Agente financiero de Unicaja en Bohonal de Ibor. HOY

Extremadura pierde 380 oficinas bancarias en los últimos siete años

Unicaja, tras absorber Liberbank, es la entidad que más sucursales cerró en 2022, un total de 77 de las 82 que bajaron la persiana en la región

Lunes, 20 de febrero 2023, 07:18

Extremadura perdió otras 82 oficinas bancarias en 2022. Y el Banco de España todavía no ha actualizado los datos del último trimestre del año pasado. Con lo que el número puede ser incluso mayor al computar todo el ejercicio.

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Los grandes bancos continúan adelgazando su red de sucursales ... . La concentración del sector, con fusiones y absorciones, ha reducido el número de entidades, lo que también ha impulsado en los últimos años el cierre de sedes. Esta tendencia ya se ha llevado por delante en la región cerca de 400 oficinas en menos de siete años.

La reducción de puntos de atención que se ha producido en Extremadura durante 2022 contrasta con los resultados económicos que están presentado en las últimas semanas los bancos. Récord de beneficios en algunos casos o incrementos que rozan el 90% en la comparativa con 2021 en otros.

Ibercaja, BBVA y CaixaBank también clausuraron sedes en el pasado ejercicio

Los mayores ingresos de los bancos se apoyaron en el aumento del margen de los intereses

Detrás de ese aumento de los ingresos de las entidades bancarias está, principalmente, la subida de los tipos de interés que –tras más de seis años sin hacerlo– aprobó el BCE (Banco Central Europeo) en julio del año pasado y que ha seguido implementando para intentar controlar la inflación. Actualmente, los tipos están fijados en el 3%, pero ya se ha anunciado que subirán más en marzo.

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Especialmente llamativo es el caso de Unicaja, que durante los primeros nueve meses de 2022 cerró 77 oficinas en la región. En el conjunto de ese mismo año, la entidad obtuvo unos beneficios de 260 millones de euros, un 89% más que en el año anterior, como informó el propio banco. Los motivos también fueron explicados en la presentación de resultados: «El aumento del beneficio se apoyó en el crecimiento de los ingresos ordinarios –del 2,9%, en el margen del intereses, y del 7,3%, en los ingresos por comisiones netas–, en el descenso de los gastos de administración, del 8,2%, y en la reducción de los saneamientos de crédito, del 20,8%».

Es decir, cobraron más por intereses y comisiones y limitaron sus gastos, en parte con la reducción de oficinas: que en Extremadura pasaron de 142 a 65 en los primeros tres trimestres del año.

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Es cierto que Unicaja se quedó en 2021 con las 102 sedes que tenía abiertas Liberbank –donde se integró en su momento Caja de Extremadura– tras su absorción. Ambos bancos tenían una fuerte presencia en la región, sobre todo en el norte de la provincia de Cáceres, ya que Unicaja terminó siendo propietaria de las sucursales de Caja Rural de Cáceres al absorber lo que era Caja Duero en 2018. Ante el solapamiento de oficinas en muchas localidades, la entidad planteó un programa de cierres que ha ido completando en 2022.

Resto de entidades

Entre enero y septiembre del año pasado desaparecieron en la región otras cinco oficinas. Ibercaja, que todavía no ha presentado resultados de 2022, cerró dos sucursales para quedarse con 85 en la región. El año anterior ya había clausurado otras siete.

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BBVA, por su parte, obtuvo el mayor beneficio de su historia, con 6.420 millones de euros, un 38% más que en 2021. Eso no evitó que cerrara una sucursal en Extremadura, donde ya solo tiene 38 sedes. En parte porque en 2021 prescindió de otras 15 que tenía abiertas.

Lo mismo hizo CaixaBank, cuyos beneficios cayeron un 40% pero que ganó 3.145 millones, y que todavía cuenta con 64 oficinas en la comunidad. Esta entidad pasó en 2021 a ser propietaria de las nueve sucursales que tenía Bankia en Extremadura, pero solo mantuvo abiertas cuatro de ellas.

