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Prácticamente no existe un empresario extremeño al que no le esté afectando lo que ocurre en Asia. El aumento de la demanda una vez se ... empezó a superar la pandemia ha tensionado una producción que redujo su ritmo en los peores momentos del covid. A ello se ha sumado un colapso en las cadenas de distribución con bloqueo de puertos marítimos o escasez de transportistas por carretera, lo que está provocando un desabastecimiento generalizado en todo tipo de productos y materias primas unido a un aumento de precios. En Extremadura casi ninguna empresa es ajena a esta crisis que aún no ha explotado y que se prevé que condicione las navidades.
En Badajoz Manuel Moreno dirige el centro de pádel La Cañada. Allí se gastan unas cien bolas al día que van comprando clientes, y las marcas que Moreno les ofrece son Head, BullPadel y Babolat. Ya no hay. «Me he tenido que ir a una cuarta marca y ya me han avisado de que acopiemos porque se están acabando las pelotas, muchas marcas ya no venden porque no tienen stock. Vienen de China y no hay».
De Asia viene casi todo lo que nos rodea, también las bicicletas y sus componentes. Tras el confinamiento se disparó la demanda y era imposible conseguir una bici en el día. Un año después la situación no ha mejorado sino que va a peor. «Ahora tardas entre seis y diez meses en recibir una bicicleta nueva porque sigue habiendo una gran demanda, pero es algo que ocurre a nivel mundial y hasta donde sé son varios los factores. Por un lado falla el transporte, pero también la materia prima para todo tipo de componentes, cuadros, cadenas, ruedas, horquillas...», señala Víctor Urbano, de Urbano Bikes en Badajoz.
Juguetes Bustamante, otra empresa extremeña, también está afectada por este colapso mundial y para su administrador, Luis Miguel Bustamante, la campaña navideña pinta incierta. «La materia prima es de los chinos y en nuestro caso ha subido de precio del cartonaje o el hierro, lo cual termina repercutiendo en el precio que pague el cliente final».
Pero es que también habrá retrasos en la entregas y eso complica la siguiente campaña de regalos. «Lo que antes te servían a finales de este mes o en noviembre, ahora esa mercancía te la van a hacer llegar a mitad de diciembre o en enero y esto nos afecta no solo como detallistas sino como mayoristas que servimos a pequeñas jugueterías en pueblos. Si lo llego a saber en verano hubiera almacenado más, pero es que de este 'shock' nos hemos enterado hace apenas un mes, ya en noviembre», decía esta semana el empresario extremeño.
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Juguetes, pelotas de pádel, cartón, aluminio, zapatillas, también bicicletas, neumáticos, vehículos en general... y bebidas alcohólicas, en este caso las que llegan desde Reino Unido, donde tras el 'brexit' se han complicado todo tipo de trámites aduaneros, como este diario explicó con más detalle en otra noticia el pasado miércoles. «Ahora es imposible conseguir ginebras Seagram's y Beefeater», comenta Manuel Moreno, que además tiene un negocio de hostelería, el bar restaurante lo Nuestro.
Este empresario razona que si hasta hace poco por culpa de la pandemia este sector estaba prácticamente paralizado, es normal que sectores complementarios –pone como ejemplo las fábricas de botellas de cristal– hayan reducido su producción y ahora que se ha reactivado la demanda no puedan atender todas las peticiones. De hecho, también ha notado que no le pueden servir ni vinos Ribera del Duero que se producen en España ni botellas de Moët & Chandon que no proceden de China.
Y aunque ya son cientos los productos afectados por una crisis mundial originada en Asia, la preocupación crece si se trata de artículos electrónicos. De hecho, la primera alerta fue la falta de microchips, algo que ya se siente en Extremadura. Solo hay que acudir a un concesionario a adquirir un coche y comparar los tiempos de entrega actuales con los de hace apenas dos años.
La mayoría de los microchips se fabrican en China y los incorporan cientos de componentes que también hacen falta para completar todo tipo de artículos. «Nosotros vendemos drones o helicópteros de juguete y este año solo te servirán la mitad», añade Luis Miguel Bustamante.
Esta escasez ha llevado a cerrar un día a la semana en Cáceres la fábrica de componentes de coches Catelsa, empresa que ha hecho este mes un ERTE (expediente de regulación temporal de empleo) porque el ritmo de trabajo se ha ralentizado sin remedio ante la falta de material y no pueden tener tantos días operativa su línea de producción.
