El Bloque C de la calle Ródano está a la espera de que se cumpla la promesa de derribarlo. ARMANDO
El edificio más terrorífico de Cáceres
CRÓNICA NEGRA EN EXTREMADURA ·
Con más crímenes y criminales . El Bloque C de la calle Ródano es el que acumula más historias de muertes violentas en la ciudad de Cáceres; lleva once años tapiado, sin vecinos, esperando su derribo
En el barrio cacereño de Aldea Moret, uno de los más problemáticos de toda Extremadura, se puede leer la siguiente frase en el muro ... exterior del colegio público Gabriel y Galán: «La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar tu mundo».
La pintada está frente al Bloque C de la calle Ródano, el que sin duda es el edificio de Cáceres en el que más crímenes se han cometido. Son tres los bloques de edificios que se levantaron allí a finales de los años 80. Cada uno identificado con una letra (A, B y C). Los tres son moles de ladrillo idénticas: rectangulares, de color rojo, cada uno con seis grandes columnas azules en el centro de su fachada que da a la calle. Debajo de las columnas está la entrada principal, que conduce a un patio interior, del que parte una escalera para acceder a sus cuatro plantas. En cada planta hay 12 pisos; en total, cada bloque está dispuesto para que vivan 48 familias. Los tres bloques son aparentemente iguales... pero no es así.
El Bloque C fue haciéndose famoso en los juzgados y en la Audiencia de Cáceres. En 1991, por ejemplo, en la Audiencia se juzgó el resultado de una discusión entre dos habitantes de este edificio tras emborracharse juntos. Uno de ellos se plantó en la puerta de la persona con la que había reñido y se puso a disparar. Hirió a la esposa y a dos hijos de su enemigo.
Varios inquilinos se dedicaron a traficar con droga, y en el año 2001 fue aquí donde compró heroína y cocaína un extranjero que vino al festival Womad, que fue encontrado muerto por culpa de la droga que consumió.
La calle Ródano ensangrentada por un asesinato y el autor del crimen, el Goya.
HOY
En el año 2002, uno de los inquilinos del Bloque C, Diego V. S., apodado el Goya, cometió un asesinato y un intento de asesinato en su misma calle. Como si fuera una secuencia de una película de la saga 'El Padrino', a las cinco de la tarde del 21 de marzo, un coche entró rápidamente en sentido contrario en la calle. Frenó con brusquedad delante de la gente que estaba charlando en la acera. Gritaron al ver que por una ventanilla del coche asomó el cañón de una pistola, del calibre 9 milímetros, de la que salieron dos disparos. Luego el coche salió más rápido de lo que vino, dejando sangrando en el suelo a dos personas: una era Juan M. P., de 68 años, muerto de un certero disparo en la cabeza; la otra una joven de 15 años a la que la bala le atravesó el estómago, pero que pudo salvarse al ser llevada inmediatamente al hospital. El Goya fue detenido por la Guardia Civil al día siguiente en Tomelloso, a donde había huido. En el juicio, en el que fue condenado a 28 años de prisión, una hija del asesinado, una muchacha de 17 años, se le acercó al banquillo para amenazarle: «El día que salgas de la cárcel, te mato».
En el año 2004 la Policía Nacional detuvo en su piso del Bloque C a un matrimonio, que era quien vendía más droga de Cáceres. El esposo se entregó, pero ella intentó escapar por la fachada y se cayó desde un tercer piso. Solo se rompió varios huesos al aminorar la velocidad de la caída los tendederos de ropa. En el juicio se descubrió que ellos usaban como almacén y 'oficina' un piso del mismo bloque. Ese piso social se lo había concedido el Ayuntamiento a otro matrimonio en 1988, pero este se lo había vendido ilegalmente a los traficantes de drogas por 1.500 euros.
Al año siguiente, la madrugada del 9 de octubre de 2005, el tenebroso edificio fue escenario de otro crimen. Por la noche, dos jóvenes entraron a la fuerza en el número 1 de la cuarta planta. Ayudados con un palo de grandes proporciones rompieron muebles hasta encontrar al inquilino, que estaba escondido en una habitación. Juan Carlos P. B., alias el Jari, recibió numerosos golpes, varios de ellos en la cabeza. Se marcharon dejándole medio muerto. Falleció a los diez días en el Hospital San Pedro de Alcántara. Detenidos los autores de la paliza, aseguraron que no querían matar al Jari, con el que estaban disgustados al haberles vendido droga de muy mala calidad. Fueron condenados cada uno a 4 años, 3 meses y 1 día de prisión, ya que no se demostró que la muerte fuera por los golpes. El fallecido tenía numerosos problemas de salud, pesaba 40 kilos cuando medía 1,70 metros.
El que emparedó a su hermana y los de la muerte del Jari.
HOY
En el año 2006 se descubrió uno de los mayores horrores de este edificio. Un vecino de Aldea Moret llamó a la redacción de HOY, señalando que hacía meses que había desaparecido Aurora, una vecina del Bloque C, y que se sospechaba que su hermano, que había pasado a vivir en su piso, la había matado. El 20 de abril de 2006 agentes de la Policía Nacional entraron en el piso para hacer una inspección ocular. Al fondo del pasillo, a la derecha, dieron con una habitación que tenía hecha como una cómoda de ladrillo. El hermano había construido un receptáculo con ladrillos de medio pie y argamasa. Tenía 60 centímetros de alto, 110 centímetros de largo y una profundidad de 55 centímetros. Lo cerraba por arriba una losa de mármol. Cuando se levantó esa losa, los agentes se encontraron con el cadáver de Aurora: ¡Llevaba cuatro meses emparedada! Había muerto por consumo de droga y el hermano decidió esconder el cuerpo para seguir viviendo en el piso.
Hace 11 años, en enero de 2010, el Ayuntamiento ordenó tapiar el Bloque C, reubicando a los últimos inquilinos.
Antes de ser alcalde, Luis Salaya prometió que de salir elegido derribaría el funesto edificio en su primer mes de mandato. Salaya lleva 19 meses de alcalde y el bloque de los horrores... sigue en pie.
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