Fallece el exministro José Guirao, un enamorado de Extremadura

José Guirao Cabrera (Pulpí, Almería 1959-Madrid 2022) ha fallecido esta madrugada en su domicilio de Madrid tras haber padecido una enfermedad los últimos 16 meses. Fue ministro de Cultura y Deporte (2018 – 2020) y director del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (1994-2000), entre otros cargos.

El cuerpo será velado a partir de las 16 horas en el tanatorio San Isidro donde el martes a las 12 de la mañana se oficiará un responso para familiares y amigos, tras el que será incinerado.

Como tantos otros rostros conocidos, Guirao fue un enamorado de la comarca extremeña de la Vera. Ya le ocurrió a Carlos V hace más de cinco siglos, que eligió esta zona del norte de Cáceres - el monasterio de Yuste- para disfrutar de su retiro.

Tras él no han sido pocos los que han sentido la llamada de la Vera. Pedro Morenés (antiguo ministro de Defensa), Alberto Ruíz Gallardón (otrora titular de Justicia), Mariano Fernández Bermejo (también de Justicia)... También el fallecido anoche José Guirao, que fue ministro de Cultura y Deporte.

Hacía una década que Guirao poseía casa propia en el término municipal de Villanueva de la Vera, en el paraje Las Planas, hasta donde según los vecinos solía trasladarse los fines de semana.

Según contó HOY en 2018, cuando fue nombrado ministro, durante sus estancias solía dedicarse a la jardinería, algo que aseguraba entonces que le encantaba una de las personas que mejor le conocía en Villanueva, Óscar Delgado. «Pepe es buena gente. Nos conocemos desde que compró el terreno para hacerse la casa, allá por el año 2004», comentaba entonces.

Delgado recordó en 2018 que tenía alquilados estos terrenos para que pastaran sus ovejas cuando el anterior propietario se lo vendió a Guirao. «Le pregunté si tenía que sacarlas y me dijo que no, que sin problema, que hasta que empezase la obra y plantase los árboles las dejara allí -recuerda-. Y así lo hice».

En estas tierras extremeñas Guirao buscaba principalmente relax. Solía dedicarse a la jardinería. Cuidando su jardín y los árboles autóctonos de su parcela, en la que se ubica una modesta casa de unos cien metros cuadrados, además de otros que iba plantando. «Y también le gustan los animales. De hecho ya ha tenido tres mastines, que por cierto se los he dado yo», rememoraba Delgado.

Esa cercanía y afabilidad la constataron no pocos vecinos de Villanueva. En el establecimiento Viva la Pepa, una tienda de productos naturales que también dispone de bar-cafetería, Guirao se dejaba caer para comprar pan. «Y ya de paso, si anda por aquí Óscar, pues se echa alguna cerveza», puntualizaba Marta Cerezo, dueña de la tienda.

La propia Marta destacaba la sencillez de este almeriense, quien en el pueblo -aseguraba- siempre se ha comportado como uno más, vistiendo de manera informal y llegando con su coche -o andando- a comprar o tomar algo como cualquier vecino. «Un día llegó con los escoltas, porque parece ser que eras obligatorio, y a los que estábamos aquí nos dio hasta la risa». No estábamos acostumbrados a verle así. La verdad es que era un tío encantador y supercampechano».

Cerezo también destacó en el reportaje pùblicado por HOY su carácter irónico, que unido a «su oratoria, su sentido del humor y su agilidad mental» hacía que incluso se lanzara, como buen andaluz, a contar algún que otro chiste «con ese acento almeriense que a mí tanta gracia me hace», concluye.

«Recuerdo que en una ocasión se le atascó el coche en el río y tuvimos que ir a sacarlo, como haríamos y de hecho hacemos con cualquier vecino. Pues al acabar el tío cogió y nos invitó a comer», recordó un cliente de Marta.

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