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El edificio que cambió camas por escaños
Especial Día de Extremadrua

El edificio que cambió camas por escaños

Antes de que llegaran los diputados, el antiguo Hospital San Juan de Dios fue saqueado y bombardeado por los franceses, y allí han nacido la mayoría de los vecinos de Mérida de más de cuarenta años

Antonio Gilgado

Mérida

Jueves, 7 de septiembre 2023

El edificio donde se sientan hoy los sesenta y cinco diputados de la Asamblea de Extremadura fue antes un hospital, y antes un cuartel y antes otra vez hospital. También convento. Los vecinos de Mérida nacidos hasta el año ochenta se refieren a la Asamblea como el San Juan de Dios. O la antigua residencia.

La designación de Mérida como capital de la Junta de Extremadura en 1983 planteó la necesidad de edificios que pudiesen acoger a las instituciones que iba alumbrar la autonomía.

El Ayuntamiento, propietario del conventual de la orden de Santiago y el Hospital de San Juan de Dios le ofreció al gobierno extremeño los dos.

El pleno del 28 de enero de 1983 aprobó por unanimidad la cesión. Ya se sabe que el Conventual de Santiago es la sede actual de la Presidencia en la Plaza del Rastro y el de San Juan de Dios fue para la Asamblea.

Había que transformar un uso religioso primero y hospitalario después a otro civil. Sobre todo cambió la capilla, que fue la sede del primer hemiciclo. Se eliminó parte de la cúpula semiesférica de la techumbre y en la fachada se pusieron dos figuras en las esquinas. Simbolizan a las dos provincias: Cáceres a un lado y Badajoz al otro. Se reafirmaba con estos cambios como un inmueble de uso público que dejaba atrás su pasado residencial y hospitalario.

Esa reforma fue el origen de una institución que fue ocupando luego toda la plaza. Ha sido una mutación constante desde entonces.

Para entender la fisonomía del espacio hay que remontarse hasta lo que se llamaba el Hospital de Nuestra Señora de la Plaza o de la Piedad (por la imagen que allí se veneraba  ). Se fundó a comienzos del siglo dieciséis. Los primeros documentos fechados corresponden a 1498 y 1500. Hay documentos que ubican en la plaza actual de la Asamblea un hospital.

En 1511 se ordenó levantar en ese mismo sitio un nuevo espacio y en 1514 se explica algunas reformas usado como hospital. Se hizo, según documentó la Orden de Santiago, alrededor de dos pozos con un patio porticado. Cualquiera que entre hoy a la Asamblea se encuentra este mismo patio del que hablan los documentos de 1514. En 1550 la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios fundó en la ciudad otro hospital. Aún no se saben en qué sitio exactamente porque apenas tuvo uso. La peste que asoló al continente afectó también a los frailes que cuidaban de los enfermos. Para evitar la propagación se intuye que se mandó incendiar el recinto donde atendían a los enfermos.

En el primer cuarto del siglo XVII, el Consejo de la ciudad pidió a la Orden Hospitalaria que se hiciera cargo del Hospital de la Piedad, muy limitado entonces. La orden religiosa aceptó el encargo de hacerse cargo del Hospital de la Piedad en 1624. Y desde entonces, las reformas se han ido sucediendo.

Antiguo salón de plenos, en el año 1995

La principal ampliación se hizo en el diecisiete, con las guerras con Portugal. Era Mérida lugar de retaguardia y llegaban heridos continuamente. De ahí que decidieran ampliar y levantar un edificio prácticamente nuevo. Tras esas obras y ampliación cambió definitivamente de nombre. Dejó de llamarse Hospital de la Piedad y empezó a denominarse Hospital de San Juan de Dios.

Ese amplio asistencial que regentaban los religiosos fue atacado por el ejercito francés en la Guerra de la Independencia. Hay constancia de un saqueo en 1809. Dos años después, se bombardeó. Afectó principalmente a la iglesia. Estaba en el punto de mira de los invasores franceses porque era un refugio habitual de tropas de paso y de los bandoleros. El 25 de julio de 1835 se suprimieron los hospitales de la Orden y ese recinto saqueado y casi en ruinas se propuso para que fuera cuartel del regimiento de Infantería Castilla. De cuartel pasó de nuevo a hospital en 1896, con otra orden religiosa: las Siervas de María.