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La otra oficina que bajó la persiana fue una de las dos que tenía DeutscheBank. El negocio principal de esta entidad, que elevó su beneficio por encima de los 5.000 millones, está muy alejado de la región.

Entre los bancos que todavía tienen una importante presencia en Extremadura, Banca Pueyo –que no ha hecho públicos sus resultados de 2022– mantiene activas sus 108 oficinas desde 2019. Por el contrario, Santander solo cuenta con 44 oficinas en Extremadura. En 2022 –siempre hasta septiembre– no realizó ningún cierre, pero en 2021 fueron 19 las oficinas que dejaron de funcionar y entre 2019 y 2020, otras 43. Sus resultados del año pasado arrojaron un saldo positivo de 9.605 millones de euros.

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Evolución

Desde el 1 de enero de 2016 –en casi siete años completos– Extremadura ha perdido 380 oficinas bancarias, según el Banco de España. En este periodo, solo Banca Pueyo ha ganado presencia (cinco sucursales) sin procesos de fusión o absorciones. Porque Abanca, que tiene 42 sedes en la región, se quedó con ese mismo número de la desaparecida Caixa Geral, y la mencionada Unicaja, pese a los cierres actuales, adquirió en su momento 48 oficinas del Banco de Caja España de Inversiones (resultante de la fusión de Caja España y Caja Duero), y 103 de Liberbank.

Las cuatro entidades que sí ganan presencia en la región

En un proceso inverso al que han llevado los bancos, las cuatro cooperativas de crédito que tienen oficinas en Extremadura han abierto 17 sucursales en la región desde 2016. Es Cajalmendralejo la que ha llevado a cabo un proyecto de expansión más destacado y cuenta con doce sucursales más que hace siete años. Ahora tiene 83, según el registro que el Banco de España.

Alguna sede más suma Caja Rural de Extremadura, que tiene 109 y que no ha variado su número en los últimos años. Sí ha incrementado sus puntos de atención Cajamar, que tiene cuatro oficinas activas después de abrir tres entre 2019 y 2020.

En 2021, Caja Rural del Sur abrió una sucursal en Mérida, con lo que ya tiene dos en Extremadura.

En conjunto, hay 198 oficinas de cooperativas de crédito en la comunidad.

El resto de bancos ha ido perdiendo sedes en Extremadura, hasta dejar el número actual de oficinas en 460. Además, las absorciones y fusiones han reducido a doce las entidades que tienen presencia en la región, pero únicamente siete se puede considerar que estén implantadas en el territorio. El resto de bancos tienen cinco oficinas o menos en la comunidad.

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Exclusión financiera

El cierre de oficinas bancarias afecta, sobre todo, en el mundo rural. Las entidades bancarias prescinden de sus sucursales en los pequeños pueblos antes de hacerlo en las ciudades.

Un estudio de la Unión de Consumidores detallaba que en el 60% de los municipios de la provincia de Cáceres no se podía sacar dinero. Es decir, ya no es solo que más de 200 pueblos de la región carezcan de oficina bancaria, es que en muchos de ellos tampoco hay cajeros.

Para evitar estas situaciones, las diputaciones han insistido en los últimos años en subvencionar la instalación de cajeros automáticos en pequeñas localidades. Por ejemplo, un convenio entre Cajalmendralejo y la Diputación de Cáceres firmado en 2022 está dotando de servicios bancarios a 38 núcleos de población de esta provincia.

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A un acuerdo similar llegó la Diputación de Badajoz con Caja Rural de Extremadura para instalar cajeros en 31 municipios. En este caso, cada aparato le costó 113.421 euros a las arcas públicas. Los vecinos agradecían su presencia, pero lamentaban tener que pagar comisiones si no eran de la entidad que ponía los cajeros.

Por otro lado, desde las entidades bancarias se recuerda que han fortalecido sus redes de agentes financieros que prestan servicio durante algunas horas a la semana en determinados pueblos para facilitar el acceso de los ciudadanos a su dinero.

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