de alimentos para atender a las familias más desfavorecidas y a la compra de material sanitario para proveer al personal del ayuntamiento, pero también a la ciudadanía», indica la alcaldesa de este municipio cacereño.
A gasto social y a la lucha contra la covid está dirigiendo, igualmente, el presupuesto de sus fiestas el Ayuntamiento de Perales del Puerto.
Las ayudas al tejido empresarial es otra de las opciones que barajan los ayuntamientos. El estado de alarma ha hecho mucho daño a las cuentas de resultados de los negocios. «Hemos abierto una línea de ayudas al comercio y al empleo», expone Manuel González, alcalde de Olivenza, donde se han suspendido las fiestas, al igual que las de sus pedanías. «No hemos previsto aplazar ningún evento», añade González, que asegura que parte del dinero presupuestado para los festejos se ha ido durante la crisis sanitaria. «Compramos equipos de protección, nos hemos gastado 20.000 euros en mascarillas, y contratado a más gente».
Manuel González | Olivenza
También se ha decantado por las ayudas Coria. Este municipio tiene una de las fiestas veraniegas, los Sanjuanes, de más tradición y con un presupuesto más potente. El Ayuntamiento informó que todo el presupuesto de los eventos que se suspendieran iría para ayudas a los empresarios, autónomos y pymes. «Ya hemos aprobado una línea de 311.000 euros», detalla José Manuel Ballestero, alcalde cauriense.
Más allá del asunto económico, la cancelación de las fiestas provoca un importante vacío en el ocio veraniego de los pueblos. Por ello, hay localidades que se están decantando por mantener algunas actividades. «Las fiestas, como tal, no las vamos a suspender, pero habrá modificaciones; hay eventos que no se van a celebrar de la manera habitual: las actividades tendrán aforos controlados y no habrá verbenas», dice Javier Prieto, alcalde de Piornal.
Una idea que se replica en otros pueblos, como Olivenza, donde «se ha diseñado un programa de eventos culturales que se celebrarán garantizando las medidas de seguridad sanitaria», según su alcalde. O San Gil, que cambiará sus fiestas por un verano cultural.
Las cuatro grandes ciudades de la región también han tenido que suspender sus fiestas debido a la pandemia. Plasencia, que las celebra a principios de junio, ha trasladado esos festivos locales al 4 de agosto, el Martes Mayor, y al 13 de octubre, con el objetivo de hacer una 'feria chica' en el puente del Pilar.
Según informa Ana Belén Hernández, desde el Ayuntamiento no se ha decidido el presupuesto que se destinará a ambos eventos. Lo que sobre, como se está haciendo con otras partidas, se pretende incluir en nuevas líneas de ayuda a los colectivos empresariales y sociales más castigados por la crisis económica generada por la covid. En esa línea ya se ha aprobado la primera modificación presupuestaria –en la que se ha incluido el dinero previsto para los toros– por 400.000 euros en ayudas para pymes y autónomos.
Patricia Valle | Hervás
Uno de los sectores que más se ha visto afectado por la crisis sanitaria es el turístico. Por ello, el Consistorio de Cáceres detalla que ha tenido que «destinar todo el dinero disponible a ayudas a autónomos y a la promoción turística». El presupuesto de la capital cacereña para la Feria de San Fernando era de 119.045 euros, a lo que habría que sumar los gastos de limpieza y seguridad.
Por el contrario, no ha cambiado de destino la subvención de la Concejalía de Turismo de Cáceres a las cofradías, pese a la suspensión de la Semana Santa. Se ha entendido que los gastos en los que incurren las cofradías no se eliminan a pesar de que este año no haya habido procesiones.
La feria de Mérida, que se celebra en septiembre, no tiene un presupuesto específico, informa María Ángeles Morcillo. Por tanto, el dinero que no se destine a los eventos festivos irá a gasto corriente, ya que se empleará en el resto de actos que desarrolle la delegación de Festejos.
No solo se están suspendiendo eventos programados para el verano. Ferias previstas para el otoño tampoco se van a celebrar. Zafra ya ha anunciado que no habrá Feria Internacional Ganadera. La aportación económica del Ayuntamiento para una cita que habitualmente tiene lugar a principios de octubre se mueve cada año entre los 50.000 y los 100.000 euros. Un dinero que en esta ocasión se destinará a cofinanciar el Plan Suma+ de la Diputación de Badajoz.
En un principio, Cáceres pensó trasladar su feria a septiembre, pero el equipo de gobierno ya valora que se suspenda de manera definitiva.
En Hervás también están planteando organizar algo en septiembre, al igual que en Casatejada, donde ese mes tienen fiestas y una feria taurina. «No hemos decidido nada, pero realmente lo vemos complicado», reconoce su alcalde.
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Jon Garay e Isabel Toledo
J. Arrieta | J. Benítez | G. de las Heras | J. Fernández, Josemi Benítez, Gonzalo de las Heras y Julia Fernández
Josemi Benítez, Gonzalo de las Heras, Miguel Lorenci, Sara I. Belled y Julia Fernández
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