A principios del siglo pasado entró la última orden religiosa que presto servicios médicos en la ciudad: San Vicente de Paúl. Se reformó por completo durante la dictadura de Primo de Rivera. Se pusieron quirófanos y equipos de esterilización. Afinales de los cuarenta y principio de los cincuenta, el empresario gallego José Fernández López invirtió también para modernizar el hospital. En la planta baja había cuatro salas de asistencia, incluida una de urgencias y paritorios. A través de una escalera de mármol se subía a la segunda, donde estaban las habitaciones para atender los pacientes graves.

Trabajó en esta época el doctor Félix Valverde Lillo, en cuyo nombre en su día se colocó una placa por su dedicación a modernizar el hospital. Fue un cirujano muy conocido en Extremadura por su atención en el Hospital San Juan de Dios. De hecho recibió la medalla de oro del Colegio de Médicos cuando falleció en 1935.

En los años sesenta, el hospital contaba con setenta camas. Distribuidas entre salas para pobres de la beneficiencia municipal, un para el regimiento de artillería y otra para pacientes con seguros de enfermedad.

Había allí una imagen de la virgen Milagrosa a la se le atribuyen algunas curaciones de niños enfermos. Esa misma imagen es la que está ahora en la capilla de Proserpina y sacan los vecinos de la charca en procesión en agosto. Muchos antiguos pacientes de la sala donde estaba la imagen acuden a misa con frecuencia a Proserpina.

Ya en los setenta, al frente del Hospital se encontraba el doctor Alfredo García de Vinuesa. Y otro de los nombres que todos recuerdan en Mérida vinculados al Hospital es el de Andrés Valverde López. El ginecólogo que ha estado en la mayoría de los partos de los vecinos de Mérida de más de cuarenta años. En la última época asistían también a los pacientes Antonio Cascón, Mateo García Moreno y el traumatólogo Héctor Hernández Pacheco. Atendían, sobre todo, apendicitis agudas, legrados, cesáreas, brotes de gripe, tuberculosis, fracturas de huesos, sífiles y difteria, según la documentación de los últimos años del hospital que custodia la Policía Nacional cuando cerró el centro. En los paritorios los turnos eran de veinticuatro horas.

Obras para ordenar la plaza una vez que se había reformado el edificio principal HOY

En 1980 ya se sabe que dejó de ser un hospital. Funcionó antes del cierre definitivo como Casa de Socorro. Se trasladó luego esta Casa de Socorro a la calle Adriano. El edificio de San Juan de Dios se abandonó, empezó a deteriorarse y el Ayuntamiento lo cedió a la Junta en 1983. De toda esta mutación nos ha llegado ahora un recinto configurado en dos plantas alrededor de los dos patios. La iglesia, en el extremo, sirvió para alinear la plaza actual.

El reto era convertir esta estructura hospitalaria hasta los ochenta en un recinto cómodo, accesible y funcional para el trabajo de diputados y funcionarios. Cualquiera que hoy entre a los actos institucionales, a las exposiciones o a los plenos puede juzgar esa transformación.

Hasta que la Asamblea desembarcó definitivamente en el Antiguo Hospital de San Juan de Dios, su sede estuvo dispersa por varios espacio de la ciudad.

acondicionó parte de Santa Julia, la oficina central del Festival de Mérida. Fue una obra menor. Se demolieron algunos tabiques, se redistribuyeron las estancias que se ven hoy y se hicieron baños públicos. Funcionó Santa Justa como sede mientras se hacía la rehabilitación del Hospital.

La reforma surgió de la colaboración entre la Dirección General de Bellas Artes y la Asamblea. Los técnicos encargados de diseñarla fueron Dionisio Hernández Gil y Carlos Batzan.

