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Extremadura contará en un plazo de dos años con las primeras viviendas de alquiler asequible, un nuevo concepto de vivienda pública destinado principalmente a jóvenes que quieren emanciparse y familias con ingresos medios.
Las primeras 212 viviendas se construirán en Mérida, Badajoz y Cáceres. Una ... cuarta promoción, situada en Montijo y que planteaba levantar otros 16 pisos, ha quedado desierta. Junto a esto, el pasado mes de febrero la Junta de Extremadura sacó a concurso una parcela para edificar 20 viviendas en Almendralejo, un contrato pendiente de adjudicación.
El programa de vivienda de alquiler asequible forma parte del Plan de Recuperación y Resiliencia y es un ejemplo de cooperación. Se financiará con fondos europeos, concedidos por el Gobierno y gestionados por las comunidades autónomas, en suelo cedido por los ayuntamientos y con la implicación del sector privado.
El Gobierno regional puso en marcha en la pasada legislatura este programa con la construcción de 45 viviendas en el barrio de La Calzada en Mérida, que ya se levantó en su día gracias a una iniciativa pionera de la Junta de Extremadura, el Plan 60.000. A esto se sumaron 80 pisos en dos parcelas de Badajoz, en Cuartón Cortijo y San Roque; y 87 en la zona de Maltravieso en Cáceres. En Almendralejo el solar escogido se encuentra en la calle Brasil.
En todos los casos se trata de suelo cedido por los respectivos ayuntamientos, lo que permite reducir el precio de coste y facilita el arrendamiento a precio tasado. La constructora deberá terminar las viviendas antes de junio de 2026, plazo previsto para la finalización del Plan de Recuperación. Después podrá explotarlas en régimen de alquiler por un plazo de cincuenta años, tras lo que pasarán a manos de la Junta de Extremadura.
Tras la convocatoria de los concursos, la empresa extremeña Plalyso resultó adjudicataria de las promociones en las tres capitales. En Badajoz hubo dos ofertas, pero en Cáceres y Mérida su propuesta fue la única que se presentó. Los contratos se firmaron a finales de noviembre, tras lo que hay que proceder a la inscripción de las fincas y a la tramitación de las licencias de obras para poder iniciar los trabajos. El consejero de Infraestructuras de la Junta, Manuel Martín, ha anunciado recientemente que la construcción de esas promociones está cerca de empezar.
La empresa adjudicataria asumirá el coste de las obras y a cambio recibirá los ingresos procedentes del alquiler. Asimismo, recibirá financiación de la Junta con cargo a los fondos europeos de recuperación. La ayuda asciende a 700 euros por metro cuadrado de superficie útil de vivienda, con un máximo de 50.000 euros por piso. A esto se suman otros 20.000 euros en caso de que se planteen soluciones residenciales basadas en el modelo cohousing, que consiste en fomentar espacios de convivencia e interrelación en comunidad. En los tres casos ha propuesto mejoras como un espacio para taller y almacenamiento de bicicletas y un punto de recarga comunitario para vehículos eléctricos.
Por tanto, la cuantía máxima de la ayuda asciende a 70.000 euros por vivienda. En consecuencia, la aportación de la Junta para las promociones de Badajoz, Cáceres y Mérida asciende a 14.840.000 euros.
El objetivo de este programa es facilitar el acceso a la vivienda en edificaciones que tengan un máximo nivel de eficiencia energética y sostenibilidad. La norma que regula este plan recoge que en España un 37,4% de la población que vive en alquiler destina más de un 40% de su renta disponible al pago de su vivienda, mientras que en el conjunto de la Unión Europea la media es del 24,2%.
Este plan coincide con otras políticas destinadas a controlar el coste de la vivienda, como la declaración de zonas tensionadas que promueve el Gobierno y el índice de precios de alquiler. La Junta de Extremadura ha descartado recurrir a esas medidas, ya que considera que se trata de actuaciones intervencionistas y que en la región este problema no llega al nivel de otras comunidades. Pero no por ello renuncia a otro tipo de acciones, como la construcción para alquiler asequible.
Tal como recoge la documentación que acompaña a los concursos convocados por la Junta para la cesión de suelo para estas promociones, se pretende contar con un producto intermedio entre las viviendas sociales y las de protección oficial.
En Badajoz, Cáceres y Mérida el porcentaje de viviendas sociales, destinadas a colectivos vulnerables, es del 3,65%, 2,50% y 5,49%, respectivamente. Las tres ciudades están por encima de la media regional, que es del 2,11%. Por tanto, se considera que los sectores más desfavorecidos tienen sus necesidades cubiertas.
Sin embargo, hay otros grupos de población que no pueden acceder a una vivienda en propiedad pero que por sus ingresos tampoco cumplen los requisitos para una vivienda social, por lo que deben destinar un elevado porcentaje de su renta a sufragar el precio del alquiler. Se trata sobre todo de jóvenes, solteros y familias con sueldos medios.
Los pliegos de condiciones para estos concursos recogen que en las tres capitales extremeñas el alquiler había subido entre un 6,6% y un 7,9% en el último año, según los principales portales inmobiliarios. A esto se suma el incremento de los tipos de interés y por tanto el encarecimiento de las hipotecas, lo que complica aún más la compra. De ahí que se plantee una solución que permita acceder a una vivienda digna con un coste asequible, con financiación pública y la colaboración del sector privado.
La empresa adjudicataria de las primeras viviendas de alquiler asequible de Extremadura, que se levantarán en Badajoz, Cáceres y Mérida, asumirá una rebaja adicional del 20% en el precio máximo de la renta que deberá cobrar a sus inquilinos. Las condiciones fijadas por la Junta de Extremadura establecen cómo se deberá establecer el precio y marca unos topes máximos, que han sido mejorados. El importe dependerá de la renta familiar y del número de miembros, con una rebaja de hasta el 30% para unidades de convivencia de cinco o más integrantes o familias monoparentales con tres o más menores o personas dependientes. En el caso de Mérida se tomó como límite de ingresos 3,5 veces el IPREM, 29.400 euros al año. El precio máximo no podrá superar los 4,12 euros por metro cuadrado al mes (superficie útil), más 2,47 por las plazas de garaje y los trasteros. Para Badajoz y Cáceres se fijó como referencia de ingresos familiares 5,5 veces el IPREM, lo que eleva la renta disponible a 46.200 euros. Pero también aumenta el precio máximo del alquiler, que en estos casos es de 5,62 euros por metro cuadrado al mes (3,37 para garajes y trasteros). La empresa adjudicataria de las obras, Plalyso, mejoró en su oferta un 20% los valores máximos. De esa forma, un piso de 90 metros se podrá alquilar en Mérida por 300 euros al mes y en Badajoz y Cáceres por unos 400.
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