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Ángela Murillo
Martes, 3 de agosto 2021, 13:32
Dos ahogados en el embalse de Orellana (un joven de 24 años de Don Benito y un vecino de Campanario de 57), un ... salmantino de 37 años muerto cuando se bañaba en el embalse de Gabriel y Galán y un militar cacereño de 39 hallado este martes en la presa emeritense de Proserpina tras cuatro días de búsqueda. Es el negro balance de lo que va de verano en Extremadura.
Una jornada de disfrute en la naturaleza puede acabar en tragedia si no seguimos las recomendaciones básicas para disfrutar de un chapuzón seguro en ríos o embalses.
Víctor Domínguez, director autonómico de la Unidad de Emergencias de Cruz Roja en Extremadura, explica qué debemos tener en cuenta para evitar ahogamientos. El principal consejo y el más básico es no sumergirse en zonas que no están habilitadas para el baño, aunque es consciente de que esta práctica es algo «habitual» en nuestra región.
Además «es fundamental no adentrarse más allá de zonas en las que hacemos pie, sobre todo porque no estamos viendo lo que hay en el fondo». En los entornos naturales «es posible encontrar casi cualquier cosa debajo del agua: ramas, árboles e incluso una valla antigua». De ahí la importancia de permanecer siempre en un lugar donde «tengamos cierta estabilidad».
Otro consejo que debemos seguir es no sumergirnos en el agua cuando nos encontramos solos. «Siempre debemos estar acompañados de otra persona para que pueda avisar en caso de que necesitamos ayuda».
Es muy importante además tener especial vigilancia con los baños de «mayores, niños y personas con patologías crónicas».
Cruz Roja apunta además un problema frecuente en verano: el shock térmico o mal llamado corte de digestión. De ahí la importancia de «ir entrando poco a poco en el agua y respetar un tiempo de seguridad después de las comidas».
Asimismo hay que evitar saltar desde rocas o puentes, especialmente si no conocemos la zona bien «ni lo que hay en el fondo». Es básico no tirarse de cabeza, «una práctica que no se recomienda ni en piscinas».
En caso de que seamos nosotros quieres estemos en la orilla y presenciemos que una persona se está ahogando o teniendo un problema en el agua, es mejor no lanzarse al rescate si no tenemos claro que podemos acceder de forma segura, por ejemplo, si no hacemos pie.
En caso contrario es preferible no intervenir e intentar lanzar un elemento que pueda ayudar a la víctima a sujetarse. «Lo mejor es llamar rápido a los servicios de emergencia porque el tiempo juega un papel fundamental». Esta persona que va a intervenir en una emergencia se estaría exponiendo a un riesgo.
Si se logra sacar a la persona del agua y tenemos conocimientos de primeros auxilios, «es vital aplicarlos, puesto que ello puede condicionar cómo evoluciona esa víctima». En este sentido es básico llevar a cabo la reanimación cardiopulmonar si la víctima lo requiere (y conocemos la técnica RCP) o inmovilizar.
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