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La semana pasada se celebró en Mérida el Consejo Interterritorial de Internacionalización (CII) del ICEX. Es una cita que va rotando por las diferentes comunidades autónomas y que en esta ocasión le sirvió de excusa para volver a su tierra a María Peña Mateos, placentina ... de nacimiento y consejera delegada de ICEX España Exportación e Inversiones.
–¿Cuál es la razón de ser de ICEX?
–ICEX, que depende del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, nace en los años 80 con el objetivo de apoyar los primeros pasos de la economía española en su apertura hacia el exterior. Hoy apoyamos a la internacionalización de la economía española: tanto a nuestras empresas en el exterior, como a las políticas de atracción de inversión directa extranjera.
–¿Cómo lo hacen?
–Prestamos todos los servicios que una empresa pueda necesitar en su expansión internacional o cuando está mirando a España como destino de su internacionalización.
–Imagino que las necesidades de las empresas habrán cambiado desde los años 80.
–Nuestro sector exterior ha evolucionado drásticamente. Iniciamos nuestros primeros pasos con la industria agroalimentaria y hoy exportamos desde tecnologías de energías renovables hasta biotecnología o 'foodtech'. Las necesidades de las empresas han cambiado y tratamos de diseñar programas dirigidos a sea cual sea el tamaño de la empresa y sea cual sea su grado de internacionalización. Nos dirigimos a todos los sectores y a cualquier mercado.
50% de las exportaciones
extremeñas están vinculadas con la industria agroalimentaria
85% en una década
han crecido las exportaciones de Extremadura
1% del total nacional
representan las exportaciones extremeñas
–¿En qué mercados requieren más ayuda las empresas?
–Cada mercado es distinto. En los países en vías de desarrollo son muy complejos, por lo que la empresa necesita mucha información para acceder a ellos. Se caracterizan por falta de transparencia y opacidad; no siempre están claros los marcos regulatorios ni el socio que nos va a poder ayudar. Ahí es esencial la labor que realizan las más de cien oficinas económicas y comerciales que la Secretaría de Estado de Comercio tiene en el exterior. Al contrario, en un mercado europeo deben primar las actividades de promoción, de visibilización y las actividades vinculadas con la creación de imagen de marca.
–¿En qué parte del proceso se producen los mayores fracasos?
–Los primeros pasos son claves. Hacemos un acompañamiento de año y medio del que se han beneficiado empresas extremeñas como Renacens Sistemas, que presta servicios de tecnología en el sector aeronáutico, o Contrex, de material de obra. Con la crisis de 2020 nos dimos cuenta que necesitábamos reforzar ese acompañamiento en las fases iniciales, porque ahí la empresa todavía es vulnerable. Una empresa que fracasa en los primeros pasos puede tardar en volver a intentar la experiencia.
–Cita la crisis de 2020. Las exportaciones españolas y extremeñas se comportaron muy bien en ese contexto. ¿Por qué?
–El sector exterior ha hecho muy bien los deberes después de la crisis de 2008: se aprendió la lección de que los mercados internacionales tienen que estar ahí para quedarse, porque son los que van a permitir a una empresa crecer, y que no son algo a lo que recurrir cuando los mercados internos caen. Por eso, en 2021 ya habíamos recuperado los volúmenes de 2019, que había sido un año récord. Las empresas hicieron las cosas muy bien, no perdieron el contacto con sus clientes en la pandemia y en cuanto se abrieron las fronteras, con una crisis logística y de suministros sin precedentes, las empresas recuperaron el mercado exterior.
–¿Se mantiene la línea ascendente?
–Ahora estamos en un volumen de 400.000 millones de euros de exportaciones, que era el objetivo de la estrategia de internacionalización entre 2017 y 2027. Es cierto que la inflación está teniendo un fortísimo peso en el crecimiento, pero igual que están creciendo en valor las exportaciones también lo están haciendo en volumen. En 2022, la exportación creció en volumen casi un 4% y en 2023, según los últimos datos disponibles hasta marzo, un 3,5%. Además, el PIB del año pasado creció al 5,5% y el sector exterior aportó más de la mitad de ese crecimiento.
–Esa respuesta, ¿se puede extrapolar a Extremadura?
–Se puede. Las exportaciones en Extremadura han crecido un 24,7% en 2022. Ligeramente por encima de la media española (22,9%). En la década 2012-2022, han crecido un 87,2%, 12,4 puntos más que la media española. También es verdad que las exportaciones extremeñas significan menos de un 1% del total de la exportación española. Existe un grandísimo margen de crecimiento en la capacidad de incorporar nuevas empresas.
–El sector agroalimentario tiene un gran peso en las exportaciones. ¿Puede hacer daño el cambio climático?
–La industria agroalimentaria tiene un gran peso tanto en la estructura productiva extremeña como en el sector exportador. Casi el 50% de las exportaciones extremeñas están vinculadas con la industria agroalimentaria. La respuesta al cambio climático va a estar en la base tecnológica que consigamos dar a nuestros procesos productivos. Hay empresas extremeñas muy punteras en el sector 'agritech', como SmallOps o Greenfield. Incorporar la tecnología y las herramientas digitales permite aumentar la capacidad productiva y afrontar el reto de la adaptabilidad al cambio climático y su prevención. La combinación de tecnología, marca e innovación son las tres claves para poder abordar con éxito el futuro.
María Peña
Consejera delegada de ICEX
–No solo se exportan bienes, también servicios. ¿Qué sectores tienen en la región un mayor potencial de futuro?
