Las exportaciones extremeñas siguen al alza pese a su poca diversidad de productos

Este indicador trata de explicar el desarrollo de una economía en base a dos variables. La primera es la diversidad de productos que produce y vende en los mercados exteriores: a más referencias, una mayor complejidad económica.

La segunda es la especialización de los bienes exportados, que se mide en función de cómo de común es el conocimiento necesario para su fabricación. Por ejemplo, tan solo hay ocho países en el mundo que comercialicen pantallas de cristal líquido. Menos vendedores significa un mayor grado de especialización y, por tanto, que la economía es más compleja.

Con esas premisas, el índice de complejidad económica de Extremadura está en negativo: -0,38, según el Mapa de Complejidad Económica que ha elaborado Fundación Cotec. No es extraño, tan solo cinco comunidades autónomas se sitúan en positivo, pero el indicador extremeño únicamente supera el de Galicia (-0,45), Andalucía y Murcia (ambas en -0,52).

Este informe, que baja hasta el ámbito provincial aporta una mayor complejidad a la economía cacereña (-0,35) que a la de Badajoz (-0,44). Una situación que se apoya en la especialización de Cáceres –en la comparativa con el resto de provincias– en productos como los moldes de metal o las máquinas de carpintería exportadas.

En este sentido, son las tres provincias vascas las que encabezan el ránking de complejidad económica en España. Una realidad que, por supuesto, también sitúa al País Vasco como territorio más destacado a nivel nacional. Mientras que su producto más exportado es el coche, en Extremadura, como ya se ha mencionado, es el tomate procesado. La escasa industrialización de la economía extremeña vuelve a servir para explicar el menor grado de especialización de sus procesos productivos.

No evita esa menor complejidad económica de Extremadura que las exportaciones desde la región mantengan su buen comportamiento año tras año. Los datos provisionales de ICEX otorgan un nuevo máximo histórico para el comercio exterior extremeño en 2024, con un valor superior a los 3.300 millones de euros.

El incremento respecto al año anterior ronda el 9%, un porcentaje muy superior al 0,2% que la entidad dependiente de la Secretaría de Estado de Comercio calcula para el conjunto del país. Aun así, las exportaciones extremeñas, pese a su avance, todavía no alcanzan a representar el 1% del total nacional. Es decir, hay margen de mejora y se espera que los proyectos industriales que van dando pasos en la región contribuyan a ello.

Por el momento, el saldo de la balanza comercial extremeña –diferencia entre exportaciones e importaciones– se volvió a incrementar en el último año y superó por primera vez los mil millones, 1.100 millones de euros, exactamente

En los datos por provincias que aporta el mapa de Cotec, con datos cerrados para el año 2023, Badajoz sí es exportadora neta, con más de 975 millones de euros de saldo positivo, pero Cáceres compra más que vende y su saldó resultó negativo en casi 175 millones.

No es la única diferencia entre ambos territorios extremeños. Badajoz con más de 2.000 millones de euros exporta más que otras 18 provincias españolas, sobre todo gracias a su fortaleza en el tomate procesado, y principalmente compra dispositivos semiconductores en el exterior.

Por el contrario, Cáceres, no alcanzó en 2023 los 800 millones de euros en ventas en los mercados internacionales y su producto estrellas fueron los medicamentos envasados. En cuanto a las compras, el producto más demandado fueron ordenadores.