Árboles calcinados en Las Hurdes. ANDY SOLÉ
Incendios en Extremadura

Los dueños de las fincas quemadas en Las Hurdes y Miravete tienen tres meses para sacar la madera

El DOE publica hoy las zonas de actuación urgente con las acciones para recuperar el terreno y evitar la erosión tras los devastadores fuegos de este verano

Miércoles, 14 de septiembre 2022, 11:36

Ya se conocen los pasos para recuperar los terrenos afectados por los virulentos incendios de julio en la provincia de Cáceres. El Diario Oficial de Extremadura (DOE) ha publicado este miércoles las resoluciones de la Consejería de Agricultura, Desarrollo Rural, Población y Territorio con las zonas de actuación urgente tras los devastadores fuegos en Las Hurdes y en Casas de Miravete; y el aprovechamiento maderero permitido a los dueños de las fincas y ayuntamientos.

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El fuego que comenzó el 11 de julio en Las Hurdes, «de gran virulencia e intensidad», arrasó 3.323,23 hectáreas, principalmente de los términos municipales de Ladrillar (3.076,83) y Nuñomoral (245,96), además de Casares de las Hurdes (0,44). Según las primeras estimaciones de la Junta, aproximadamente la mitad de la superficie quemada por la llamas, que llegaron a tener 30 metros de altura, es bosque (55,56 %), seguido por el bosque de plantación (18,47%).

El otro área de actuación urgente es la comarca Campo Arañuelo (Sierra de Miravete) y la zona de influencia del Parque Nacional de Monfragüe. Las llamas, iniciadas el 14 de julio, calcinaron 2.755 hectáreas en las localidades de Casas de Miravete (1.714 ), Jaraicejo (993) y Romangordo (47) en la Sierra de Miravete-Monfragüe.

Daños por la lluvia

Ante la grave situación creada por este desastre natural, la Consejería incide en la necesidad de actuar «de manera inmediata, con el objeto de paliar, en la medida de lo posible, algunos de los perjudiciales efectos causados, teniendo en cuenta que una parte importante del terreno se encuentra dentro de los límites del Parque Nacional de Monfragüe (398,23 hectáreas) y en zonas con alto riesgo de erosión«, lo que supondrá que tras las primeras lluvias del otoño (que ya han caído con fuerza en la provincia) se producirá un »importante aporte de cenizas y arrastres a los cursos de agua, así como daños en las pistas forestales, pasos de agua y otras infraestructuras, y a los hábitats prioritarios afectados, de acuerdo con el informe de la dirección del Parque Nacional».

Las dos resoluciones publicadas hoy en el DOE indican en sus anexos la relación de fincas que quedan dentro del plan de aprovechamiento maderero. La resolución de la Consejería dispone además la contratación de emergencia de las actuaciones para la restauración de la cubierta vegetal; y se declaran de utilidad pública las obras y trabajos contemplados en el plan.

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Cortar la madera

La Junta autoriza a los dueños de los terrenos a cortar y extraer la madera. Para ello tienen un plazo de tres meses a partir de la publicación en el DOE.

En el caso de que la madera no sea retirada en este tiempo, la Administración incluirá su extracción entre los trabajos para la ejecución del plan de actuación, sin contrapartida para el titular de los terrenos que no la haya sacado.

De la misma forma, se autoriza que los ayuntamientos titulares de los montes públicos puedan proceder a la contratación de emergencia del aprovechamiento de la madera, también en un plazo de tres mese, prorrogable en otros tres si el contrato no pudiera ejecutarse por causas ajenas al contratista, y en todo caso antes de que se inicien los trabajos incluidos en el plan de actuación en la zona concreta del aprovechamiento.

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Pastoreo

Las resoluciones también autorizan el pastoreo en las zonas en las que actualmente se está llevando a cabo, siempre con cargas ganaderas iguales o inferiores a las actuales.

La Consejería recalca que los efectos negativos del incendio sobre el ecosistema pueden ser aún mayores si no se llevan a cabo actuaciones de emergencia encaminadas principalmente a minimizar la erosión por las lluvias, que debido a la pérdida de la cubierta vegetal junto con la escorrentía de lluvia producirá el arrastre del suelo, nutrientes y el banco de semillas disponible después del incendio, tan importante este último para la regeneración natural.

Paja en las laderas

En las resoluciones publicadas este miércoles se dispone la contratación de emergencia de las actuaciones para la restauración de la cubierta vegetal, como cubrir con paja las laderas de mayor pendiente para evitar que las escorrentías arrastren el suelo y la ceniza, reducción de la emisión de sedimentos y de la colmatación de embalses y presas, así como evitar contaminación de aguas superficiales y subterráneas.

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También acciones de prevención frente a la proliferación de plagas en las masas forestales no afectadas por el incendio, favorecer la regeneración natural de la flora, de la fauna y protección del regenerado.

Fajinas y albarradas

Para evitar la erosión se construirán cordones de defensa o fajinas con madera y piedra, también se levantarán albarradas, que son estructuras acometidas en cauces, barrancos, canales de desagüe o cárcavas, posicionadas perpendicularmente al flujo del agua, entre otros trabajos detallados en el DOE, como astillado y retirada de madera, construcción de accesos y pistas para los trabajos de restauración. En este sentido, Enrique Valbuena, jefe de sección de la Consejería, explica los trabajos que se están realizando ya en las zonas quemadas. «En las dehesas más llamas se van a hacer subsolados para evitar la erosión. Se van a colocar los restos calcinados de tal manera que impidan la erosión, los arbustos se irán quitando y se irán haciendo hileras; y en las zonas arboladas se van a hacer dos actuaciones: una de ellas es hacer fajinas con la madera más fina y la más gorda se va triturar para que no moleste, y en algunas fincas particulares cerca de los pueblos se va a quedar ahí por si la gente la quiere usar». Además, la Confederación Hidrográfica del Tajo va a hacer gaviones y albarradas en los cauces para sugetar la erosión cuando llegue a esos cauces con las primeras lluvias.

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Las parcelas sobre las que se está actuando y se seguirá trabajando se detallan en el anexo de las dos resoluciones de la Junta de Extremadura.

Riesgo de avenidas

La erosión hídrica produce una pérdida de suelo forestal que merma la productividad de los montes y dificulta la regeneración futura; asimismo, al disminuir la infiltración del agua de lluvia en el subsuelo y la capacidad de retención, se producen avenidas de agua en las poblaciones de la cuenca vertiente, las cuales pueden sufrir daños en vías, casas, huertos y otros inmuebles por la violencia de cauces desbordados, así como posibles problemas en la calidad de las aguas para abastecimiento de las poblaciones cercanas.

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