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La región ya tiene su primer aeródromo para incendios forestales. Está en Mirabel, a unos 30 minutos en coche de Plasencia, en una ubicación estratégica para atender la zona de Extremadura más amenazada por el fuego, y el pasado sábado recibió a su primer ... avión.
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La nueva infraestructura se ubica en el área de influencia del espacio natural más protegido de la comunidad, el parque nacional de Monfragüe, y cerca de las comarcas del norte extremeño (Sierra de Gata, La Vera, Valle del Jerte, Las Hurdes y Valle del Ambroz), que concentran los bosques más frondosos y extensos y por tanto también los más peligrosos si se declara un fuego. Este posicionamiento permitirá reducir los tiempos de respuesta ante avisos en el área del mapa autonómico que genera más desvelos entre los responsables del Infoex (el plan contra los incendios forestales en Extremadura). El Infoex ha usado en alguna ocasión aeródromos privados, como el de Royanejos, propiedad del aeroclub de Mérida, pero no disponía de una instalación propia.
«Es un buen aeródromo», resumía en perfecto español este lunes Rafael Morais Marqués, el joven portugués que podrá presumir de haber sido el primero en despegar y aterrizar en este lugar para realizar una misión efectiva en un incendio. «Ojalá no haya que utilizarlo mucho este verano», pedía el consejero de Gestión Forestal y Mundo Rural, Ignacio Higuero (Vox), cuya visita al lugar sirvió para inaugurarlo oficialmente.
El aeródromo tiene una pista de vuelo de asfalto de 934 metros de largo y 23 de ancho, dos depósitos para 100.000 litros de agua, uno para 15.000 litros de queroseno y una vivienda para los pilotos y mecánicos. Hay en ella cuatro dormitorios, dos estancias más habilitadas como despachos, una cocina y un salón. La instalación se localiza en una llanura, entre fincas con vacas, cerca del límite con el término municipal de Grimaldo.
De momento hay en él un único aparato, un avión anfibio Air Tractor 802F Fire Boss alquilado –el arriendo es lo normal en el sector los incendios forestales en toda España– por el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico. Pero si hoy mismo fuera necesario que otras aeronaves lo utilizaran, está listo para ellas, ya que tiene capacidad para albergar hasta seis aviones de este tipo.
De hecho, la previsión es que en el mes de agosto haya cuatro: el que ya está, los dos arrendados por la Junta de Extremadura que ahora duermen en Talavera La Real, y otro que el Gobierno regional ha sacado a licitación y que se espera llegue a Mirabel antes de que acabe este mes. El riesgo de sufrir grandes incendios forestales (así se llama a los que queman más de quinientas hectáreas) ha bajado en julio gracias a las lluvias de las últimas semanas y meses, ya que la vegetación gruesa (árboles, principalmente) que necesitan para progresar conserva la humedad más tiempo que la fina (el pasto).
Los cuatro aviones anfibios que habrá en agosto en Mirabel son del mismo modelo, capaz de almacenar 3.000 litros de agua y de volar a una velocidad de crucero de 280 kilómetros por hora y 320 de máxima. Tienen un motor de 1.600 caballos que consume unos trescientos litros de combustible a la hora, y su autonomía ronda las tres horas y 45 minutos. Carga agua en embalses, siempre que tengan una lámina de agua de unos mil metros, y tarda en completar esta operación alrededor de un minuto. También puede cargar en tierra, o sea, parado, en su base.
Además de este avión anfibio que llegó el pasado sábado, el Estado ha enviado a Plasencia un helicóptero modelo Bell 412. Llegó este lunes para sustituir al Kamov ruso que este año no se verá en España porque no está garantizado el suministro de piezas y el mantenimiento. El motivo son las restricciones comerciales que la UE aplica a Rusia como sanción por invadir Ucrania en febrero de 2022.
Desde un punto de vista operativa, el Bell 412 no resiste la comparación con el Kamov, al que los técnicos en la materia coinciden en señalar como la mejor herramienta aérea para luchar contra los incendios forestales, superior incluso a los hidroaviones Canadair que pilota el Ejército del Aire (los rojos y amarillos que destacan por su gran tamaño, y de los que hay uno en Talavera La Real).
El Kamov descarga hasta 4.500 litros de agua, por 1.200 del Bell 412, que es un aparato utilizado habitualmente para el traslado de brigadistas. La merma que supone cambiar un modelo por otro se compensa en gran modo con la presencia de hasta cuatro aviones anfibios en el aeródromo de Mirabel, que según recordó este lunes el alcalde de la localidad, Fernando Grande Cano (PSOE), «es una inversión que se inició en la pasada legislatura».
«Hay que dar las gracias a Begoña García (consejera en el área de incendios forestales la pasada legislatura y actual secretaria de Estado de Agricultura y Alimentación)», afirmó el regidor, que también pidió «que se estudie la posibilidad de que esta nueva instalación pueda tener uso civil fuera de la época en que es necesaria para los incendios».
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