Por ejemplo, se acondicionó parte de Santa Julia, la oficina central del Festival de Mérida. Fue una obra menor. Se demolieron algunos tabiques, se redistribuyeron las estancias que se ven hoy y se hicieron baños públicos. Funcionó Santa Justa como sede mientras se hacía la rehabilitación del Hospital.La reforma surgió de la colaboración entre la Dirección General de Bellas Artes y la Asamblea. Los técnicos encargados de diseñarla fueron Dionisio Hernández Gil y Carlos Batzan.

Solución

La solución que propusieron Hernández Gil y Batzan fue respetar la estructura original de muros de carga y las bóvedas. El patio se convirtió en un espacio cubierto polivalente. Para que pudiera albergar actos en cualquier época del año. Al mantener la estructura de patio interior se respetaba también el origen del porticado que levantaron los religiosos en el primer edificio. Se organizó luego todo el interior sobre el claustro. Se hizo una nueva intervención porque se amplió lo que fue en su día el hospital con el edificio colindante, el que se encuentra justo en el otro extremo a lo que la iglesia. Necesitaba la Asamblea despachos para que lo usaran los distintos grupos parlamentarios. Con la construcción de este anexo se eliminó el patio trasero y se transformó en una calle interior. Con todo los inmuebles ya en rehabilitación, hubo luego que reordenar la plaza y las calles aledañas. Tanto la de Santa Clara como la calle Sancho Pérez, donde se ubicó también mientras se hacían las obras algunos despachos de la primera asamblea. La obra de la Plaza fue también novedosa en Mérida porque fue de las primeras en ser totalmente accesibles. Se quitaron aparcamientos y desniveles para que hubiera espacio para los peatones. Con el antiguo hospital ya reconvertido en sede política, la ampliación del contiguo y la reordenación de la plaza. El siguiente cambio relevante que nos lleva hasta la actualidad fue el cambio de hemiciclo. Nada que ver el claustro de la antigua iglesia con el salón de plenos que se ve hoy.

Obras en 1983 para conventir el hospital en Asamblea.

Restos arqueológicos

Pidieron los diputados un nuevo hemiciclo porque no podían entrar periodistas ni público. Los primeros plenos solo lo cubrían tres periodistas, pero el número fue creciendo y no había espacio para todos.

En 1999 se convocó un concurso de ideas. El equipo formado por los arquitecto Elio García, Javier Rodríguez Alcoba y Carlos Rodríguez Alcoba fue el ganador.

  • Construcción Hay que remontarse hasta lo que se llamaba el Hospital de Nuestra Señora de la Plaza o de la Piedad. Sobre el año 1500

  • Cuartel En 1833 se consideró beneficioso para el comercio de Mérida instalar un cuartel en la ciudad. Se suprime el hospital y se convierte en cuartel.

  • De nuevo hospital En 1896 el Hospital vuelve a prestar servicio regido en este caso por las Siervas de María.

  • Parlamento En 1980 se cierra el hospital definitivamente y en 1983, tras la cesión del Ayuntamiento, la Junta decide rehabilitar el edificio que había tenido siempre uso religioso, militar y asistencial para la Asamblea. uParlamento.

La gran sala del hemiciclo adquirió forma de concha o abanico, con desniveles entre las filas donde se sitúan los escaños para que desde cualquier asiento se vea al ponente. El antiguo hemiciclo se quedó como sala de la autonomía, una especie de multiusos para actos institucionales, recepciones o conferencias.

Y al tratarse de un edificio en una transformación continua y al tratarse de Mérida, conviene también recordar el seguimiento arqueológico. Por su ubicación –intramuros y céntrica– es fácil deducir que el solar de la Asamblea de Extremadura ha estado ocupado desde la fundación de la colonia. Se sabe que bajo el edificio hay dos grandes dependencias pavimentadas con mosaicos. Junto al nuevo hemiciclo, por ejemplo, se integraron los restos arqueológicos excavados y se puso además en la pared principal del nuevo abanico parlamentario el mosaico cinegético a la vista de todos. Y ya en el año 2008, en las obras del antiguo hemiciclo apareció una gran estancia romana. Pavimentada también con un mosaico polícromo del siglo III.

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