Dos encuentros para exponer la situación y la denuncia dos semanas después

Solo cuatro de los dieciséis miembros de la Ejecutiva del Colegio conocían detalles de la denuncia presentada por las cuatro trabajadoras ante la Policía Nacional y el auto de la jueza decretando cinco órdenes de alojamiento e incomunicación para Javier Rayo Madrid, de 58 años y que trabajaba en la entidad colegiada desde hacía unas tres décadas.

Fue un pleno tenso en el que se llegó a escuchar un mensaje de voz de una de las mujeres que denuncian abuso y acoso sexual para que todos los miembros de la directiva conocieran con más detalle la situación.

El relato de las trabajadoras es que desde el 4 de enero el presidente del Colegio, Pedro Hidalgo, era conocedor de las acusaciones que se cernían sobre Javier R. M. Un día después, dos de las cuatro empleadas fueron a registrar un escrito en la institución para que quedara constancia pero, en realidad, no apareció como registrado.

Otra de las fechas claves, dos semanas antes de que finalmente decidieran ir a la vía judicial, es el 11 de enero. Ese día, según HOY ha podido saber, las cuatro empleadas fueron citadas pero de forma separada por el presidente del Colegio para una especie de entrevista personal. También asistieron, señalan varias fuentes a este diario, el secretario y el abogado de la institución colegial.

«No fue una reunión para ofrecernos la ayuda psicológica y jurídica que requería la situación. Fue más para preguntarnos cuánta gente sabía nuestro caso y reprocharnos por qué antes no habíamos dicho nada, en vez de para darnos apoyo», explica una de las denunciantes.

Hidalgo, como informó este martes este periódico, anunció que se abría una comisión interna de investigación. «Pero vimos que no se iba afrontar el asunto con la seriedad que lo requería. Solo nos ayudó de verdad, cuando supo el tema, María Ibáñez (la vicepresidenta primera del Colegio). Esperamos un tiempo y el jueves 27 decidimos que había que denunciar ante la Policía», agrega esa trabajadora.

Con la detención el viernes 28 de enero de Javier Rayo Madrid y el auto judicial del sábado 29 que le decreta orden de alejamiento e incomunicación de las cuatro trabajadoras y de María Ibáñez se precipitaron los acontecimientos.