La ley extremeña de apoyo a víctimas del terrorismo sigue pendiente de ser desarrollada

La norma autonómica entró en vigor hace dos años, y articula el procedimiento para percibir ayudas económicas. María José Ruiz, delegada extremeña de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, lamentó en ese acto en el Parlamento regional los «numerosos problemas» que se estaban encontrando para acogerse a esa normativa. Denunció falta de presupuesto y de una instancia a la que los beneficiarios pudieran dirigirse. También la inexistencia de un formulario a rellenar por los posibles perceptores o la imposibilidad de cumplir los plazos de solicitud de la prestación, entre otras deficiencias.

Vara respondió entonces comprometiéndose a desarrollar la ley en seis meses. Cuestionada por este asunto, la Junta explica que «las asociaciones de víctimas reclaman percibir las ayudas con carácter retroactivo, y para ello es necesario modificar la ley». «El presidente –sigue– anunció en septiembre del año pasado que se había iniciado el procedimiento para efectuar esta modificación y hacer extensiva la aplicación del derecho a la prestación a aquellas víctimas de terrorismo con reconocimiento anterior a la entrada en vigor de la ley».

El área de Portavocía del Ejecutivo regional añade que «se propuso la modificación del artículo 35 del Anteproyecto de ley de medidas para la mejora de los procesos de respuesta administrativa a la ciudadanía y para la prestación útil de los servicios públicos en un contexto de crisis sanitaria».

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Por último, explica la Junta que «el anteproyecto de la ley de medidas ha entrado en el Consejo de Gobierno para recabar dictamen del Consejo de Estado». «Tras ese trámite –concluye–, se procederá a su aprobación como proyecto de ley por parte del Consejo de Gobierno, y posteriormente a su remisión a la Asamblea de Extremadura para su debate y aprobación».

La ley autonómica de apoyo, asistencia y reconocimiento a las víctimas del terrorismo abarca como posibles beneficiarios a quienes han sufrido cualquier tipo de acto terrorista. Desde el año 1975 hasta la actualidad, 63 extremeños perdieron la vida en atentados de este tipo. A 55 de ellos los asesinó ETA, cinco cayeron a manos de los Grapo, dos lo fueron por el islamismo extremista y uno por la Triple A (Alianza Apostólica Anticomunista).