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Trabajo en Extremadura
Las empresas alertan de que la falta de mano de obra se enquista y amenaza su futuroAna B. Hernández
Domingo, 1 de octubre 2023, 07:52
La falta de mano de obra es un problema que, lejos de resolverse, se ha enquistado en la región y va a más, afectando por ello a nuevos sectores que no hace tanto tiempo eran ajenos a esta problemática. «En realidad, afecta ya a todos ... aquellos sectores en los que el capital humano es la base de su proceso productivo», deja claro Javier Peinado, secretario general de la Confederación Regional Empresarial Extremeña (Creex).
Por eso, a los tradicionales como la agricultura, la hostelería y la construcción, se están sumando los servicios de la dependencia, la limpieza o el mantenimiento. Y las empresas avisan de la necesidad de atajar cuanto antes esta carencia. «La falta de mano de obra está amenazando ya el futuro de muchas empresas, porque el déficit de trabajadores no les permite crecer», asegura Javier Peinado.
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«Cada día es más complicado encontrar trabajadores para el sector de la dependencia. Ahora ya no se trata solo de médicos y enfermeros, un déficit que siempre ha habido, ahora también tenemos auténticas dificultades para contratar auxiliares, personal de limpieza...», reconoce José Luis Palomares, del Grupo Ciudad Jardín, que gestiona una docena de residencias de mayores, la inmensa mayoría repartidas por Extremadura. «Si este déficit no se resuelve, se tendrán que reducir servicios y número de usuarios, para ajustarlos al personal disponible».
Nuevos sectores que se suman a los que llevan años con esta carencia. «En la construcción no hay relevo generacional, no somos capaces de atraer a los jóvenes y, por tanto, las empresas tienen que rechazar obras porque no disponen de personal suficiente para asumirlas», pone de manifiesto José Luis Iglesias, gerente de Pymecon, la federación regional de la construcción y afines que aglutina a 150 empresas del sector. «Y esta situación, lógicamente, tiene una repercusión directa en la cuenta de resultados de las empresas, pero también en la sociedad, porque se corta la posibilidad de seguir generando riqueza».
Más de lo mismo en la hostelería, otro sector marcado en la región por la falta de personal. «Tampoco hay relevo generacional en la hostelería, no hay manera de sustituir a quienes se jubilan», resume Antonio Martínez, presidente de la Asociación Empresarial de Hostelería y Turismo de Extremadura.
«Yo llevo un mes ya buscando a un camarero sin éxito», pone de ejemplo el hostelero placentino Tomás Doncel. En su caso, dice también, «hemos decidido por el momento no dar comidas en la terraza porque no contamos con personal suficiente. Pero si este problema persiste, habrá negocios que tendrán que cerrar o reducir los aforos para poder dar un servicio en condiciones».
Oficios estigmatizados
Además de la falta de relevo generacional, los empresarios consideran que la mala valoración social de los oficios relacionados con el campo, la hostelería, la limpieza o la construcción está detrás de la falta de interés por trabajar en ellos.
«Son oficios que están estigmatizados y es necesario que se pongan en valor, porque todos son necesarios», dice Javier Peinado. «Ha ido calando la idea de que quien era albañil o camarero es porque no valía para otra cosa, y esto hay que resolverlo».
«Cuando le preguntas a alguien a qué se dedica y es camarero, te dice que trabaja en el Hilton o el hotel o el restaurante de turno si es de renombre. No dice que es camarero en tal o cual sitio», añade Antonio Martínez.
«Hay quienes consideran que tal vez para hacer frente a esta mala valoración social que tienen algunos oficios, es preciso que empecemos a cambiarles el nombre para quitar el estigma y volverlos a hacer atractivos», adelanta José Luis Iglesias. «Por ejemplo, en lugar de albañil, técnico de construcción».
Porque los consultados tienen claro que ni el sueldo ni la jornada laboral justifican la falta de mano de obra en una región con un alto índice de parados. «El sueldo más bajo en la construcción está entre los 1.200 y 1.400 euros, con 36 horas semanales», detalla el gerente de Pymecon. «El sueldo medio de un camarero son 1.200 euros y las horas extra se pagan aparte», zanja Antonio Martínez.
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