Dos empresas de las cuatro que se presentaron siguen adelante para gestionar el Festival de Mérida

Jesús Cimarro, director de Pentación, tendrá como rival para seguir gestionando el Festival de Mérida a una UTE (Unión Temporal de Empresas) formada por tres sociedades, dos teatrales y una productora musical. Se trata de Servicios Especializados en Distribución Artítica (SEDA), Plural Multimedia, del productor Enrique Salaberría, que ha competido en otras ediciones con Cimarro, y Letgso. Pentación y esa UTE deberán presentar sus ofertas artísrticas y económicas para valorarlas y resolver la adjudicación del concurso público. Junta a ellas se presentaron otras dos empresas para optar al contrato del Festival: Focus y Klemark, que han sido rechazadas por diferentes motivos. En el anterior concurso público, de 2016, fueron tres las candidatas que presentaron ofertas.

La Junta sacó en febrero el procedimiento para adjudicar por dos años (2021 y 2022) la gestión del Festival de Teatro de Mérida. Sale con un presupuesto de licitación de 5,8 millones en total, IVA incluido. El ganador del concurso dirigirá el Festival emeritense por esos dos años con otros dos opcionales de prórroga. Con esta prórroga, el total de la licitación se sitúa en 14.960.000 euros. La adjudicación debe estar resuelta antes de final de año.

La mesa de contratación del concurso se reunió el pasado jueves para decidir sobre si las cuatro empresas reunían las condiciones establecidas, entre ellas, solvencia económica y documentación acreditativa. A comienzos de esta semana se ha conocido

A juicio de la mesa, Klemark, compuesta por Clece (del grupo ACS que preside Florentino Pérez) y Grupo Marquina, no ha presentado la documentación requerida tras serle reclamada en dos ocasiones. En el caso de Focus, la gran productora teatral afincada en Barcelona, se le rechaza porque se estima que no acredita la solvencia económica y técnica mínima exigida en los pliegos de licitación.

La empresa madrileña SEDA tiene como consejero delegado a Lope Ángel García Tamarit. Fue la productora que recurrió el año pasado la adjudicación a otra sociedad de la gestión del Festival de Teatro de Alcántara, aduciendo irregularidades y falta de documentación. Lo hizo en dos ocasiones en el mismo año. La Comisión Jurídica de Extremadura aceptó su recurso y el Festival alcantarino no se pudo celebrar por primera vez en 35 años.

En 2012, José Antonio Monago, entonces presidente regional, entregó la gestión del Festival de Mérida a Jesús Cimarro, director de Pentación, una de las relevantes empresas culturales del país. No hubo concurso público. Tampoco en las siguientes tres ediciones. Fue en 2016, con Guillermo Fernández Vara como jefe del Ejecutivo, cuando se convocó un concurso público para su organización hasta 2019. Se resolvió a favor de Pentación.

Para esta edición de 2020, la Junta se la encargó a Cimarro tras anularse el concurso iniciado a mitad del año pasado. Dos empresas, las de García Tamarit y Salaberría, recurrieron las bases y la comisión jurídica de Extremadura obligó en septiembre a que se sacara otro concurso. Ante la imposibilidad de resolverlo con tiempo para preparala la edición de este verano se le prorrogó por un año la gestión a Pentación mientras se sacaba el nuevo pliego. Jesús Cimarro lleva por tanto nueve años al frente de una de las grandes citas culturales de España.