–El sector servicios ha crecido enormemente. Hoy por hoy, las exportaciones de servicios no turísticos se equiparan a las de servicios turísticos. Además, los servicios turísticos tienen un enorme potencial por esa capacidad que ofrece la digitalización para prestar servicios en remoto. Las potencialidades van a estar siempre ligadas a la tecnología. En todos los sectores está produciéndose una transformación muy dirigida a hacerlos más sostenibles. La capacidad de crecimiento es infinita si apostamos por la innovación. Sectores sin transformación incorporada, que no llevan valor añadido o que no tienen imagen de marca no tienen cabida en el mundo competitivo internacional actual.
–¿Tiene Extremadura capacidad de alcanzar 4.500 millones de euros en exportaciones, como se dijo en la campaña electoral?
–Hay mucho camino por recorrer. El sector exterior extremeño ha crecido y prácticamente ha duplicado el número de empresas exportadoras en los últimos diez años. El sector exportador está muy concentrado en un número relativamente reducido de empresas, pero las tendencias son positivas. Se trata de que nuestras exportaciones cada vez tengan mayor valor y eso las va a hacer menos vulnerables a las oscilaciones de precios y a los vaivenes de mercado.
–¿Por qué el 'brexit' no se ha notado excesivamente en las exportaciones?
–Yo diría que sí se ha notado y mucho. En 2016 exportábamos a Reino Unido unos 20.000 millones de euros, en 2022 exportamos 21.000 millones. En esos mismos años el total de las exportaciones españolas han crecido un 50%. En 2016, Reino Unido absorbía el 8% de las exportaciones y en 2022, el 5%. El comercio bilateral también se ha estancado en 30.000 millones. El comercio bilateral en el resto ha crecido por encima del 60%. Hemos tenido el coste del no crecimiento.
–Veto ruso, aranceles, 'brexit', movimientos de acortamiento de las cadenas productivas... ¿El multilateralismo está en crisis? ¿Nos dirigimos hacia unos mercados exteriores marcados por los acuerdos bilaterales?
–Vivimos años muy convulsos, con una crisis en 2020 con situaciones absolutamente distópicas. A ello se unió la crisis logística, la energética, la de las materias primas y la guerra en Ucrania. Todo esto viene dentro de algo que ya estaba ocurriendo: la vuelta a los intereses nacionales por encima de los bilaterales. La apuesta española es firme por el multilateralismo y así lo ha dicho el Gobierno en los foros internacionales. Eso no evita que esta crisis haya puesto en evidencia que algunos sectores productivos se habían vuelto vulnerables y que había un extremado alargamiento de las cadenas de valor buscando un minimización de los costes. Eso podía poner en cuestión la sostenibilidad y no solo hay que ser lo más eficiente, las cadenas de valor deben ser sostenibles en el tiempo. La apuesta por la apertura y la internacionalización es la única que realmente puede generar riqueza, independientemente de que al mismo tiempo busquemos ser menos vulnerables en determinados sectores, especialmente los estratégicos.
María Peña
Consejera delegada de ICEX
–¿Pueden sufrir las exportaciones por la recuperación de la soberanía productiva?
–No necesariamente. No se trata de dejar de exportar para abastecer al mercado interno. Se trata de producir más y mejor y poder responder con una economía mucho más abierta. La internacionalización no nos hace más vulnerables, nos hace más sostenibles en nuestro crecimiento. Ni siquiera en la crisis del covid, que fue global, estaba sincronizada la caída de la demanda en los mercados internacionales. Eso nos permite ir compaginando destinos. Internacionalizar es poner huevos en distintas cestas.
–Se están anunciando numerosos proyectos industriales para Extremadura. ¿Pueden ayudar a las exportaciones?
–Claro. La inversión directa extranjera (IDE), como la futura fábrica de diamantes sintéticos de Trujillo, producirá para donde estén las necesidades del mercado. La IDE puede tener una fuerte vocación exportadora; hay algunas inversiones que van dirigidas al mercado local, pero otras van a la exportación.Cuanto mayor sea la capacidad industrial que tengamos en Extremadura, mayor será la capacidad para exportar.
–¿Cómo se busca desde ICEX inversión extranjera?
–ICEX-Invest in Spain tiene como misión la promoción de España como plataforma para la inversión directa extranjera. Entre los distintos programas que tiene en marcha, se encuentra el Fondo Tecnológico, que trata de incentivar que empresas multinacionales instalen sus centros de I+D+i en España. Hay tres empresas en Extremadura que se han beneficiado este programa: Resilux, Diam Corchos e Ingulados Research. Es muy importante el rol de la IDE en la innovación y/o corrección de empleo o refuerzo del sector exterior. Se podría decir que la inversión directa extranjera es un círculo virtuoso. El 58% del PIB de España está generado por empresas multinacionales, un porcentaje que solo superan países como Canadá, Estados Unidos o Reino Unido. Por otro lado, el 40,8% de las exportaciones españolas las realizan empresas de capital extranjero implantadas en el país.
–¿Qué ha cambiado en Extremadura y en España para que nos miren las empresas extranjeras?
– España es un país con muchos atractivos para la inversión directa extranjera. La inversión directa extranjera cayó un 60% en los países desarrollados en 2020. España fue uno de los pocos países en el mundo donde la inversión directa creció, y ha seguido creciendo en los años siguientes, 2021 y 2022. Desde el punto de vista de la inversión directa extranjera son muchos los atractivos –la conectividad, los convenios de doble imposición, la posición geoestratégica– y estamos entre los primeros en los 'ratings' de la OCDE en cuanto a la apertura para la inversión directa extranjera. Además, España es un país con un sector productivo de pymes muy competitivo, lo que es un enorme atractivo para empresas multinacionales que necesitan proveerse de bienes o servicios en su cadena de valor.
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