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Dom João y Dona Catarina se casan

Boda regia en Crato. Los enlaces fronterizos entre reyes se aprovechan para «estar en el mapa»

Viernes, 21 de febrero 2025, 07:28

La Raya de las bodas reales… En 1523, 1526, 1543 y 1551, infantas de España y Portugal fueron entregadas solemnemente en Badajoz para contraer nupcias ... con el rey de Portugal Juan III (1523), con los reyes españoles Carlos I (1526) y Felipe II (1543) y con el príncipe Juan de Braganza (1551). Además, en 1729, se casó en la catedral de Badajoz Fernando VI, hijo de Felipe V, con la portuguesa María Bárbara de Braganza. Pero Badajoz, gran ciudad que ya «está en el mapa», pasa de sus bodas reales.

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Caso distinto es el de Valencia de Alcántara, donde Isabel, hermana de Juana la Loca e hija de los Reyes Católicos, se casó el 30 de septiembre de 1497 con Manuel I, rey de Portugal, en el formidable templo gótico de Rocamador. Aquella boda se celebra de nuevo cada año, el espectáculo se llama Boda Regia y Valencia de Alcántara aprovecha tan fausto enlace para «estar en el mapa».

Con esa boda, comenzó una movida ibérica de nupcias, muertes, hijos malogrados y desgracias que duró hasta que en 1581 Felipe II fue proclamado rey de Portugal. Para empezar, la reina que se casó en Valencia de Alcántara murió al año siguiente de la boda al dar a luz a su hijo Miguel, que pudo haber sido el primer rey de Castilla, Aragón y Portugal si no hubiera sido porque solo vivió dos años. El rey que se casó en Valencia de Alcántara, conocido como Manuel el Afortunado, aunque buena gracia le haría el sobrenombre a sus esposas, se casó el año 1500 con María de Aragón, hermana de su primera mujer, que en 17 años tuvo diez hijos y luego, murió. Entre esos hijos, estaba Juan III, que se casó con otra española, Catalina de Austria, hermana del emperador Carlos V.

Ese enlace ha dado lugar a la conmemoración de otra boda regia rayana. Se celebra en Crato, no lejos de la frontera de Valencia de Alcántara, y asistimos a ella el pasado 9 de febrero. Fue una fiesta magnífica con un grupo de señoras y caballeros llegados desde Provenza (Danses de Cour Royale) que bailaban danzas barrocas y renacentistas con empaque y donosura. Había otro grupo musical medieval y popular (Porta da Traição) y un tercer conjunto de música árabe con bailarinas del vientre. Sumemos coros, clarines, comida tradicional, cetrería, teatro de fuego, etcétera y tendremos resumido un programa que duró tres días. Además, los espectaculares desfiles, la boda y las danzas se podían admirar sin agobios: nunca pasaban de 200 los espectadores.

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Pero hay un problema. Consultando libros, Inteligencia Artificial, Wikipiedia y páginas web, en ningún lugar hemos encontrado una referencia a esta boda regia. Solo en el blog 'Torres, castillos y fortalezas', se habla de la boda de Crato. Las demás fuentes recogen que los reyes Juan III y Catalina se casaron por poderes en Salamanca el 5 de febrero de 1525. Cuando le conté mis investigaciones al animador turístico del pueblo, no replicó con datos, pero aseguró firmemente que en Crato hubo boda y callé. Rebuscando en Google, Chat GPT y Perplexity, he deducido que a Crato fueron los esposos para que los bendijera el prior de la orden de San Juan de Jerusalén, luego orden de Malta, allí establecida desde 1340. Pero todo esto da lo mismo. Lo importante es que en Crato hubo boda o tornaboda regia hace 500 años y los cratenses la aprovechan ahora para «estar en el mapa».

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