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Juan Soriano
Jueves, 14 de noviembre 2019, 12:06
Juan Antonio Guerrero Alves nació en Mérida el 20 de abril de 1959. Hijo de Nani Alves y de Ramón Guerrero, un conocido empresario de la ciudad, es el segundo de cuatro hermanos. El mayor es Ramón, que ha mantenido la labor empresarial de la familia con negocios como la Ferretería El Martillo. Los más jóvenes son Inmaculada y Francisco Javier, superintendente de la Policía Local de la capital autonómica.
Tras formarse en los salesianos de Mérida se trasladó al colegio San José de Villafranca de los Barros, donde entró en contacto con los jesuitas. Allí cursó la secundaria hasta 1976, cuando terminó COU.
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Cuando había terminado 3º de Económicas decidió ingresar en los jesuitas, lo que le llevó a un parón en sus estudios. Finalmente, terminó la licenciatura en 1986 en la Universidad Autónoma de Madrid. Ya ordenado sacerdote en 1992, completó su formación en 1993 con Filosofía y Letras entre la Autónoma y la Universidad de Comillas, donde también culminó un año después Teología con estancias en Belo Horizonte, Brasil, y en Lyon, Francia. Por último, de 1998 a 1999 estudió Filosofía Política en Boston.
Dentro de la Compañía de Jesús ha sido profesor de Filosofía Social y Política en la Universidad de Comillas (de 1994 a 2003) y superior de la residencia del Pozo del Tío Raimundo en Madrid y maestro de novicios de los jesuitas en España de 2003 a 2008.
De 2008 a 2014 fue el responsable de la provincia de Castilla, que abarca las comunidades autónomas de Asturias, Galicia, Cantabria, La Rioja, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Madrid, Extremadura y Murcia. Bajo su mando se encontraban unos 620 jesuitas que trabajaban en veinte colegios y universidades, además de otros centros de la Compañía de Jesús. Con este cargo pudo tener contacto directo con el que había sido su colegio en Villafranca de los Barros.
En 2014 fue destinado a Mozambique, donde estuvo trabajando como administrador adjunto de la región y posteriormente como director de proyectos y director del colegio San Ignacio de Loyola.
De la pobreza de África pasó a puestos de máxima responsabilidad. En 2017 fue nombrado delegado para las Casas Interprovinciales en Roma. Sucedió al venezolano Arturo Sosa cuando este último fue designado padre general de la Compañía de Jesús, el cargo de mayor importancia dentro de la congregación. Guerrero Alves se encarga de los centros e instituciones romanos, como la Universidad Gregoriana y los colegios Bellarmino y del Gesú. Además, forma parte de la curia jesuita, el principal órgano de gobierno, que tiene su oficina central a pocos metros de la Plaza de San Pedro. A partir de ahora cubrirá esa pequeña distancia para asumir su nuevo cargo en el Vaticano.
Durante toda su carrera ha mantenido la relación con Extremadura y con Mérida, ciudad a la que regresa varias veces al año para ver a la familia, la última vez hace unas pocas semanas. También sigue en contacto con los que fueron sus compañeros de formación en la región. Su próxima visita ya será como máximo responsable de las finanzas de la Santa Sede.
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