Luis Miguel Bustamante
Juguetes Bustamante
Cristóbal Maza es director general de Aspremetal en Extremadura, con 800 empresas adheridas, la mayoría de ellas instaladores relacionados con la climatización y la electricidad. Según Maza. «La situación actual de desabastecimiento se ve con preocupación desde Extremadura, aunque aún no se aprecia aún de manera muy directa. Sí preocupa el aumento del precio de las materias primas, no causado por el transporte terrestre sino por el transporte marítimo que viene de Asia, que es de donde proceden la mayoría de componentes. Y si aún no se nota la falta de de suministro, sí se aprecia un problema con el coste del transporte, además de escasez de componentes tecnológicos por falta de microchips, lo que afecta a todo tipo de sectores que hay en Aspremetal, desde las fábricas de coches, de calderas a aparatos de aire acondicionado, que están viendo ralentizadas sus líneas de producción. Ante esta situación, lo que advertimos a nuestros asociados en la región es que traten de controlar la validez de sus ofertas, que sepan hasta cuándo le garantizan ese precio en los presupuestos», señalan desde Aspremetal.
Pero no es solo cuestión de microchips. No hay prácticamente un artículo que se salve. Manuel Labrador se encarga de los neumáticos de la marca First Stop en la provincia de Badajoz. De momento, dice, tienen stock, y solo en algunos modelos puntuales el cliente tendría que esperar algún día más. Lo que sí ha notado es un aumento de precio debido a los problemas que hay en el transporte marítimo que llega desde Asia. «Si antes un contenedor te costaba 4.000 euros ahora el precio se va a 11.000 y eso al final repercute en el cliente final, y en el caso de segundas o terceras marcas, las cuales vienen todas de Asia, ya dejan de ser tan baratas», explica este empresario extremeño.
Cristobal Maza
Aspremetal
Javier Rodríguez-Arbaizagoitia, de Butano Teófilo, no tiene ahora mismo problema de suministro de calderas, las cuales está instalando en varias promociones de Badajoz. Lo que sí necesita, dice, son transportistas para mover su flota de camiones, con la que a menudo mueve cargamentos de hierro, una actividad que ha bajado ostensiblemente – «de veinte o treinta portes al mes ahora solo hago dos», dice– debido al aumento del precio de los metales. Así, si en el sector de la climatización aún no está teniendo problemas, en su faceta como empresario de transporte sí está encontrando obstáculos.
No solo ha ido a comprar dos camiones y le han dado de fecha de entrega octubre del año que viene. «Eso nunca me había ocurrido, pero los he pedido por si acaso no vaya a ir todo a peor». En el caso de un equipo de telegestión que ha de instalar en una industria de Mérida, la maquinaria lleva ya un mes de retraso.
Por su parte, Antonio Frera es gerente en Badajoz de la multinacional Arcelor. Es capaz de llevar sus aceros a obras y almacenes de clientes en Extremadura y Portugal porque tiene vehículos propios, y aunque de momento los retrasos de proveedores son «leves y asumibles, de un día como mucho», sí ha notado un aumento de precio exagerado, de un 50% en el último año.
Sobre las razones de esta situación incierta en un mercado globalizado que tiene en Asia el centro de producción mundial, se escriben a diario diferentes teorías complementarias unas de otras. El propio gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, advirtió esta semana de que este desabastecimiento mundial provocado por la pandemia recorte las previsiones de crecimiento para el país y, a la vista de los testimonios que empiezan a aparecer, también para Extremadura.
«Los medicamentos no corren peligro». Así lo afirma el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Badajoz, Cecilio Venegas, ante la situación de desabastecimiento que se empieza a dar con muchas mercancías debido a los problemas de transporte y aumento de precio en las materias primas.
«El sector del medicamento está muy estructurado y la covid nos hizo subir mucho la provisión, ya que ante este tipo de problemas las farmacias multipoican las compras», señala Venegas. Además –prosigue– no solo los medicamentos genéricos se producen en España, lo que no nos hace ni depender de China ni de ningún otro país –«entre Madrid y Barcelona abastecen el 85% del mercado español», afirma– sino que el transporte de productos farmacéuticos está muy protocolizado.
«Se trata de un sistema de transporte muy estable porque los empleados son nuestros a través de las tres cooperativas que operan en España (Alliance Healthcare, Bidafarma y Cofares) para abastecer a las farmacias», señala Venegas. «Otra cosa –añade– es que como en España el medicamento es muy barato porque su precio está fijado por ley algunas industrias prefieran venderlo a otros países porque obtienen más margen, pero eso de momento no está ocurriendo», dice.
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