R. H.
Miércoles, 5 de marzo 2025, 12:34
Extremadura registró el año pasado un total de 38 agresiones a profesionales sanitarios, un dato que la convierte en la primera comunidad autónoma de toda ... España con el índice de agresiones por cada mil médicos colegiados más alto, con un 5,80%, situándose la media nacional en un 2,71%. Hay que matizar que Ceuta sí está por encima del índice extremeño, con una tasa del 18,62. Sin embargo, al igual que Melilla, son ciudades autónomas en las que la gestión de la sanidad tiene una particularidad que las hace diferentes al resto de territorios con competencias transferidas. La desarrolla el INGESA, una entidad gestora de la Seguridad Social, adscrita al Ministerio de Sanidad.
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Las cifras del balance de agresiones a sanitarios han sido publicadas por el Observatorio Contra las Agresiones del Consejo General de Médicos (CGCOM), que desde su creación hace 15 años ha registrado un total de 8.108 agresiones.
De las 38 agresiones registradas en la región durante el año pasado, ocho se produjeron en la provincia de Cáceres y el resto en la de Badajoz.
Del total, 20 fueron a mujeres y 18 a hombres.
En cuanto a la tipología del agresor, el 50% fueron pacientes programados, mientras que un 21,1% correspondió a pacientes no programados y un 28,9% a acompañantes. Desde el Colegio Oficial de Médicos de Cáceres resaltan la importancia de abordar las situaciones de tensión que pueden surgir en la relación médico-paciente. «Las causas principales de estas agresiones fueron la espera prolongada para ser atendidos y las discrepancias con el diagnóstico o la atención médica recibida», advierten.
La mayoría de estas agresiones ocurrieron en Atención Primaria (79%), seguidas por las agresiones en hospitales (16%) y un 3% tanto en las urgencias de Atención Primaria como en las hospitalarias.
En la comunidad extremeña, el 90,9% de las agresiones fueron ocasionadas por discrepancias con la asistencia médica, además de un 6,1% debido a informes no acordes a sus exigencias, o un 3% en relación con la incapacidad temporal (IT). Todas estas agresiones se produjeron en el ejercicio público de la profesión.
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«Cada agresión es un hecho lamentable y no debe normalizarse», han expresado desde el Colegio Oficial de Médicos de Cáceres. «Este fenómeno no solo es preocupante por el impacto directo que tiene en la seguridad y bienestar de quienes se dedican a cuidar de nuestra salud, sino que también plantea preguntas profundas sobre el estado de nuestra sociedad y las dinámicas entre los pacientes y los servicios de salud», agregan.
«Rechazamos profundamente las agresiones hacia los profesionales de la salud. La violencia, ya sea física o verbal, no tiene cabida en nuestros lugares de trabajo, donde estamos dedicados a cuidar, a mejorar la salud y el bienestar de nuestros pacientes, contribuyendo así al bienestar general de la sociedad. Los médicos merecemos respeto y seguridad para desempeñar nuestra labor con la vocación, profesionalidad y humanidad que los pacientes requieren. Me preocupa especialmente la normalización de la violencia hacia los médicos como una forma aceptable de resolver conflictos o expresar descontento. Esto puede trasladarse al entorno sanitario, donde algunos pacientes consideran que agredir a un médico es una forma válida de expresar su frustración», asegura el secretario general del Colegio de Médicos de Cáceres y responsable de las agresiones en la provincia, Luis Tobajas Belvís.
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Asimismo, pide a la sociedad que «valore el esfuerzo de quienes están al servicio de la salud e instamos a las autoridades a garantizar nuestra protección frente a este tipo de amenazas, porque, además, las agresiones a sanitarios tienen consecuencias devastadoras no solo para los profesionales agredidos, sino también para el sistema sanitario en su conjunto«.
Desde el Colegio de Médicos de Cáceres se recuerda a los médicos que, ante cualquier agresión, tienen a su disposición los servicios jurídicos de la corporación para ofrecerles «cobertura jurídica integral» y brindarles apoyo.
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Desde el Colegio instan al cumplimiento del 'Plan de Prevención, Actuación y Atención a los Profesionales para todo el Sistema Sanitario Público de Extremadura frente a las agresiones' y a poner en funcionamiento el 'Observatorio para la Vigilancia y Prevención de las Agresiones a Profesionales Sanitarios'. Sus principales funciones son estudiar, analizar y evaluar el riesgo de agresiones sanitarias a personal sanitario en los centros sanitarios y sociosanitarios públicos de la Comunidad Autónoma de Extremadura, así como formular las recomendaciones y propuestas de actuación que se consideren oportunas para prevenir o actuar frente a agresiones sanitarias.
Además, se busca fomentar la concienciación ciudadana a través de campañas de sensibilización frente a las agresiones físicas y verbales, amenazas y coacciones en el ámbito sanitario, destinadas a la población, informando asimismo de las consecuencias a las que se pudiera hacer frente como resultado de dichos actos.
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De la misma manera, piden una mayor firmeza a la hora de dictar las sentencias condenatorias, «para que estas conductas agresivas sean erradicadas de una vez por todas».
«La solución requiere un esfuerzo conjunto: desde políticas públicas hasta cambios culturales que promuevan la empatía y comprensión entre todos los actores involucrados en el cuidado de la salud. Solo así podremos construir un sistema más seguro y humano para todos».
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