Dos extremeños conquistan la capital del puro habano

José Pedro Caballero y Antonio León tienen 35 años y se conocieron de niños en su pueblo, Castuera, donde empezaron a fumar juntos. Es fácil entender que para llegar a ser un gran fumador de puros hay que practicar. Lo que resulta inesperado es que estos dos amigos de Castuera se hayan convertido en subcampeones del mundo la semana pasada en el Habanos World Challenge, celebrado en La Habana (Cuba). Y como remate desconcertante de su historia parte del éxito se lo deben a una garrapiñada de su pueblo.

José Pedro y Antonio no fuman cigarrillos, pero les encanta disfrutar de un buen puro, un mundo en el que se fueron sumergiendo hasta aprender todas sus singularidades, desde qué partes tiene un puro habano a cómo se encienden correctamente, cuántos tipos hay o cómo distinguirlos, lo cual es clave en este tipo de competiciones. Hay que tener en cuenta que habanos son solo las 27 marcas que pertenecen a esta denominación de origen y no todas están disponibles en España.

Cuando estos dos amigos se enteraron hace dos años de que había un campeonato nacional y que era por parejas se inscribieron. No llegaron a la final, pero el año pasado lo volvieron a intentar y ganaron el certamen celebrado en Madrid tras una primera fase telemática, lo que les dio el pase directo a la XXV edición del Festival del Habano, que se ha llevado a cabo del 24 al 28 de febrero en La Habana capital mundial de estos cigarros.

Este evento alberga muchos actos. Además de feria comercial hay un seminario internacional alrededor del puro habano con ponencias sobre tradición e innovación. También ha habido un homenaje a tres marcas icónicas como Cohiba, H. Upmann y Romeo y Julieta. Otro día se pueden ver torcedores elaborando puros en directo y por primera vez se ha celebrado en este 2025 el Concurso Gran Torcedor para elegir al mejor.

Los de Castuera estaban centrados en el 'Habanos World Challenge', que determina qué pareja sabe más de puros y casi se coronan en lo más alto. Este campeonato va por la VI edición, el título lo tenían dos canadienses y ahora José Pedro, ingeniero agrícola de profesión, y Antonio, ingeniero informático, se han presentado como 'Los Badijas', que es como llaman a una cuesta de su pueblo, y se han proclamado subcampeones del mundo. A la final llegaron seis parejas venidas desde Colombia, Polonia, Cuba y Kuwait, además de la española y los ganadores, procedentes de Curazao/Belice (Caribe).

«El primer día durante las preliminares nos tocó salir los quintos para la prueba de corte y encendido. Luego explicamos a todo el teatro nuestra propuesta de maridaje, que fue con un puro Juan López selección especial junto con un whisky Annibal, que es una mezcla de dos tipos de whisky con Pedro Ximenez envejecido en barrica de brandy y que procede de La Palma del Condado, Huelva. Pero lo mejor de todo es que lo acompañamos con unas almendras garrapiñadas artesanalmente con una pizca de sal, que son las que hace mi tío Miguel, de familia de turroneros en Castuera. En vez de hacer un maridaje por contraposición quisimos hacerlo por armonía y ahí es cuando el jurado quedó encantado yo creo que gracias a la garrapiñada», relata José Pedro sobre la primera fase del concurso.

Al día siguiente, aún en preliminares, se enfrentaron a 35 preguntas tipo test y una cata a ciegas de dos habanos en la que tenían que averiguar la vitola de galera (nombre del formato en fábrica), la vitola de salida (nombre comercial) y la fortaleza del puro. «Con las preguntas no nos fue mal y luego acertamos solamente las dos vitolas de galera, pero nos valió para entrar en la final», señala José Pedro.

Se enfrentaron a dos caribeños en el Palacio de las Convenciones de La Habana. «Nos hicieron diez preguntas a cada pareja y no tuvimos suerte. Luego hubo otra cata a ciegas y solo acertamos la fortaleza, que va de uno a cinco según sea más suave o más fuerte», concluye el de Castuera, que más que en el premio pone el acento en la experiencia vivida gracias a este viaje.

«Estábamos centrados en el concurso, primero con la cena de bienvenida, luego la cena de gala en el Capitolio de La Habana, donde fue brutal estar allí dentro bajo esa cúpula fumando habanos, algo surrealista. En cada cena, cada presentación, te daban ron y un habano, nos han llegado a dar 25 Romeo y Julieta y eso que en el viaje no puedes traer más de 50».

El viaje lo ha pagado Tabacalera y lo han realizado con su preparador, José Andrés Colmena, que es quien les ha enseñado a identificar puros sin anilla para que adquieran soltura en las catas. Después, los conocimientos los han ido adquiriendo a lo largo de los años leyendo libros sobre habanos.

Según explica, «esta afición se entrena como cualquier otra, en nuestro caso haciendo catas. Cada habano es un mundo según la fortaleza, y el tipo de hoja te da unas notas u otras, las vainillas en el primer tercio, el cacao en el segundo, las frutas maduras luego... Y todo eso te hace acompañarlo con una cosa u otra».

Al contrario que la pareja ganadora, que afirmaban fumar siete habanos al día, esa es la cantidad que calculan los extremeños que fuman al mes y casi siempre cuando están juntos. «Fumar por obligación no tiene sentido. En La Habana hubo un momento que estábamos saturados y no hay que estropear algo tan bonito como un habano», reflexiona recién llegado José Pedro.